LONDRES (26 Abril 2016).- Las campanadas del Big Ben
dejarán de sonar durante unos meses, debido a labores para la restauración de
la deteriorada torre del reloj del parlamento británico, que durará tres años.
Los trabajos — que comenzarán en enero de 2017 y
tendrán un costo de 29 millones de libras (42 millones de dólares) — no pueden
esperar más, dijo Steve Jaggs, cuidador del Gran Reloj del Parlamento.
"La torre no es inestable", dijo.
"Pero al menos que hagamos algo ahora, va a empeorar severamente".
"Tenemos que realizar los trabajos muy pronto
para preservarla para el disfrute de generaciones futuras".
Jaggs dijo que se trata de la mayor reparación que
se efectúa en la torre en décadas. Entre otras cosas, se detendrá la filtración
de agua que amenaza con derrumbar la mampostería de la icónica torre de 160
años.
El enorme reloj será detenido durante varios meses
para que los relojeros del Parlamento puedan trabajar en el péndulo de cuatro
metros y sacar las manecillas de cada una de las cuatro esferas.
La campana Big Ben, de 13.5 toneladas, dejará de
repicar la hora por un tramo adicional del proyecto mientras es limpiada e
inspeccionada para detectar rajaduras.
Oficialmente llamada Torre Isabel en honor a la
reina Isabel II, el monumento es uno de los sitios más famosos en Londres. Se convirtió
en símbolo de desafío al sobrevivir los bombardeos nazis durante la Segunda
Guerra Mundial, aunque una de las cuatro esferas fue destrozada.
La torre es conocida popularmente como Big Ben,
aunque ése es realmente el nombre de la mayor de sus cinco campanas. Las otras
cuatro repican cada cuarto de hora, mientras que Big Ben lo hace a la hora.
El repiqueteo de las campanas fue representante de
Gran Bretaña durante las transmisiones radiales de noticias de la BBC durante
la guerra y sigue siendo transmitido en vivo por la radio.
Aunque la restauración mantendrá básicamente la
estructura original, se harán algunas modernizaciones, incluso hay planes para
un ascensor en un foso de ventilación. Actualmente, la única forma de subir al
campanario es por una escalera de caracol.
Jaggs prometió que los trabajadores se asegurarán de
que las campanas del Big Ben repicarán para recibir el año nuevo a pesar de la
restauración.
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