PRESIDENTE TRUMP Y SENADORES PROPONEN UN SISTEMA DE VISAS CON BASE EN LOS “MÉRITOS”
WASHINGTON (2 Agosto 2017).- El presidente Donald
Trump dio este miércoles su respaldo a un proyecto de ley conservador que omite
una solución a la población indocumentada, reduciría por la mitad la
inmigración legal en una década y establecería un sistema de visas con base a
“méritos”, calificándolo como la reforma
migratoria “más significativa en medio siglo”.
Acompañado de los senadores republicanos Tom Cotton
y David Perdue, con los que la Casa Blanca negoció la iniciativa “RAISE Act” en
secreto, Trump afirmó que ésta “reducirá la pobreza, incrementará los salarios,
y le ahorrará a los contribuyentes miles de millones de dólares” al reformar la
emisión de tarjetas de residencia permanente.
Durante la contienda presidencial, Trump recurrió a un
discurso altamente populista y nacionalista en el que se presentó como paladín
de los trabajadores, y llegó a la Casa Blanca con promesas de combatir la
inmigración ilegal en la frontera y deportar a los inmigrantes indocumentados
ya en el país.
Aunque también prometió eliminar el programa de
“acción diferida” (DACA) de 2012, que ha
dado protección a cerca de 800,000 “Dreamers”, Trump no lo ha hecho y el
proyecto de ley tampoco lo menciona.
La medida tampoco menciona la legalización de los
once millones de inmigrantes indocumentados ya establecidos en EEUU.
Competencia
por la tarjeta verde
Así, el proceso será competitivo y favorecerá a
solicitantes que hablen inglés, tengan independencia financiera para ellos y
sus familias, y demuestren destrezas que contribuyan a la economía
estadounidense, además de que impide que los nuevos inmigrantes reciban
asistencia pública del “Welfare”, y evita que los trabajadores estadounidenses
sean “desplazados” en el mercado laboral.
La legislación omite, sin embargo, el hecho de que diversos sectores de la
economía se apoyan en gran medida en inmigrantes con bajas destrezas laborales,
que también contribuyen al crecimiento económico mediante el pago de impuestos
y la productividad laboral, según el Foro Nacional de Inmigración.
En un comunicado conjunto, Cotton y Perdue,
republicanos de Arkansas y Georgia, respectivamente, insistieron en que su
proyecto de ley responderá a las necesidades de la economía y perservará la
calidad de empleos disponibles para los estadounidenses.
“Construiremos un sistema de inmigración que aumente
los salarios de los trabajadores, cree empleos, y de a cada estadounidense una
oportunidad justa para crear riqueza, ya sea que su familia llegó en el
Mayflower, o acaba de juramentarse como ciudadano”, dijo Cotton.
En concreto, el proyecto de ley:
Reduce por la mitad la inmigración legal en EEUU en
una década.- Reduciría la inmigración legal al país, de alrededor de un millón
en la actualidad a 637,960 en el primer año de vigencia de la ley, o un
descenso del 41%, y a 539,958 en una década, o el equivalente de un descenso
del 50%.
Establece un sistema de puntos con base a destrezas
laborales. Establece un sistema parecido
al que tienen Canadá y Australia, que daría mayor prioridad a inmigrantes con
altos niveles de educación, altas destrezas laborales, que dominen el inglés,
tengan un historial de “logros extraordinarios”, y sean emprendedores. EEUU
otorgaría hasta 140,000 visas por vínculos laborales, pero los inmigrantes
tendrían que acumular 30 puntos para recibir una.
Elimina ciertas categorías de visas. Aunque dejaría
en pie las preferencias para cónyuges e hijos menores de ciudadanos y
residentes permanentes, la medida elimina otras categorías de visas para
familiares adultos y familiares no cercanos.
EEUU permitiría ingreso de inmigrantes en categorías eliminadas si sus
visas fueron expedidas en un plazo de un año desde la promulgación de la ley.
Elimina la lotería de visas
Los autores de la
medida creen que la lotería de visas está “plagada” de fraude y no promueve la
diversidad, como fue su objetivo original. Así, el proyecto de ley eliminaría
las 50,000 visas anuales que EEUU concede dentro de esta lotería.
Impone un límite a visas para refugiados. La
iniciativa limitaría a 50,000 las visas concedidas cada año fiscal a
refugiados, reflejando el promedio de visas concedidas en un periodo de 13
años.
Críticas
a la medida unilateral
En medio de las perennes pugnas partidistas sobre
cómo resolver el problema de la inmigración ilegal, el proyecto de ley
republicano con seguirá afrontará una lucha cuesta arriba en el Congreso: por
un lado, muchos republicanos se oponen a flexibilizar el sistema migratorio y,
por otro, la mayoría de los demócratas considera que EEUU necesita una reforma
migratoria integral que además legalice a la población indocumentada.
El presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC),
Tom Pérez, señaló que el proyecto de ley
limita la reunificación familiar y “castiga a familias inmigrantes que hacen
valiosas contribuciones a nuestra economía”.
Lo que hace falta, agregó, es una “reforma
migratoria integral que aborde los verdaderos problemas de nuestro sistema de
inmigración… este proyecto de ley no sólo es una afronta para nuestros valores,
también es una amenaza para nuestra economía”.
¿Limpieza
étnica?
Para Sulma Arias, portavoz del Movimiento para una
Reforma Migratoria Justa (FIRM), la iniciativa divulgada hoy con gran pompa en
la Casa Blanca es señal de que los “blancos nacionalistas están empujando su
agenda de limpieza étnica, convirtiendo a los inmigrantes en chivos expiatorios
por su propia incapacidad para crear un mercado laboral que funcione para
todos”.
Se trata, dijo, de un “ataque directo a todos los
inmigrantes, a nuestro sistema legal de inmigración, y a uno de los principios
básicos que impulsan la inmigración, la reunificación familiar”.
Arias se hizo eco de los argumentos de otros
activistas y grupos pro-inmigrantes, como CHIRLA, al indicar que los
inmigrantes no “roban” empleos sino que son los adinerados ejecutivos quienes
debilitan el mercado laboral y trasladan empleos a sus operaciones en el
exterior, incluyendo a Trump y su familia.
Vanita Gupta, presidenta de “The Leadership
Conference on Civil and Human Rights”, señaló que la reunificación familiar es
parte fundamental del país, y grupos como el suyo continuarán luchando para
“mantener abiertas las puertas de EEUU y la verdadera promesa de nuestro país”.
Alex Nowrasteh, analista del conservador Instituto
Cato considera que la inmigración en realidad tiene poco impacto en los
salarios de los estadounidenses y el proyecto de ley simplemente no
funcionaría.
Por
MARÍA PEÑa/Eldp
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