MURIÓ EL NIÑO VENEZOLANO QUE PROTESTÓ POR MEDICINAS PARA SU TRATAMIENTO QUIMIOTERAPIA
CARACAS (26 Mayo 2016).- La imagen de un pequeño
venezolano de 8 años, quien se unió a una protesta para pedir que le hicieran una
quimioterapia, le dio la vuelta al mundo en febrero, cuando la movilización se
llevó a cabo en Caracas. Pero el pequeño Oliver Sánchez, célebre por portar en
la protesta un cartel con la frase “Quiero curarme. Paz y salud”, perdió su
batalla y este miércoles falleció en la Clínica Loira de Caracas.
Oliver, el menor de su familia, murió luego de
varios meses en que su familia tuvo que hacer verdaderas maniobras para
conseguir los medicamentos que necesitaba. Estos, muy difícilmente se
encontraban en farmacias del país, por lo que generalmente eran donadas por
desconocidos, puesto que además los padres no tenían un sustento económico
sólido para adquirir los tratamientos.
La madre trabajaba con el Gobierno (en el Servicio
Nacional de Administración Aduanera y Tributaria) pero llevaba un año
desempleada; el padre, por su parte, hacía viajes y traslados, y se había
convertido en la única entrada de dinero, pues ella estaba dedicada al cuidado
de Oliver.
La muerte del pequeño, diagnosticado con el linfoma
no Hodgkin, abrió nuevamente el debate sobre la escasez de medicinas en
Venezuela, pues el menor llegó a convertirse en un símbolo de la lucha por
conseguir medicamentos, en medio de la crisis que afronta el país vecino en
varios ámbitos.
Oliver estudiaba en el Colegio Arandu de Charallave,
donde cursaba segundo grado. La enfermedad que sufría el pequeño obligó a la
familia a trasladarse a Caricuao, a casa de sus abuelos maternos. Pero el drama
de la familia no cesa con la muerte de Oliver. Su abuela materna y una de sus
primas también fueron diagnosticadas con un cáncer, y han tenido que vivir el
mismo suplicio para conseguir las medicinas.
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