EL PRESIDENTE SIRIO HA AHORCADO EN SECRETO 13.000 PERSONAS EN 5 AÑOS EN CÁRCEL SAYDNAYA

Uno de los presos de la cárcel de Saydnaya, antes y después de pasar por prisión.MADRID. (7 Febrero 2017).- Mientras a la vista de la comunidad internacional siguen muriendo civiles en Siria bajo los bombardeos y los enfrentamientos armados, el régimen de Bashar Asad lleva a cabo en secreto una campaña de ejecuciones sumarias. Un nuevo y perturbador informe de Amnistía Internacional (AI) revela una calculada operación de ejecuciones extrajudiciales en la prisión de Saydnaya, localidad a 35 kilómetros de Damasco. 

El método que usan los carceleros para eliminar a los reos es exhaustivo, de tal forma que entre 2011 y 2015 han sido ahorcadas hasta 13.000 personas en esta prisión.

 "La mayoría de estas personas son civiles presuntamente contrarios al Gobierno", señala esta ONG.Los ahorcamientos se llevan a cabo una o dos veces por semana, de madrugada. Se les hace 'el paseo' hacia una zona de la prisión donde se les dice que les van a trasladar. Algunos reclusos piensan que les van a liberar. 

Pero en vez de eso, les llevan a celdas donde se les golpea brutalmente y luego son llevados a una sala de ejecuciones. 

"Durante todo este proceso, las víctimas tienen los ojos vendados y no saben cómo ni cuándo van a morir hasta que se les pasa la soga alrededor del cuello", reza el informe.

El documento cuenta con numerosos testimonios de testigos que relatan un régimen de torturas y horror constante, que acaba sólo con la muerte en prisión. "Los tienen colgados allí 10 o 15 minutos. 

Algunos no morían porque pesaban poco. En el caso de los jóvenes, su peso no los mataba. Los ayudantes de los funcionarios los bajaban y les rompían el cuello", relata un ex juez que presenció las ejecuciones. Luego, sacan los cadáveres en camiones y los entierran en fosas comunes sin informar a sus familiares.

Amnistía Internacional denuncia una "política de exterminio" calculada en Saydnaya: "Un mundo cuidadosamente diseñado para humillar, degradar, enfermar, matar de hambre y causar en última instancia la muerte a quienes estaban atrapados en su interior", describe la ONG. 

"Era un regalo morir. Estábamos deseándolo. No estábamos tristes por morir porque eso es lo que hacíamos en prisión. Morir cada día, lentamente", cuenta Hamid, ex militar arrestado en 2012 y recluso de esta prisión, cuyo testimonio se incluye en el documento que se publica hoy y al que ha tenido acceso EL MUNDO. 

Estas prácticas, "que constituyen crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, son autorizadas por las máximas instancias del Gobierno sirio", denuncia AI. "Los horrores expuestos en este informe revelan una campaña oculta y monstruosa autorizada por las máximas instancias del Gobierno sirio, encaminada a aplastar cualquier forma de disidencia en la población siria", afirma Lynn Maalouf, directora adjunta de investigación de Amnistía Internacional con base en Beirut. 

El informe Human Slaughterhouse: Mass hangings and extermination at Saydnaya prison (Matadero humano: Ahorcamientos masivos y exterminio en la prisión siria de Saydnaya) se publica a pocos días de que comience en Ginebra una nueva ronda de negociaciones como intento de poner fin al conflicto en Siria. 

"Las conversaciones de paz sobre Siria que se celebrarán próximamente en Ginebra no pueden ignorar estos hallazgos. La ONU debe realizar inmediatamente una investigación independiente sobre los crímenes que se están cometiendo en Saydnaya y exigir el acceso de observadores independientes a los centros de reclusión", añade Maalouf. 

AI calcula que, desde que comenzó la guerra en este país árabe, en 2011, hasta agosto de 2016, habrían muerto en las cárceles sirias más de 17.000 personas como consecuencia de las condiciones inhumanas y las prácticas sádicas de tortura. A esta cifra se añaden ahora otros 13.000 muertos que este nuevo informe revela sólo en la prisión de Saydnaya.



Por ROSA MENESES/El Mundo.es

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