ENTREGAN PREMIO A LA EXCELENCIA MUSICAL: SABIDURÍA LATINA
FLORIDA (14 Noviembre 2018).- Nueve
personajes importantes de la música fueron homenajeados en la 19 entrega de
Premios Grammy Latino. La mexicana Yuri se destacó como la única mujer dentro
de un grupo conformado por Django, Wilfrido Vargas, Andy Montañez, Chucho
Valdés y Horacio Malvicino, entre otros.
Los
galardones a la Excelencia Musical no son especiales porque sí. Se trata del
reconocimiento a una trayectoria importante en el ámbito de las artes sonoras y
su impacto va más allá de las cifras en descargas digitales y del número de
seguidores en algún club de fans. (Le puede interesar: J Balvin, uno de los
favoritos en los Grammy Latino 2018)
“El Premio a
la Excelencia Musical es otorgado por el voto del Consejo Directivo de la
Academia Latina de la Grabación a intérpretes que durante sus carreras han
hecho contribuciones de un valor artístico sobresaliente en el campo de la
grabación durante sus carreras”, dice la organización al respecto. (Lea
también: Grammy Latino 2018: estos son los nominados a mejor nuevo artista)
Sin embargo,
lo que se vivió durante el reconocimiento a estos veteranos en la música fue
más allá y lo que estaba pensado como un evento previo a la ceremonia central
de los Grammy Latino, resultó siendo un gran pastel de anécdotas y de sucesos
relevantes como solo los diestros contadores de historias saben hacerlo.
(Además: J Balvin y Jorge Drexler, confirmados para actuar en los Grammy Latino
2018)
El primero
en pasar por su gramófono fue el pianista cubano Chucho Valdés, quien le ha
dado impulso singular al jazz afrocubano desde su instrumento y no ha tenido
impedimento en proponer formatos novedosos para difundir el género por América
y Europa. La cantante Omara Portuondo tuvo la misión de presentar a su
coterráneo y lo hizo desde la nostalgia.
Erasmo
Carlos, un compositor brasileño que se ha dedicado a retratar el amor y el
desamor a través de sus letras, fue el segundo en tomarse la tarima para
hablar, en portuñol, acerca de lo agradecido que está por el reconocimiento a
su labor de autor de canciones, muchas de ellas interpretadas por Roberto
Carlos.
El español
Django contó cómo se había alejado de los instrumentos de viento para dedicarse
a la interpretación vocal, mientras que el puertorriqueño Andy Montañez, muy
conmovido, le dedicó el premio a su mamá, una mujer de 98 años, según manifestó
el salsero con su voz entrecortada.
El
merenguero Wilfrido Vargas, quien recibió el gramófono de manos de Johnny
Ventura, uno de sus grandes mentores, hizo referencia a su arribo al género
tropical después de haber estado sumergido en el jazz. Contó que fue una
indicación paternal, la que lo empujó a ser uno de los exponentes merengueros
más cotizados de todos los tiempos.
El mexicano
José María Napoleón, versátil autor de muchas piezas emblemáticas dentro del
cancionero de su país, habló desde la sinceridad y dijo que ya tenía descartado
ser merecedor de un Grammy y que la vida lo había recompensado con un tributo
más importante.
Yuri, la
única mujer homenajeada en la velada, brilló por su alegría y jovialidad.
Aseguró que su reconocimiento más importante era haber compartido el momento
con artistas y amigos a quienes siempre había admirado.
El argentino
Horacio Malvicino y el español Tomás Muñoz fueron los últimos en recibir su
reconocimiento a la Excelencia Musical. El primero, uno de los ejes
fundamentales en la vida de Astor Piazzolla, se acercó con cautela a Fito Páez,
el encargado de su presentación, y dijo textualmente: “ahora estoy más cerca
del hoyo que de la salida”. El segundo, por motivos de salud, no pudo asistir a
la ceremonia.
La
Excelencia Musical en Las Vegas, Nevada, se vistió de experiencia y se llenó de
anécdotas alrededor de la música, que hicieron de esta ceremonia previa una
jornada de sabiduría y emoción.
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