RUSIA (18 Marzo 2018).- Vladimir Putin fue reelegido
el domingo para un cuarto mandato a la cabeza de Rusia, con un aplastante
resultado en los comicios, que quedaron marcados por las acusaciones de fraude
hechas por la oposición.
Con el 99,8% de los votos escrutados, Putin logra el
76,67% de los sufragios, mucho más que el 63,6% que obtuvo en los comicios de
2012, informó la Comisión Electoral.
El jefe de Estado supera al candidato comunista
Pável Grudinin, que obtiene el 11,79% de los votos, al ultranacionalista
Vladímir Zhirinovski (5,66%) y a la periodista cercana a la oposición liberal,
Xenia Sobchak (1,67%).
Ante cientos de sus partidarios reunidos en las
inmediaciones del Kremlin, el mandatario de 65 años dio las gracias a los rusos
y consideró su amplia victoria como una señal de "la confianza y la
esperanza" del pueblo y el "reconocimiento del hecho de que muchas
cosas se hicieron en condiciones muy difíciles".
Durante el actual mandato de Putin, los precios del
petróleo se desplomaron provocando una fuerte reducción de ingresos, sumada a
las sanciones de Occidente por la anexión rusa de Crimea. "Vamos a
trabajar duro, de forma responsable y eficiente", aseguró el presidente.
Putin fue felicitado por el presidente chino, Xi
Jinping, quien destacó que la relación entre ambos países "está en su
mejor momento histórico". El presidente boliviano, Evo Morales, y el
mandatario venezolano, Nicolás Maduro, también celebraron la victoria electoral
de Putin.
La tasa de participación fue de 67,4%, según la
Comisión Electoral, a pesar de los esfuerzos hechos por el Kremlin para
movilizar al electorado en unas elecciones cuyo resultado todos daban por
hecho.
El gran ausente en la elección presidencial, el
principal opositor, Alexéi Navalni, no pudo participar debido a una condena por
malversación de fondos, que siempre denunció como una maniobra orquestada por
el gobierno.
El popular bloguero, que cuenta con una fiel base de
seguidores en todo el país, había llamado a boicotear los comicios y enviado a
más de 33.000 observadores a los colegios electorales.
Navalni acusó al gobierno de aumentar
artificialmente la movilización rellenando las urnas u organizando el
transporte masivo de electores hacia los colegios electorales.
Una miembro de la comisión electoral toma las
tarjetillas de la mesa y las deposita en las urnas. Un minuto después toma
otras y repite. Luego, otro miembro de la comisión se une a ella y comienzan a
llenar de tarjetillas las urnas. Bien hecho, se está decidiendo el destino de
Rusia ...
La oenegé Golos, especializada en la vigilancia de
elecciones, ofreció un mapa de los fraudes en su sitio web en el que denunció
más de 2.700 irregularidades como el relleno de urnas, votos múltiples u
obstáculos a la labor de los observadores
La presidenta de la Comisión Electoral, Ella
Pamfilova, dijo sin embargo que las irregularidades comprobadas fueron
"relativamente bajas" y añadió que la votación fue transparente.
"Está claro que las elecciones no son
justas", dijo el comunista Grudinin, citado por la agencia de prensa
Interfax.
Las autoridades hicieron una campaña masiva de
información e incitación al voto, facilitando el voto fuera de las
circunscripciones de residencia pero también, según la prensa, presionando a
funcionarios o estudiantes para que voten.
Según militantes de la oposición, la policía
trasladó incluso a electores en autobús hacia los colegios electorales y se
distribuyeron cupones de reducción entre los electores.
La última semana de campaña estuvo marcada por un
nuevo episodio de tensión entre Moscú y Occidente debido al envenenamiento en
Inglaterra del ex agente doble Serguéi Skripal y su hija el pasado 4 de marzo.
Lo primero que me viene en mente es que si hubiera
sido veneno militar, la gente habría muerto en el acto, es evidente. Lo segundo
es que Rusia no tiene en su posesión ese tipo de producto. Hemos destruido
todas nuestras armas químicas bajo control de observadores internacionales. De
hecho, fuimos los primeros en hacerlo.
Aunque había eludido hablar de ese caso durante toda
la campaña electoral, Putin aprovechó el primer discurso tras su victoria para
asegurar que no tenía sentido acusar a Rusia de ese envenenamiento con un
supuesto agente tóxico.
"Son mentiras, basura, tonterías", declaró
Putin afirmando que su país había "destruido todas las armas
químicas" de las que disponía, conforme a los tratados internacionales.
Moscú había anunciado el sábado la expulsión de 23
diplomáticos británicos en represalia por una medida similar adoptada por
Londres.
Estas elecciones se celebraron además simbólicamente
cuatro años después de la ratificación de la anexión de la península de Crimea
a Rusia, decidida al término de un referéndum considerado ilegal por Kiev y por
las potencias occidentales.
Como represalia por la participación de los
habitantes de Crimea en las presidenciales, Kiev bloqueó el voto de electores
rusos establecidos en Ucrania. Decenas de policías y militantes nacionalistas
cerraron el domingo el acceso a los consulados rusos en varias ciudades.
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