PRESIDENTE DONALD TRUMP EN LAS VEGAS: “HOY NO VAMOS A HABLAR DE LA VIOLENCIA DE LAS ARMAS
LAS VEGAS (5 Octubre 2017).- El presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, aterrizó el miércoles en Las Vegas para
encontrarse con víctimas, personal de emergencias y policías que vivieron la
tragedia del pasado domingo.
Es el cuarto viaje que Trump hace al lugar de una
emergencia, tras Houston, Miami y Puerto Rico. Pero lo que pasó en Las Vegas no
es un huracán. Es el mayor tiroteo de la historia de Estados Unidos, un suceso
que vuelve a poner el foco sobre uno de los temas más incómodos de la política
de este país, el control de armas. Preguntado por la cuestión en la primera
oportunidad que hubo, Trump contestó: “No vamos a hablar hoy de la violencia de
las armas”.
Donald Trump, en el Hospital Universitario de Las
Vegas, el miércoles. REUTERS | EPV
Trump llegó a las 9.30 de la mañana locales al
aeropuerto de Las Vegas, justo enfrente del lugar de la masacre. Tan cerca, que
el aeropuerto tuvo que cerrar en la noche del domingo porque la gente que salía
huyendo del concierto rompió una valla y se metió en la pista, según medios
locales. De ahí, el presidente fue al Hospital Universitario de la ciudad,
donde tenía previsto reunirse con víctimas y personal sanitario. Al contrario
que las visitas a otros lugares, esta se desarrolló sin cámaras. El presidente
habló unos minutos al terminar la visita. Alabó la respuesta de la policía y
los hospitales de Las Vegas, eludió por completo el asunto de las armas y se
centró en una frase que repite desde el lunes: “Se trata de un hombre muy
enfermo, una persona muy demente”, repitió en el hospital. La Casa Blanca
parece firmemente alineada con los defensores de la libertad total para poseer
armas, en el sentido de poner todo el foco en la conflictiva personalidad de
los asesinos múltiples.
En cada masacre a tiros que vivió la presidencia de
Barack Obama (Sandy Hook, Charleston, Dallas…) lo primero que hizo el
presidente fue comparecer para pedir a su país una reflexión sobre la facilidad
del acceso a las armas de fuego en Estados Unidos. Obama llegó a confesar que no
haber podido avanzar en esta cuestión era una de las grandes frustraciones de
su Presidencia. La actitud de la Casa Blanca de Trump es intentar acallar ese
debate por todos los medios. El lunes, la portavoz de la Presidencia, Sarah
Huckabee, dijo que “no es el momento” de tener ese debate, ya que la nación
está en duelo. El martes, Trump en persona dijo: “Hablaremos de las leyes de
armas con el tiempo”.
El debate, sin embargo, se va abriendo paso. El
asesino tenía un gigantesco arsenal de armas de guerra en la habitación de su
hotel. Entre ellas, rifles de asalto. En EE UU están prohibidas las armas
automáticas, pero se pueden trucar con un pequeño artefacto que cuesta 99
dólares y hace rebotar el gatillo, de manera que se puede disparar en ráfagas.
Estos artefactos existen desde hace una década. La senadora por California
Dianne Feinstein propuso prohibirlos en 2013, pero la ley nunca avanzó. El
miércoles, repitió su propuesta.
Por
PABLO JIMÉNEZ DE SANDOVAL/El País
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