CRISTINA FERNÁNDEZ: GOBIERNO BUSCA DISTRAER LA ATENCIÓN SOBRE CRISIS ECONÓMICA
BUENOS
AIRES, Argentina (3 Septiembre 2018).- La expresidenta de Argentina y actual
senadora Cristina Fernández denunció hoy "gravísimas irregularidades"
en la causa en la que se investiga la existencia de una presunta red de
sobornos de empresarios de la obra pública a funcionarios durante el
kirchnerismo, y cuestionó su "persecución" de cara al escándalo de la
crisis económica que atraviesa la Argentina de Macri.
La exmandataria
argentina fue citada a declarar nuevamente hoy, por la supuesta trama de pagos
de sobornos de empresarios a funcionarios de su gobierno en la que, según los
“cuadernos de la corrupción” está directamente implicada.
En un
escrito presentado al juez del caso, Claudio Bonadio, en los tribunales
federales de Comodoro Py, Cristina Fernández de Kirchner afirmó: “Reitero mi
negativa de manera categórica y terminante de haber formado parte de algún tipo
de asociación ilícita, así como también de haber cometido delito alguno".
Asimismo,
denunció que la investigación "dirigida deliberadamente" en su contra
no ha conseguido ni una "mínima prueba" que acredite los delitos que
"calumniosamente" se le atribuyen" y aseguró que pese a los
"abusos judiciales" que sufre, se mantiene a disposición de la
Justicia.
Fernández
acudió hacia las 11.00 hora locala los tribunales, donde había sido citada por
Bonadio para ampliar su declaración indagatoria por los nuevos datos aparecidos
desde que se presentó ante el mismo juez por esta causa a mediados de agosto.
La
expresidenta también denunció "gravísimas irregularidades" en el
proceso judicial, al señalar que este se originó "a través de una prueba
obtenida de manera ilícita" y "en contra de la voluntad" de su
autor, haciendo referencia a las fotocopias de los cuadernos en los que Oscar
Centeno, un chófer del Ministerio de Planificación, contaba cómo supuestamente
llevaba bolsas con dólares de parte de empresarios a funcionarios durante los
Gobiernos de su esposo ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y Fernández y
que hicieron que saliera a luz esta causa.
"Se
desarrolló un procedimiento que resulta inédito y de características
escandalosas para cualquier persona: quienes confiesan supuestos delitos que
habrían cometido se van a su casa y quienes defienden su inocencia quedan
presos", agregó por los numerosos empresarios y funcionarios que se han
acogido a la figura del arrepentido durante la investigación.
La
expresidenta denunció que "ni siquiera en tiempos de la inquisición se
atrevieron a tanto" y aseguró que se vulneró "de manera
descarada" la regla constitucional que "prohíbe perseguir a una
persona dos veces por el mismo hecho".
"En mi
caso, tal violación se ve multiplicada pues soy perseguida simultáneamente en
cuatro causas por la misma supuesta asociación ilícita", aseguró antes de
criticar que está siendo juzgada por "un juez enemigo" o "un no
juez".
Además,
cuestionó que haya sido citada a declarar "en medio de las peores noticias
económicas" y cuando la moneda local afronta una fuerte devaluación e hizo
hincapié en el "carácter de persecución política" de esta causa.
La
expresidenta señaló que la causa se dirige contra dirigentes de una agrupación
política -el kirchnerismo- que "nada tienen que ver" con esos hechos
y que "resultan un blanco predilecto para los medios de comunicación
concentrados afines a este gobierno".
"Estamos
en presencia de una supuesta investigación que carece de todo contenido
jurídico, que se desarrolla con fines que nada tienen que ver con un servicio
de administración de justicia y que, de manera torpe, busca distraer la
atención de la opinión pública frente a una debacle política, económica y
social que ya nadie puede ocultar", sentenció.
Bonadio
también citó a otra decena de acusados para que declaren en los próximos días,
entre los que están el ministro de Planificación Federal del kirchnerismo,
Julio de Vido (ya en prisión preventiva por otra causa), el secretario de
Coordinación y Gestión de esa cartera, Roberto Baratta, y Gerardo Ferreyra, de
la empresa Electroingeniería.
Además, el
juez convocó por primera vez y para finales de septiembre a los militantes
kirchneristas Eduardo "Wado" De Pedro, José Ottavis y Andrés
"Cuervo" Larroque, así como al empresario Sergio Szpolski.
Pese a que
Bonadio pidió la detención de Cristina Fernández, el ministro de Justicia de
Argentina, Germán Garavano, remarcó que es necesario que la expresidenta y
actual senadora explique ante la Justicia las causas por corrupción que la
afectan, pero no se mostró a favor de sea llevada a prisión preventiva antes de
ser juzgada.
De igual
forma, hace dos semanas, se procedió tras el visto bueno del Senado al registro
de tres casas de la propiedad de Fernández, una en Buenos Aires y dos en la
Patagonia.
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