LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS: DESPERFECTOS EN LAS MÁQUINAS Y COLAS LARGAS
WASHINGTON (8 Noviembre 2016).- Luego de semanas de
denuncias cruzadas de fraude e intimidación en la jornada electoral, pocos
votantes que fueron a los comicios en las primeras horas de hoy tuvieron
problemas, más allá de las colas largas en algunos lugares y desperfectos en
las máquinas en otros.
Durante las semanas previas, cundieron los temores
sobre eventuales problemas para votar. El candidato republicano Donald Trump
denunció reiteradamente, sin pruebas, que la elección estaba amañada y temía
que los hackers atacaran los sistemas. Y los temores por la intimidación y el
fraude dieron lugar a una serie de demandas judiciales. Los nuevos reglamentos
de votación en más de una docena de estados creaban el peligro de sembrar la
confusión.
Pero al menos en las primeras horas la mayoría de
los problemas fueron rutinarios, de los que suceden en todos los comicios,
tales como colas, desperfectos y algunos problemas con las papeletas o listas.
En Texas, un desperfecto en una computadora en Houston
obligó a enviar a los votantes a otro lugar a más de tres kilómetros y medio
(dos millas) del lugar. El funcionario electoral John Oldham dijo que la
consola fue reemplazada por otra y se reanudó la votación.
En Utah, funcionarios electorales dijeron que los
problemas con las máquinas en el sur del estado obligaban a usar boletas de
papel, lo que podría afectar a decenas de miles de votantes que aún no habían
sufragado.
Funcionarios de Protección Electoral, una línea
telefónica para pedir ayuda, dijeron que habían recibido 63 denuncias de
posible intimidación en Pennsylvania para las 11:00 a.m. La policía de la
ciudad dijo que no había recibido denuncias de problemas en los comicios.
Se prevé que la votación anticipada, sea por correo
o en persona, constituirá hasta el 40% de los votos en todo el país. A pesar de
las horas de espera en algunos lugares, el proceso hasta ahora no ha mostrado
problemas graves, lo que resulta tranquilizado.
En las elecciones presidenciales suele haber
problemas esporádicos, con máquinas que no funcionan bien, largas colas y
problemas con las boletas o los padrones. La cuestión este año es si los
problemas serán tan generalizados como para indicar un patrón de fraude o
intimidación.
En la última semana, los demócratas entablaron
demandas en siete estados para denunciar presuntos esfuerzos de los
republicanos y la campaña de Trump para desplegar una red de observadores que
buscara instancias de fraude. Los republicanos rechazaron las acusaciones de
intento de intimidación y los jueces no encontraron pruebas de esos intentos.
Esta es la primera elección presidencial en la que
no rige una cláusula crucial de la Ley del Derecho al Voto. Un fallo de la
Corte Suprema en 2013 anuló la parte de la ley que obligaba a estados y jurisdicciones
con una trayectoria de discriminación racial a someter cualquier cambio en sus
leyes electorales a la aprobación del Departamento de Justicia federal. Esto
permitió a varios estados, en su mayoría con legislaturas y gobernadores
republicanos, imponer leyes de identificación más estrictas y limitar la
votación anticipada.
Las impugnaciones de algunas de estas leyes han dado
lugar a una serie de fallos que bloquearon o anularon algunas disposiciones a
la vez que ratificaron o restauraron otras. Esto generó temores de
desinformación entre los votantes, las autoridades electorales y los empleados
de los comicios.
En la votación anticipada en Texas hubo informes en
al menos siete condados de guías de votantes desactualizadas y empleados que
afirmaban incorrectamente que se requerían documentos de identidad con foto
para votar. Una corte federal de apelaciones había determinado que la nueva ley
estatal discriminaba a las minorías y los pobres, y ordenó al estado
flexibilizar sus normas.
El fallo de la Corte Suprema también llevó al
Departamento de Justicia a enviar menos observadores entrenados a comicios
alrededor del país que en años anteriores, lo cual probablemente reducirá su
capacidad para detectar instancias de intimidación y otros problemas en potencia.
Mientras tanto, las autoridades electorales se
precavían de cualquier intento de irrupción en sus sistemas. Unos 33 estados
aceptaron una oferta del gobierno federal de verificar sus bases de datos de
votantes y buscar puntos vulnerables en sus sistemas después de intentos de
hacker de penetrar en los de dos estados a mediados de año.
Los jefes de la Asociación Nacional de Gobernadores,
el demócrata Terry McAuliffe de Virginia y el republicano Brian Sandoval de
Nevada, dijeron en un comunicado conjunto que las autoridades electorales en
estados y municipios han trabajado durante años para reforzar la seguridad de
sus sistemas. Dijeron que los gobernadores se han coordinado con expertos en
ciberseguridad para garantizar la integridad de sus sistemas.
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