NI LA LLUVIA IMPIDIÓ QUE EL SOL DE MÉXICO ANTE 20 MIL PERSONAS EN EL ESTADIO OLÍMPICO
SANTO DOMINGO, República Dominicana (30 Marzo 2019).- Luciendo su
acostumbrado traje negro y camisa blanca, a juego con un gran muy bronceado,
Luis Miguel se paró sobre el escenario a recibir la ovación del público, a
quienes le regresó una amplia sonrisa.
Así inicio,
con dos horas de retraso, el concierto “México por siempre”, justo a las 10:00
p.m. y a la par, el comienzo de una fuerte llovizna que amenazó con aguar la
fiesta, pero el público se mantuvo en sus lugares a la expectativa.
Bajo capas,
fundas y paraguas los dominicanos disfrutaron de un concierto de solo éxitos,
pues a pesar de que la gira lleva por nombre “México por siempre”, haciendo
honor a su último disco de rancheras, El Sol se limitó a ofrecer a los
dominicanos sus baladas y temas pop.
En un
principio la lluvia puso un poco tenso a Luismi, quien se valió de un arsenal
de señas y morisquetas para informar a su equipo que secaran el escenario.
Mientras interpretaba su segundo tema “Tú solo tú” se le vio luchar con el
cable del micrófono, pero tranquilos, que esta vez no hubo ningún incidente que
reportar. Sin embargo, llama la atención la preferencia de Luis Miguel por los
micrófonos de cable, mientras que ya muchos optan por los inalámbricos.
La noche
prometía y cuando Luis Miguel calentó bien su voz demostró a los presentes que
puede alcanzar las notas que lo hicieron famoso. Eso sí, en esta oportunidad
hizo uso de sus famosos Medley, en donde interpreta solo los coros de las
canciones, pero eso no pareció importarles a sus fans, quienes cada vez que
escuchaban los acordes de un tema conocido gritaban sin parar.
El Estadio
Olímpico no fue utilizado a su máxima capacidad. Sin embargo, el espacio
designado para el show lució repleto y a la gente se le veía feliz de poder
pasar una noche con Luis Miguel.
No faltaron
temas como “Amor, amor, amor”, “Devuélveme el amor”, “Suave”, “No sé tú”,
“Culpable o no”, “Te necesito”, “Hasta que me olvides”, “Por debajo de la
mesa”, “La incondicional” y “O tú o ninguna”, durante las cuales el artista se
limitó a cantar, sin hablar con el público, pero lo que le faltó de
conversador, lo compensó lanzando besos, haciendo guillos de ojos, saludando y
sonriendo pícaramente.
El público
estuvo compuesto en su mayoría por personas adultas (hombre y mujeres por
igual), pero no faltaron los niños que quisieron ver por primera vez a Luis
Miguel. Tanto era el deseo de algunos fanáticos de reencontrarse con el
mexicano, que varias personas acudieron con muletas, pues al parecer cualquier
esfuerzo era justificado para ver en vivo a su artista favorito.
Bailando por
el escenario y hasta dando su ‘trapeadita’ (para secar el piso por la lluvia),
Luis Miguel se mostró relajado y sonriente, pero en ningún momento dejó de
darle instrucciones a su equipo, demostrando lo perfeccionista que es y que es
el auténtico capitán del barco.
Segunda hora
Cuando el
reloj marco las 11:00 p.m. una fuerte lluvia comenzó a caer nuevamente,
haciendo que los presentes buscaran resguardo como pudieron, pero nadie se
retiró. Todavía faltaban muchos temas y Luis Miguel quiso compensar la
fidelidad de su público con lo mejor de su voz.
Para
aquellos que fueron con miedo a no encontrar el mismo artista que recordaban,
este les creo nuevas y mejores memorias.Los temas “Historia de un amor”,
“Entrégate”, “Más allá de todo, “Fría como el viento”, “Tengo todo excepto a
ti” y “Entrégate” fueron interpretados con gran pasión.
Luego de un
intermedio de música instrumental, a cargo de su espectacular banda, el astro
de la balada regresó con su segundo cambio de vestuario. Ahora lucía un chaleco
y camisa blanca que acompañó con pantalones negros.
Ese receso
lo trajo con nuevos bríos, pues al interpretar el tema “Contigo en la
distancia” demostró una gran potencia, algo así como, “escuchen que todavía soy
el mejor”.
Luego de una
breve pausa, regresa con otro cambio en su vestimenta. Ahora luce una camisa de
seda azul desabotonada y pantalones negros, los cuales hicieron juego con sus
ganas de bailar. “No culpes a la noche”, “Ahora te puedes marchar” y “Muchachos
de hoy” pusieron a bailar a los presentes, mientras que Luis Miguel se permitió
algunos sexis movimientos de cintura.
Con “Cuando
calienta el sol” una lluvia de confeti anuncio el final, pero Luis Miguel
permaneció en el escenario y a pesar de que no dedicó palabras de despedida a
los presentes, comenzó a lanzar unos globos gigantes desde el escenario para
que el público jugara con ellos.
Para el
cierre, lanzó rosas blancas a las afortunadas que estaban en las primeras filas
y se retiró justo a la medianoche.
A la salida
los comentarios eran positivos, y a pesar de que el artista no utilizó grandes
efectos especiales, ni elementos innovadores, el público se sintió pagado, pues
fueron a escucharlo cantar y lo hizo bien.
Fuente:
ESPACIODEPRENSA.COM
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