BUENOS AIRES (4 Julio 2016).- La muerte de Arturo,
el último oso polar de Argentina, debido a su avanzada edad despertó en el país
austral una controversia por su vida en cautividad en un zoológico del oeste
del país, que según asociaciones ecologistas no era la adecuada.
A punto de cumplir 22 años viviendo en el zoológico
de Mendoza, Arturo, de 31 años, había superado el promedio de edad de este tipo
de animales cuando se encuentran en cautiverio, que está en 26 años, y falleció
en la tarde de este domingo, informó el Gobierno provincial.
Autoridades de la Secretaría de Ambiente y
Ordenamiento territorial observaron que el mamífero "había entrado en un
proceso de descompensación y deterioro marcado irreversible", que provocó
pérdida total del apetito y en consecuencia una importante bajada de peso, así
como una ceguera en el ojo derecho y pérdida del olfato por desgaste del hueso
nasal.
Además, desde la muerte de su compañera Pelusa hace
cuatro años, su salud empeoró.
La organización ecologista Greenpeace denunció hoy
en un comunicado que el ejemplo de Arturo es uno "más" del
funcionamiento actual de "la mayoría de los zoológicos" en Argentina,
donde afirmaron se prioriza "la exhibición con fines comerciales y
recreativos por sobre la conservación y el bienestar animal".
También remarcó las "pésimas condiciones"
en las que vivía el oso Arturo y que se solicitó su reubicación a un centro de
conservación en su ecosistema de origen en 2014.
Fue en ese momento cuando la cantante y actriz Cher
se sumó con un tuit a la campaña lanzada por Greenpeace para trasladar al oso
polar a Canadá que decía: "¿No lloras por él Argentina? No hay lágrimas de
Cristina Fernández de Kirchner (expresidenta del país) por las torturas al oso
polar Arturo. Sus manos estarán manchadas de sangre cuando él muera".
A pesar de esto, las autoridades ambientalistas
determinaron que el animal no se encontraba en las condiciones óptimas para
afrontar su relocalización debido a su avanzada edad.
Desde Greenpeace afirmaron que esperan que el caso
de Arturo "obligue a las autoridades" a revisar la situación de
especies exóticas que se encuentran retenidas en un zoológico y mostraron su
oposición a la "existencia de los zoológicos tal como se los conoce en la
actualidad".
Otras organizaciones animalistas que siguieron la
causa de Arturo también mostraron su repudio por las condiciones en las que el
último oso polar de Argentina vivió sus últimos días.
De esta manera, el Presidente de la Asociación de
Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada), Pablo
Buompadre, declaró hoy a Efe que Arturo fue "un producto más" del
"mercantilismo de los zoológicos en Argentina".
La Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial
de Mendoza destacó "la labor y el carisma de todo el personal del
paseo", así como de las organizaciones no gubernamentales tanto nacionales
como internacionales que colaboraron con asistencia técnica para el diagnóstico
y el tratamiento del oso.

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