PRESIDENTE OBAMA PERDONA A 64 CONDENADOS ENTRE ELLOS A SOLDADO QUE CAMBIÓ DE SEXO
NUEVA YORK (18 Enero 2017).- A menos de tres días de dejar la Casa Blanca, el
presidente Barack Obama tomó este martes una decisión que de inmediato encendió
pasiones y desvió la atención mediática sobre el enamoramiento entre Donald
Trump y Vladimir Putin. Obama anunció el perdón a 64 condenados al encierro y
la conmutación de la pena a otros 209 reclusos.
No fue el elevado número
agraciados lo que provocó la tremenda reacción política, social y periodística.
Lo que hizo saltar la controversia se centró en la cuestión de que la soldado
Chelsea Manning, de 29 años, es una de las incluidas en la larga lista de la
benevolencia presidencial.
Manning, entonces el soldado Bradley Manning, está
condenada a 35 años de prisión como autor en el 2010 de la mayor filtración de
documentos de la inteligencia estadounidense a Wikileaks. Saldrá en libertad el
próximo 17 de mayo. Habrá pagado sólo siete años de su pena, que cumplía en
Fort Leavenworth (Kansas), después de ser detenido en la base a las afuera de
Bagdad. Lo juzgaron en el 2013.
El presidente comparece este miércoles en su última
rueda de prensa y el tema de Manning será uno de los puntos candentes. También
hay que ver la reacción de Julian Assange, el cerebro de Wikileaks. Desde su
encierro en la embajada de Ecuador en Londres, Assange prometió en su día que
si perdonaban a Manning, facilitaría su extradición a Estados Unidos.
Manning se declaró culpable durante su juicio y
pidió perdón por la filtración
La decisión de Obama, calificada por los grupos en
defensa de los derechos humanos como audaz y ampliamente lamentada en la
comunidad de seguridad, en el Pentágono y entre los congresistas
estadounidenses, de uno y otro lado, llega en un momento que todavía provoca un
debate más sesudo. Se produce en medio de polémica sobre el espionaje al
partido demócrata y a la campaña de Hillary Clinton, y su filtración en plena
campaña electoral, de forma que ahora hay congresistas liberales que
boicotearán la toma de posesión de Trump este próximo viernes. Consideran que
la interferencia rusa le ilegitima como inquilino de la Casa Blanca.
La filtración de Manning, más de 700.000 documentos
en los que expuso las cloacas de la guerra en Afganistán e Irak y los
tejemanejes diplomáticos, lo llevó ante un tribunal militar, después de que la
Casa Blanca, con Obama a la cabeza, afirmara públicamente que su acción había
sido una alta traición. Según el ejecutivo de Washington, el uniformado puso en
riesgo la vida de numerosas personas al desvelar operaciones y dejar al
descubierto a aquellos que se dedican a recabar información de cara a abortar
posibles atentados. Pese a esta afirmación, nunca se ha certificado que nadie
haya sufrido consecuencias mortales o peligros debido a su acción.
Los defensores del convicto siempre han sostenido
que el soldado hizo una labor de filtrador, que es una de las maneras de evitar
los desmanes del poder. Su encarcelamiento provocó un amplio movimiento en su
defensa, que reiteradamente ha solicitado su liberación y que, a fin de
cuentas, se ha apuntado un tanto.
Argumentaron que su condena era tan excesiva que
contradecía cualquier regulación internacional, y apelaron a los problemas
psicológicos que sufría. En los últimos meses intentó suicidarse en dos
ocasiones. En el 2015 inició su transformación a mujer, cuestión finalmente
atendida por los responsables militares.
“El presidente ha salvado la viva a Manning”, dijo
en un comunicado Chase Strangio, abogado e la American Civil Liberties Union
que ha dado cobertura legal al convicto. “Nos sentimos bien sabiendo que saldrá
de la cárcel como una mujer libre, dedicada a hacer el mundo un poco mejor con
su lucha por la justicia”, añadió. La familia también comunicó su
agradecimiento. Otro filtrador relevante, Edward Snowden, refugiado en Moscú,
expresó su satisfacción y le urgió a mantenerse fuerte.
Fuentes la Casa Blanca justificaron la decisión de
Obama apelando a que Manning se responsabilizó por lo que había hecho y que
mostró remordimientos por su acción. Obama ha sido el presidente que más penas
ha perdonado y conmutado, pero también el más tenar y duro a la hora de
perseguir las filtraciones a la prensa.
En la inteligencia estadounidense creó un “auténtico
shock” la gratitud hacia Manning. “Toda la comunidad está desmoralizada por
este inexplicable uso del poder ejecutivo”, aseguró uno de sus miembros a la
CNN.
“Esto causa un daño a nuestra seguridad nacional y
Chelsea Manning debe seguir cumpliendo su condena”, sostuvo el senador
republicano Tom Cotton en un comunicado. “Si alguien filtra nuestros secretos
de estado, pone en peligro directamente a nuestro país, necesitamos dar ejemplo
y ser severos”, indicó el también republicano Bill Cassidy. Y Lindsey Graham
comparó la filtración a “apuñalar a los colegas por la espalda”, mientras que
Obama “ha abofeteado a todos aquellos que sirven con honor”. Desde el lado
demócrata, el senador demócrata Robert Menendez les hizo coro. “De esta manera
se da el mensaje de que se puede filtrar con escasas consecuencias”, insistió.
En general se reiteró el calificativo de traidor.
Junto a Manning, el presidente perdonó la condena
James Cartwright, el militar que el pasado octubre se reconoció culpable de
mentir en una investigación federal, después de que el facilitará información
clasificada al The New York Times respecto a instalaciones nucleares. Lo suyo,
sin embargo, quedó sepultado en el fuego cruzado sobre Chelsea Manning.
Por
FRANCESC PEIRON/LaVanguardia.com
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