LA JUSTICIA BRITÁNICA CONDENA A JULIAN ASSANGE A CASI UN AÑO DE PRISIÓN
LONDRES (1 Mayo
2019).- La Justicia británica condenó este miércoles al informático australiano
Julian Assange a una pena de cárcel de 50 semanas por haber infringido en 2012
las condiciones de libertad condicional en este país sobre una orden de entrega
a Suecia.
Entonces,
tras agotar todos los recursos legales en el Reino Unido, el fundador del
portal WikiLeaks se refugió en la embajada de Ecuador en Londres, donde vivió
asilado durante casi siete años, a fin de no ser extraditado al país
escandinavo, que quería interrogarlo por unos delitos sexuales que él siempre
ha negado.
Assange, de
47 años, siempre ha sostenido que tenía miedo de que Suecia le entregara a
Estados Unidos, un país que le quiere juzgar por las miles de filtraciones de
cables confidenciales aireadas por su portal y donde afirmaba temer por su
vida.
El pasado 11
de abril, varios agentes británicos detuvieron al activista, sacándolo por la
fuerza de la legación ecuatoriana, al poco tiempo de que el gobierno de Lenín
Moreno diera por terminado el asilo diplomático que había concedido al
informático su predecesor, Rafael Correa.
En la
audiencia celebrada este miércoles en el tribunal londinense de Southwark, el
abogado que representa a Assange, Mark Summers, leyó una carta escrita por su
defendido, en la que éste pide "disculpas sin reservas" a aquellas personas
que consideren que les ha "faltado al respeto" por la manera en la
que ha conducido su caso.
"Me
encontré en apuros con circunstancias difíciles. Hice lo que en aquel momento
me pareció que era lo mejor o quizás lo único que podría haber hecho", se
justifica Assange en la misiva, al tiempo que dice "lamentar el curso que
ha tomado" la situación.
Esas
dificultades -prosigue- "tuvieron un impacto en muchas otras
personas".
Por su
parte, la jueza Deborah Taylor se dirigió al australiano para reprocharle que
se hubiese aprovechado de su "posición privilegiada" para burlar la
legislación británica.
"Es
difícil imaginar un ejemplo más grave de este delito", consideró la
magistrada, quien indicó que "al haberse escondido en la embajada"
ecuatoriana Assange se había "quitado de en medio de manera deliberada al
tiempo que continuaba en el Reino Unido".
"Usted
se quedó ahí durante casi siete años, explotando su posición privilegiada para
incumplir la ley y hacer público internacionalmente su desprecio por la
legislación de este país", señaló.
Tras
escuchar la carta del activista, Taylor también observó que es la primera vez
que Assange expresa algún tipo de pesar por sus acciones, que han costado a
este país, en concepto de fondos públicos, al menos 16 millones de libras (20.8
millones de dólares).
Por su
parte, en sus argumentos de la defensa, Mark Summers subrayó que durante los
últimos años su cliente había sido "controlado" por el
"temor" a una posible entrega a Estados Unidos.
"Mientras
le llovían las amenazas desde EEUU, éstas empañaron todo lo que tenía que ver
con él. Dominaron sus pensamientos. No fueron inventadas por él, le fueron
controlando", explicó el letrado.
El abogado
incidió en que los temores de Assange a ser llevado a Suecia y, de allí,
eventualmente extraditado y puesto en manos de la Justicia estadounidense,
estaban bien "fundados" y "no eran producto de su
imaginación".
En aquel
momento, Suecia contaba además, recordó, "con un bien documentado y
desafortunado historial de enviar a personas a Estados donde se exponían a un
riesgo significativo de sufrir un trato vejatorio, que incluía tortura y
muerte".
Además de
este cargo, el activista y periodista comparecerá el jueves -esta vez por
videoconferencia desde la prisión británica de alta seguridad de Belmarsh- ante
la corte de magistrados de Westminster (Londres) para iniciar el proceso sobre
su posible extradición a EEUU.
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