CHICAGO (31 Octubre 2016).- Decir que los Cachorros de Chicago no
tenían ninguna presión de cara al Juego 5 de la Serie Mundial pudiera ser algo
difícil de creer, pero una cosa de la que no hay duda es que ahora tienen la
moral por las nubes al mantenerse con vida frente a los Indios de Cleveland,
luego de su triunfo dominical por 3-2 ante 41,711 espectadores en Wrigley
Field.
"Nosotros nunca hemos perdido la confianza en
nosotros mismos", proclamó el receptor venezolano de los Cachorros,
Willson Contreras. "Nos sentimos bien animados. Vamos a salir al terreno
en Cleveland a jugar nuestra mejor pelota".
Contreras se sintió bien orgulloso de aportar a la
defensa de los Indios, especialmente al detener de bote pronto, con la destreza
digna de más bien un veterano, lo que pudo haber sido un envío descontrolado
crucial del relevista cubano Aroldis Chapman.
"Esa es la labor de un receptor",
describió Contreras, que brilló ante la presencia de sus padres y de su novia,
que estaban en las tribunas de Wrigley Field. "Muchos piensan que lo más
importante de mi posición es el bateo, pero para mí lo es lo que pueda hacer
como catcher, especialmente para ayudar a ganar un juego [cerrado] como el de
hoy".
Por su parte, el relevista dominicano Pedro Strop
comentó que no se sentía presión entre los Cubs, pero que era importante llevar
a cabo un plan de dos puntos principales: Jugar pitcheo por pitcheo y tratar de
atacar temprano, a sabiendas de que los Indios cuentan con un excelente cuerpo
de relevistas.
"Estábamos enfocados en el lema de hoy
[domingo] que era ganar un juego a la vez", subrayó Strop. "Es
imposible ganar tres partidos en un solo día".
Entretanto, el dirigente de los Cachorros, Joe
Maddon, que vislumbraba un momento en el cual pudiera despertar la ofensiva de
los Cachorros y ese instante se produjo cuando Kris Bryant y Anthony Rizzo
conectaron rectas seguidas del abridor de los Indios, Trevor Bauer, para
cuadrangular y doblete, respectivamente.
"Eso me encantó", manifestó Maddon.
"Todos vieron lo que pasó luego. Lo pusimos un poquito contra la pared.
Tuvimos mejores turnos y anotamos [en el cuarto inning] nuestras tres carreras.
"Eso fue precisamente lo que ocurrió en la
Serie de Campeonato en Los Angeles, cuando de repente obtuvimos ese impacto
ofensivo fuerte y rápido", analizó Maddon. "Es increíble lo que hace
para tu equipo una chispa como esa".
El autor principal de ese momento mágico, Bryant,
confesó que había un sentido de la urgencia en la cueva de los Cachorros cuando
los Indios tomaron una ventaja de 1-0 porque lo menos que deseaban era llegar a
los innings intermedios abajo en la pizarra para medirse a lo grueso del bullpen
de La Tribu.
"No buscaba dar un cuadrangular, aunque fue un
buen turno y fue agradable que la pelota se fuera encima de la cerca",
narró Bryant. "Obviamente, no le estaba tirando bien a la bola. Fue bueno
que pudiera ayudar a nuestro equipo".
La victoria es una sola de la seguidilla de tres que
necesitan los Cachorros para ganar la Serie Mundial del 2016, pero Bryant
estima que esa no es una tarea imposible.
"Alguien me dijo que en 17 ocasiones diferentes
este año, perdimos un juego y luego ganamos tres al hilo", recordó Bryant.
"Si lo hicimos antes, ¿por qué no ahora?
El paracorto de los Cachorros, Addison Russell, se
hizo eco de las palabras de Bryant al subrayar que hay muchas razones por las
cuales la novena de Chicago puede ir a Cleveland con la moral muy en alto en
pos de completar su reto más grande del año.
Muy pocos equipos han remontado una desventaja de
3-1 para ganar la Serie Mundial en siete juegos, pero los Cubs tienen fe de que
sí pueden conquistar ese objetivo.
"Estamos escribiendo nuestra propia historia,
estamos haciendo historia", dijo Russell.
"¿Por qué parar ahora?
Disfrutamos cada momento. Es divertido y vivimos para esto. Vemos muchos retos
por delante de nosotros y apenas podemos esperar para encararlos".
Por MANOLO HERNÁNDEZ DOUEN/LasMayores.com
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