LOS CACHORROS DE CHICAGO GANAN LA SERIE MUNDIAL Y ROMPEN MALEFICIO DE 109 AÑOS
CLEVELAND (3 Noviembre 2016).- Ciento siete temporadas de corazones
rotos para los Cachorros de Chicago llegaron a su punto final al conquistar la
corona de la Serie Mundial, lográndolo con unos ribetes épicos que hacen más
singular la gesta de una franquicia sinónimo de sufrimiento.
Mike Montgomery retiró a Michael Martínez para el
último out con un corredor en base en el décimo inning, entrada la madrugada
del jueves, y los Cachorros pusieron fin a la sequía más prolongada en el
béisbol de las Grandes Ligas al vencer 8-7 a los Indios de Cleveland en 10
trepidantes innings.
Los Cachorros no salían campeones desde 1908, y lo
lograron convirtiéndose en el primer equipo que voltea un 3-1 en contra en el
Clásico de Otoño con victorias como visitante en los últimos dos partidos desde
los Piratas de Pittsburgh en 1979.
"Se hizo realidad. Chicago, esto es una
realidad", proclamó el primera base de los Cachorros Anthony Rizzo.
"Lo logramos. Somos campeones. Es algo increíble".
La Cabra Billy. Un gato negro. Steve Bartman. Todas
esas maldiciones, supersticiones y fiascos quedaron archivadas cuando el equipo
de Joe Maddon no capituló al hilvanar tres victorias consecutivas para voltear
un 3-1 en contra e imponerse 4-3 en la Serie. Y perseveraron cuando estuvieron
a punto de dilapidar una cómoda ventaja en el séptimo juego.
"Nosotros nunca le paramos a esos mitos",
dijo Miguel Montero, el tercer cátcher que emplearon los Cachorros y que acabó
remolcando la carrera que al final estableció la diferencia definitiva.
Tras una interrupción de 17 minutos por lluvia antes
de iniciar el décimo episodio, Ben Zobrist y Montero impulsaron un par de
anotaciones con un doble y un sencillo, respectivamente.
Los Indios descontaron en la parte baja mediante un
sencillo productor de Rajai Davis con dos outs ante Carl Edwards Jr. Montgomery
entró en relevo y sacó a Martínez con un rodado manso hacia el tercera base
Kris Bryant.
El partido fue un frenesí de emociones. Aroldis
Chapman y Andrew Miller, los sensacionales relevistas de ambos equipos, fueron
castigados. Los tres receptores de Chicago produjeron carreras.
Pero el momento más impactante se dio en la baja del
octavo cuando Davis bateó un jonrón de dos carreras ante el cerrador Chapman,
con el que Cleveland empató 6-6 tras ir perdiendo 5-1.
En el duelo de las sequías sin campeonatos que más
tiempo han perdurado en las mayores, la más prolongada terminó de una vez por
todas. El último de los Cachorros se remontaba a 1908, obtenido 13 días después
que se completara la entrega del primer Ford Modelo T.
En cambio, la agonía de Cleveland persiste,
añadiendo otro doloroso capítulo. Los Indios, el equipo que en 1997 no supo
preservar la ventaja en el noveno inning de un séptimo juego con los Marlins de
Florida, no se coronan desde 1948. Tres veces dispusieron de la oportunidad
para liquidar a los Cachorros, pero los dirigidos por Terry Francona no
supieron dar el golpe de gracia, algo que difícilmente olvidarán pronto.
"Esto va a doler por un buen tiempo. Duelo
porque es algo que tomamos a pecho, pero ellos (los jugadores) pueden irse con
la cabeza en alta porque lo dejaron todo en el terreno", dijo Francona.
Fue otra noche de clima agradable, con temperaturas
oscilando en los 22 grados centígrados (70 F). Se jugaba en Cleveland, pero la
sensación en el estadio Progressive Field era de una invasión de fanáticos de
Chicago, eufóricos de principio a fin.
Eternos perdedores durante más de un siglo, los
Cachorros estuvieron a punto de arruinar otra oportunidad, luego que el cubano
desperdiciara una ventaja de tres carreras con dos outs, cuando Davis conectó
su jonrón por el jardín izquierdo.
Chicago volvía a torturar a sus fanáticos, pero
volvieron decididos tras el atraso por lluvia. Los imparables de los veteranos
Zobrist, quien el año pasado ganó el campeonato como integrante de los Reales
de Kansas City, y Montero, determinaron el curso final de una campaña en la que
lideraron las mayores con 103 victorias.
Zobrist el Jugador Más Valioso
El polifuncional jugador fue una de las varias
fichas que Theo Epstein, el presidente de operaciones de béisbol, adquirió
dentro de un proceso de reconstrucción que inicio en 2011 y en el que
inicialmente tuvo que absorber campañas con más de 100 reveses.
Se trata de la segunda maldición que Epstein
exorciza. Primero fue la del Bambino con los Medias Rojas de Boston, y ahora la
de la Cabra Billy.
Pese a su marcha avasalladora en la temporada
regular, Chicago tuvo que mostrar temple cuando se vio exigido en los playoffs
de la Liga Nacional. Primero eliminaron a San Francisco, sentenciando con una
remontada en el noveno inning del cuarto juego. Y luego dejaron en el camino a
los Dodgers, en una Serie de Campeonato en la que ganaron los tres últimos
juegos tras quedar abajo 2-1.
Todo parecía que iba a ser tranquilo cuando Dexter
Fowler abrió el juego con un jonrón ante el cuarto lanzamiento de Corey Kluber.
Javier Báez también la sacó, al igual que David Ross, el veterano receptor de
39 años.
El venezolano Willson Contreras, el otro cátcher, aportó un doblete
remolcador. Un elevado de sacrificio y un sencillo de Rizzo también trajeron
carreras para los Cachorros, que dominaban 5-1 en el quinto y luego 6-3 en el
octavo.
Pese a que malogró el salvado, Chapman terminó con
el crédito de la victoria. Montgomery, con el último out, se apuntó el primer
salvado de su carrera.
Bryan Shaw, quien permitió el sencillo de Kyle
Schwarber en el inicio del décimo, cargó con la derrota.
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