RIO DE JANEIRO (8 Agosto 2016).- A los 31 años, a Michael Phelps le
queda resto para seguir agrandando su leyenda.
El estadounidense, quien ha cosechado más medallas
que cualquier otro deportista en la historia de los Juegos Olímpicos, escribió
otra página dorada el domingo, al ayudar a que su país ganase el relevo de
4x100 estilo libre.
Fue su 19na presea dorada y 23ra en total, cifras a
las que nadie se aproxima siquiera.
Sus escoltas en la tabla de medallas de oro --la
soviética Larisa Latynina, el finlandés Paavo Nurmi y los estadounidenses Mark
Spitz y Carl Lewis-- suman apenas nueve cada uno.
Phelps es el único nadador que conquista al menos
una medalla de oro en cuatro ediciones de los juegos olímpicos y podría seguir
añadiendo preseas, ya que competirá en tres pruebas individuales (200 combinado
y 100 y 200 mariposa) y posiblemente en otros dos relevos.
En una prueba que no es su especialidad --nunca la
había corrido en una justa olímpica--, Phelps puso a Estados Unidos arriba al
cubrir el segundo tramo y su equipo ya no cedió la punta. Su tiempo de 47.1
segundos fue el más rápido con excepción del obtenido por quienes nadaron el
último relevo de los tres equipos que subieron al podio.
"Fueron los 100 metros más rápidos que corrí en
mi vida", dijo un jubiloso Phelps.
El cuarteto compuesto por Caeleb Dressel, Phelps,
Ryan Held y Nathan Adrian cronometró 3:09.92 minutos y superó por 99 centésimas
a Francia, que se llevó la plata. El bronce fue para Australia.
"Fue una locura. Estaba esperando a Caeleb y
pensé que el corazón me iba a explotar", expresó Phelps. "Nos
alentaban mucho. No sé si alguna vez escuché algo así... Mi largada fue muy
buena. Quería apretar el acelerador y ampliar la diferencia".
Held mantuvo la delantera que consiguió Phelps y
Adrian, el mejor velocista estadounidense, dio la estocada final, estirando la
ventaja.
Francia, último campeón olímpico, cronometró 3:10.53
y Australia 3:11.37.
En Londres 2012, los franceses derrotaron a un
cuarteto estadounidense que incluyó a Phelps y el astro quería tomar revancha.
Estados Unidos obtuvo el oro y Francia la plata en Beijing.
"Me moría por hacer esta prueba. Le mostré el
video del 2012 a los muchachos en la habitación los otros días" para
motivarlos, indicó.
La idea de nadar junto a Phelps y contribuir a que
se agigantara su leyenda hizo llorar a Dressel y Held cuando sonó el himno
estadounidense en la ceremonia de premiación.
Phelps relató que les había comentado a sus dos
compañeros más jóvenes que no tenía nada malo llorar durante la ceremonia.
"Es bueno que estos chicos se emocionen.
Demuestra que les importa todo esto y que les gusta lo que hacen", dijo
Phelps.
Adrian expresó "de chico uno sueña con esta
carrera. Yo gané los 100 libre, pero sueño con correr el relevo de 4x100 y aquí
estoy".
Held se maravilló de estar junto a Phelps en una
justa olímpica.
"Es increíble", manifestó. "Estar con
él, ser compañeros en su despedida, es algo espectacular".
"Estos chicos son buenísimos. Van a volver
dentro de cuatro años y yo ya no voy a estar aquí. Ahora les pertenece a
ellos", dijo Phelps.
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