LA OPCIÓN NUCLEAR QUE EL PRESIDENTE TRUMP QUIERE PARA DESTRABAR LOS FONDOS
WASHINGTON (22 Enero 2018).- Donald Trump está
furioso. Y desesperado porque los planes que tenía para celebrar su primer año
en la Casa Blanca se vieron frustrados por su poca habilidad política.
Acostumbrado a ordenar y no negociar, a aprobar a punta de órdenes ejecutivas y
no llegar a acuerdos sus amenazas no disuadierona los demócratas.
El viernes, tras una semana de intensos debates con
los repubicanos, los demócratas decidieron no aprobar el presupuesto que necesita
el gobierno Trump para seguir funcionando. Así se convirtió en el primer
presidente en cumplir su primer año de gobierno con la Administración cerrada.
La última vez que el gobierno federal se vio forzado
a paralizar sus actividades fue en octubre de 2013, durante el gobierno de
Obama, cuando 800.000 empleados públicos fueron licenciados durante 16 días.
Por vuelve a amenazar (y ya ha dicho que su botón
nuclear es más grande). Intenta presionar a los demócratas con otra amenaza
nuclear. ¿Cuál? "¡Si el punto muerto continúa no hay acuerdo los
republicanos deberían ir por el 51 % (Opción Nuclear) y votar un verdadero
presupuesto a largo plazo", dijo Trump en su cuenta de Twiter.
"Genial ver lo duro que están luchando los
republicanos por nuestras Fuerzas Armadas y la Seguridad en la Frontera. Los
demócratas solo quieren que inmigrantes ilegales entren en masa en nuestra
nación sin control", agregó Trump en su cuenta de Twitter.
El Senado no aprobó el viernes los fondos para
financiar al Gobierno y abocó al Ejecutivo de Trump a un cierre parcial e
indefinido que entró en vigor a partir de esa medianoche.
La propuesta presupuestaria de los republicanos
obtuvo más votos a favor (50) que en contra (48), pero fueron insuficientes
para aprobar un proyecto de ley que requería el respaldo de 60 senadores.
Esa iniciativa, que la Cámara Baja sí aprobó el
jueves, dotaba de financiación al Gobierno hasta el 16 de febrero, dando más
tiempo a demócratas y republicanos para pactar unos presupuestos definitivos
para el año fiscal 2018.
Los demócratas, sin embargo, vincularon su apoyo a
que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de 800.000
jóvenes indocumentados conocidos como "soñadores".
El programa con el que el Gobierno de Barack Obama
(2009-2017) protegió a esos jóvenes de la deportación (DACA) expira este 5 de
marzo, tras ser cancelado el pasado septiembre por Trump.
La Casa Blanca ha exigido al Congreso 18.000
millones de dólares en una década para construir un muro fronterizo con México
-una gran promesa electoral de Trump- como requisito en la negociación de una
solución para los "soñadores", algo inaceptable para los demócratas.
Pero el presidente "no negociará sobre una
reforma migratoria hasta que los demócratas dejen de hacer juegos y reabran el
Gobierno", advirtió este sábado su portavoz, Sarah Sanders.
Los efectos del cierre del Gobierno
A menos de que se alcance un acuerdo en la próxima
votación, los efectos del cierre parcial se sentirán a partir del lunes. Los
militares deberán permanecer en sus puestos, al igual que la policía, la
guardia fronteriza, los agentes aduaneros y los operadores de vuelo en todo el
país.
Se mantendrán las operaciones de la Casa Blanca, el
Departamento de Estado, el Congreso y reparticiones federales como la Oficina
de Correos, aunque con menos personal.
Pero no abrirán la Dirección Impositiva, la
Administración de la Seguridad Social y los Departamentos de Vivienda,
Educación, Comercio y Trabajo, así como la Oficina de Protección Ambiental.
La participación Donald Trump en el Foro Económico
Mundial de Davos (Suiza) a mediados de la semana próxima, confirmada hasta el
viernes, quedó en el aire, según admitió la Casa Blanca este sábado.
"No vamos a reanudar las negociaciones sobre
inmigración ilegal hasta que desbloqueen al gobierno y permitan a nuestros
soldados y sus familias cobrar el salario que han ganado", dijo a soldados
estadounidenses el vicepresidente Mike Pence, de camino a Medio Oriente.
¿Qué
es la opción nuclear?
La llamada "opción nuclear", que el líder
de la mayoría en el Senado -en este caso, el republicano Mitch McConnell- puede
convocar a discreción, cambia las reglas del Senado al requerir una aprobación
solo por mayoría simple (51) y no de 60 votos.
Así, esta excepción, aprobada por los demócratas en
2013 para frenar entonces la obstrucción "sin precedentes" de los
republicanos, pone en peligro la capacidad del partido de la minoría para
frenar o bloquear el voto en casi cualquier materia.
Sin embargo, un portavoz de McConnell aclaró hoy que
el grupo parlamentario republicano en la Cámara Alta "se opone a cambiar
las reglas sobre legislación".
La decisión unilateral de reducir la barra de 60 a
51 votos transformaría profundamente el funcionamiento del Congreso. La mayoría
de los senadores se opone a esta iniciativa.
Lejos de sentarse a negociar un salida, republicanos
y demócratas se dedicaron el fin de semana a culparse mutuamente del cerrojazo,
actitud que hoy se repitió en el Congreso, convocado en pleno domingo por la
crisis.
Esta medida, conocida en Washington como
"opción nuclear" marcaría una ruptura radical en el funcionamiento de
esta institución que debe contrabalancear los excesos partidarios de la
tumultuosa Cámara de Representantes.
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