LOS 'ROBOTS' DEL PENTÁGONO, PRÓXIMAMENTE EN LOS CAMPOS DE BATALLA
WASHINGTON (2 Mayo 2018).- Si pensaban que los
únicos en apostar por el desarrollo de los vehículos autónomos son los gigantes
como Tesla, Uber o General Motors, tal vez no sabían que el que les pisa los
talones a las mencionadas compañías para obtener primacía en esta esfera es el
Pentágono.
"Vamos a tener vehículos autónomos en el teatro
de operaciones del Ejército antes de tener autos autónomos en las calles",
aseguró en abril en el Capitolio estadounidense Michael Griffin, subsecretario
de Defensa para Investigación e Ingeniería, citado por Bloomberg.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados
de Defensa de EE.UU. (DARPA, por sus siglas en inglés) financia las
investigaciones en el área del desarrollo de vehículos autónomos desde 2004, y
de momento, EE.UU. cuenta con varios tipos de estos vehículos, que ya son
usados por militares estadounidenses o aún permanecen en la fase de desarrollo
a la espera de aparecer en los campos de batalla.
Ironclad
Desarrollado por la empresa británica BAE Systems,
Ironclad se asemeja a un tanque en miniatura. Con un alcance de 50 kilómetros,
es capaz de desplazarse prácticamente en silencio por distintos terrenos.
Se espera que pueda ser utilizado para las tareas de
reconocimiento, eliminación de artefactos explosivos, evacuación de heridos y
distintas labores de combate. El vehículo todavía no es autónomo, pero los
expertos esperan conseguirlo en las próximas etapas del desarrollo.
Craig Fennell, director de futuros programas de la
empresa, estima que el Ironclad "es un paso hacia el campo de batalla del
futuro", donde los vehículos autónomos aéreos y terrestres "operarán
conjuntamente, compartiendo el conocimiento de la situación y persiguiendo
objetivos de combate".
Fennell sostiene que siempre habrá lugar para los
humanos, pero "el incremento del uso de vehículos autónomos no tripulados
significa que pueden centrarse en decisiones clave", así como evitar la presencia
humana en situaciones peligrosas.
'El
Buey'
El SMSS (Squad Mission Support System), un vehículo
autónomo no tripulado fabricado por Lockheed Martin para los militares
estadounidenses, permite rastrear y seguir los movimientos de los soldados, así
como transportar unos 500 kilos de carga por terreno difícil.
El
francotirador volante
El sistema ARSS (Advanced Rotorcraft Sniper System)
representa un helicóptero autónomo con un rifle de francotirador operado por
humanos capaz de disparar contra los blancos designados a cientos de metros de
distancia.
El Ejército estadounidense empezó a trabajar en el
desarrollo del arma en 2005, pero a partir del año 2010 no se ha divulgado
información acerca del estado actual de este proyecto.
El
'cazador' de submarinos
La Armada de EE.UU. y la DARPA están trabajando en
el desarrollo de un 'cazador de los mares' conocido como ACTUV (ASW Continuous
Trail Unmanned Vessel). El nuevo barco militar no tripulado fue probado con
éxito en enero y podrá realizar las tareas de patrullaje autónomo entre 60 y 90
días, evitando los peligros como el tráfico marítimo, actividades de pesca y el
paso de los representantes de la vida marina.
Gracias a su Elevador Aéreo Remolcado de Sistemas
Navales (TALON), el ACTUV podrá rastrear submarinos a más de 450 metros de
profundidad y también enviar señales a las unidades de la Armada.
El barco no solo servirá como un 'cazador' de
submarinos tradicional, sino que podrá perseguir y atacar a su objetivo con un
torpedo ligero, aunque el prototipo no está equipado con armas.
Otros
'robots' de EE.UU. al servicio del Ejército
Los militares estadounidenses ya utilizan distintos
vehículos no tripulados operados por control remoto. Entre ellos está el dron
Predator, que sirve para las tareas de reconocimiento aéreo y los ataques, y
también 'robots' como el Mark 5A-1, que realiza trabajos de eliminación de
bombas.
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