DESPLAZADO DE LA TORRE EIFFEL, EL CHEF ALAIN DUCASSE, ABRE UN BARCO RESTAURANTE
PARÍS (4 Septiembre
2018).- Tras perder la concesión de los restaurantes de la Torre Eiffel, el
cocinero que ostenta el mayor número de estrellas de la guía Michelin inaugura
un establecimiento gastronómico en el Sena, con una vista privilegiada sobre el
monumento al que le dio diez años de su vida.
Este verano
(boreal) tuvo lugar en París la guerra de los chefs. En juego, la concesión de
los servicios gastronómicos de la Torre Eiffel, que mueven cada año 43 millones
de euros, de los cuales 18 millones corresponden a la caja del restaurante
Jules Verne, en el segundo piso del monumento más famoso de Francia.
Luego de 10
años al frente de las cocinas de los restaurantes de la Torre, Alain Ducasse
(21 estrella en la guía Michelin) vio con impotencia cómo la empresa encargada
de la explotación del sitio (SETE) prefería poner al frente de sus cocinas a
sus rivales, los chefs Frédéric Anton y Thierry Marx, de la empresa Sodexo.
Ducasse,
representante de la compañía Elior, cuestionó ante la justicia la atribución
del mercado, pero los tribunales rechazaron sus argumentos.
Pero el
chef, que tiene 30 establecimientos en el mundo, no tiene la intención de
alejarse demasiado de su antiguo lugar de trabajo: estrena este 10 de
septiembre su barco restaurante "Ducasse Sur Seine", de 38 metros de
eslora, amarrado frente a la Torre Eiffel.
El cocinero
presenta su nueva propuesta como "alta gastronomía francesa, accesible y
contemporánea".
"Los
paseos sobre el Sena son increíbles, el viaje arquitectónico y cultural más
extraordinario del mundo sobre un río", dijo Ducasse, de 61 años, sentado
en una mesa para dos en este restaurante para 130 comensales.
El almuerzo
a bordo de este barco acristalado, una idea que Ducasse empezó a esbozar hace 5
años, costará desde 100 euros (117 dólares). Una cena, a partir de 150 euros.
Para ambos
ágapes, será una hora y media de degustación mientras se avanza por el Sena y
se admiran emblemas de París como el Louvre y la catedral de Notre Dame. De
noche, se regresará en el momento en que la Torre Eiffel centellea para marcar
la hora.
Para quienes
estén dispuestos a pagar lo máximo, habrá un menú a 500 euros con champán y
vino llamado "Paris est une fête" (París es una fiesta), que evoca el
famoso libro de Ernest Hemingway.
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