PRESIDENTE TEMER TEME QUE DIPUTADOS LO LLEVEN A LOS TRIBUNALES POR PRESUNTA CORRUPCIÓN
BRASILIA (14 Julio 2017).- La crisis política que atenaza a Brasil se
prolongará al menos hasta el 2 de agosto, cuando el pleno de la Cámara de
Diputados se reunirá para decidir si el presidente Michel Temer responderá en
un juicio penal por presunta corrupción.
El 2 de agosto será el nuevo “día D” de Temer, quien
desde mayo pasado enfrenta un sonoro escándalo que estalló por confesiones de
directivos del grupo JBS que lo involucran en presuntos hechos de corrupción,
que habrían ocurrido incluso después de su llegada al poder.
Ese día, una vez concluido un receso parlamentario
que comenzará el próximo martes, el pleno de la Cámara baja decidirá si
autoriza a la Corte Suprema a instaurar el juicio pedido por la Fiscalía, que
suspendería a Temer del poder por 180 días y pudiera llevar a su destitución.
Ese paso fue precedido por una importante muestra de
poder de la base de Temer y del propio Gobierno en una comisión parlamentaria
que hizo un primer análisis de las acusaciones y las rechazó este jueves con
una contundente diferencia de 41 votos contra 24.
Temer celebró ese resultado como una “victoria de
quienes creen en la democracia”, pero la oposición puso en duda la forma en que
se obtuvo esa diferencia, que atribuyó a “maniobras” del Gobierno que, si bien
no son ilegales, consideró reñidas con la ética política.
Los adversarios de Temer aludieron así a la
sustitución de una veintena de miembros de la comisión pertenecientes a
partidos de la coalición gobernante, debido a que no declararon su convicción
sobre la inocencia del mandatario y barajaban votar con la oposición.
También criticaron la liberación en el último mes,
en pleno escándalo, de 1.800 millones de reales (562 millones de dólares) en
“enmiendas parlamentarias”, que se refieren a dinero reservado en los
presupuestos para iniciativas de legisladores.
La liberación de esas enmiendas es potestad del
Ejecutivo, pero esta vez beneficiaron en su totalidad a proyectos de diputados
de la base oficialista que serán desarrollados en sus respectivos estados, con
previsible impacto entre los electores.
“Son maniobras politiqueras y rastreras”, denunció
el diputado Chico Alencar, del opositor Partido Socialismo y Libertad (PSOL),
quien apuntó que así Temer “compró” a muchos legisladores que tenían dudas
sobre su inocencia.
El paréntesis que se abre en la crisis que cerca a
Temer es un arma de doble filo, pues si bien puede dar tiempo para recomponer
las filas oficialistas y alinear a los sectores díscolos, también puede
propiciar que la Fiscalía presente otros cargos en su contra.
Más allá de la denuncia por corrupción pasiva
derivada de las confesiones de directivos del grupo JBS, la Fiscalía investiga
aún al presidente por los supuestos delitos de obstrucción a la justicia y
asociación ilícita.
Algunos antiguos escuderos de Temer ya han sido
detenidos en el marco de esas investigaciones y en el entorno oficialista se
teme que decidan cooperar con la justicia y revelar asuntos que pudieran
salpicar aún más al gobernante.
Otro frente que el Gobierno deberá atender lo que
plantea el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), uno de los
puntales de la coalición oficialista pero que anida alas proclives a apoyar en
el pleno de los diputados la denuncia por corrupción.
El PSDB ostenta la cuarta minoría en la Cámara de
Diputados, con 46 escaños, y cuenta con cuatro ministros en el gabinete de
Temer, pero algunos de sus más importantes referentes, como el expresidente
Fernando Henrique Cardoso, han pedido abiertamente la renuncia del mandatario.
Para que el pleno de los diputados autorice el
juicio contra el gobernante será necesaria una mayoría de dos tercios, que
suponen 342 votos, pero el Gobierno cree que hoy tiene unos 260 del total de
513, según calculó el ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha.
En ese escenario, la tarea del oficialismo en los
próximos quince días será impedir una desbandada y mantener bajo su ala a un
mínimo de 172 diputados, que representan el número de votos que impediría el
juicio.
En ese caso, la acción penal intentada por la
Fiscalía sólo podría ser retomada a partir del 1 de enero de 2019, cuando Temer
deberá entregarle el poder al ganador de las elecciones previstas para octubre
del año próximo. EFE
No hay comentarios.: