MASIVO TRIBUTO A FIDEL CASTRO EN SU AMADA PLAZA DE LA REVOLUCIÓN; NO EXPONEN CENIZAS
LA HABANA (28 Noviembre 2016).- Quebrados en llanto o en silencio, cientos de miles de
cubanos desfilaban el lunes por la Plaza de la Revolución, la tribuna amada de
Fidel Castro desde donde retó muchas veces a Estados Unidos, para rendir
homenaje póstumo a su líder.
La peregrinación al corazón político de La Habana
donde Castro sedujo a multitudes con sus maratónicos discursos -casi siempre
cargados contra el "imperio perverso"-, abrió una semana de tributo
al padre de la Revolución cubana, que falleció el viernes a los 90 años.
Al mismo tiempo desde Estados Unidos, el mandatario
electo Donald Trump, que llamó a Castro un "brutal dictador", amenazó
con poner fin al acercamiento entre Washington y La Habana si no obtenía
concesiones de la isla en materia económica y en derechos humanos.
"El pueblo cubano nunca va a ceder un paso
atrás. La guía de Fidel es histórica. íTrump es un estúpido!, con declarar esas
cosas en estos momentos que el pueblo está de luto", dijo furioso Mauricio
Paz, un exguerrillero de 76 años.
Las honras fúnebres comenzaron con 21 salvas de
cañón. El malestar con Trump se coló en las largas filas que pacientemente
hacían los cubanos de todas las edades, para entrar al memorial José Martí,
donde se levanta un sobrio altar de flores blancas con la imagen de un Fidel de
barba negra, erguido, con morral de guerrillero.
"Vengo con toda mi familia al mismo lugar que
vine de niño a escucharlo muchas veces y traigo a mis hijos que algún día
comprenderán y sabrán que estuvieron aquí a rendirle homenaje a su
comandante", dijo Amílcar Ramos, de 33 años. Este trabajador de una firma
extranjera llegó con sus pequeños de 7 y 3 años. Junto a él había médicos,
militares y gente del común. Muchos, con flores en las manos, aguardaban su
momento de pasar frente al retrato de Castro custodiado por una guardia de
honor.
Los cubanos esperaban poder rendir tributo a las
cenizas del hombre que gobernó sin concesiones durante 48 años, antes de que
una enfermedad lo obligara a ceder el poder en 2006 a su hermano Raúl. Pero el
gobierno, que mantiene en reserva los detalles de la muerte de Fidel Castro, no
exhibió los restos.
"No sabía que no estaban las cenizas, me
enteraré cuando llegué allí. Aun así lo importante es estar aquí y rendirle
homenaje", sostuvo emocionado Alberto González, un médico de 63 años que
vestía su bata blanca.
El homenaje en la plaza de la Revolución se
extenderá hasta el martes. Al día siguiente iniciará una procesión que
recorrerá 13 de las 15 provincias, y que concluirá el domingo en Santiago de
Cuba, donde se espera sean depositadas las cenizas en el cementerio Santa
Ifigenia tras un recorrido de unos 1.000 km.
Varios presidentes y líderes de la comunidad
internacional son esperados el martes en la noche para la "ceremonia de
masas" convocada por el gobierno dentro de los nueve días de luto nacional
que decretó. Controvertido protagonista del último siglo, la muerte de Fidel
Castro desencandenó reacciones en todo el mundo.
En Cuba, la diezmada disidencia suspendió cualquier
acto de repudio contra el dirigente por respeto al duelo nacional, mientras el exilio
en Miami sigue festejando la muerte de Castro. Daniel Martínez, un cocinero de
33 años, no es opositor pero tampoco planea ir la Plaza de la Revolución.
"No tengo nada contra Fidel en lo personal, pero no soy castrista (...).
No me gusta este sistema ni con Fidel ni con Raúl, porque aquí nada
cambia", expresó.
El histórico dirigente, que levantó un régimen
comunista a menos de 200 km de las costas de Estados Unidos, en plena Guerra
Fría, pronunció su último discurso en la plaza de la Revolución el 1.° de mayo
de 2006, dos meses antes de caer gravemente enfermo a raíz de una hemorragia
intestinal.
Ese día Fidel, como lo llamaron siempre los cubanos,
habló de economía, destacó los logros de la Revolución que comenzó en 1959 y se
refirió a Estados Unidos como un "perverso imperio".
De 72.000 m², la plaza que desde primeras horas
colman los cubanos está dominada por el monumento en mármol a José Martí, héroe
independentista. Al frente se levanta el edificio con la icónica imagen en
relieve del 'Che' Guevara.
Fuente: EL TIEMPO
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