EL 'CRIMEN DEL BESO': EMPIEZA EL JUICIO CONTRA LA MUJER DETENIDA TRAS BESAR A SU ESPOSA EN EL SUBTE DE BUENOS AIRES
BUENOS AIRES (5 Junio 2019).- Mariana y Rocío están
casadas y viven en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. A mitad de 2017,
Mariana adoptó la costumbre de acompañar a Rocío en tren hasta la estación
Constitución, en Capital, desde donde su compañera se tomaba un colectivo para
ir a trabajar.
El 2 de octubre de ese año, mientras charlaban y
fumaban un cigarrillo, se largó a llover. Se metieron debajo del domo de la
estación de subte sin saber que entonces empezaría un calvario larguísimo, que
todavía sigue: Mariana quedó detenida durante lo que quedaba del día y hoy
enfrenta el inicio del juicio oral en su contra por 'resistencia a la
autoridad' y 'lesiones graves'. Pero, ¿qué fue lo que pasó?
Cuando Mariana y Rocío se metieron bajo techo no
apagaron los cigarrillos, como tampoco lo hicieron muchos otros y otras. Según
declararon en la causa, no había carteles a la vista que indicasen que no se
podía fumar. Se quedaron ahí un rato largo, como una hora, fumaron varios. De
pronto empezaron a ver que un policía y un empleado de Metrovías –la empresa
concesionaria de la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires– las
miraban y señalaban.
Ellas no les llevaron el apunte y siguieron en la
suya. Tenían sus preocupaciones, estaban pensando en otra cosa: las dos son
sobrevivientes de abuso sexual en la infancia y Rocío pocos días después tenía
que declarar en una causa en contra de su progenitor, condenado y preso por ese
delito.
Al cigarrillo que fumaba Mariana le quedaban unas
pitadas cuando el empleado del subte se acercó a decirle que lo apagara. Ella
le respondió que no, que había un montón de gente fumando y que no había
carteles. El hombre hizo un gesto y llamó al policía con el que antes
conversaba. Hasta acá, casi todas las versiones coinciden. Desde este punto,
difieren en tonos, sentidos e interpretaciones.
Según ella, el policía le dijo:
- Pibe, apagá el cigarrillo.
- Soy mujer y todo el mundo está fumando —
respondió.
Así siguió la discusión durante un rato hasta que
—de hecho— el cigarrillo se consumió y Mariana se quiso ir. Pero el oficial se
puso delante y le dijo "pibe, vos no te vas, quedás detenido" .
Ella le dijo que era mujer, que él no la podía tocar
y que debía llamar a una oficial femenina. Mientras la policía mujer llegaba
desde la otra sección, empezó un forcejeo entre Mariana –que se quería ir– y el
policía.
Cuando la oficial llegó intentó calmar la situación.
En algún momento de la tensión Mariana y el oficial se cayeron al piso.
"Él se dio vuelta inmediatamente, la puso de boca al piso, le aplicó una
llave con la rodilla en la nuca y le torció los dos brazos", relató a RT
el abogado de Mariana Gomez, Lisandro Teszkiewicz.
A esa altura, la situación era un desmadre. La gente
gritaba (Constitución es un lugar muy transitado) y grababa con sus celulares.
Mariana avisaba que le costaba respirar.
La dejaron esposada en Constitución un rato largo.
Recién cerca de las seis de la tarde la llevaron a la comisaría de Boedo.
"La trasladaron con los mismos policías. Le hicieron una requisa desnuda
en cuclillas para revisarle los orificios, una cosa espantosa. Fue bastante
humillante y desagradable. La soltaron recién a las nueve de la noche",
relató su abogado.
Se fue con una causa abierta por resistencia a la
autoridad y por supuestas lesiones graves. Lo que los oficiales dicen es que en
medio del forcejeo le arrancó pelo a la oficial y que "podría ser una
lesión grave". Textualmente, el procesamiento lo relata así: "Le
arrancó cabellos del sector derecho de su cabeza" y "los policías
debieron forcejear con la imputada, quien continuaba arrojando golpes de puño y
patadas, para finalmente lograr reducirla"
Lo cierto es que diversas organizaciones hablan de
un ataque lesbofóbico. Para el Colectivo para la Diversidad, que se presentó en
la causa en calidad de Amicus Curiae –amigo del tribunal–, hay evidencia que
"fortalece la hipótesis de la discriminación como el motivo primordial de
la conducta de José María Pérez [el empleado de Metrovías], quien usó la
prohibición de fumar para dar un pretenso manto de legalidad a una conducta de
acoso".
Entre otras cosas, detallan, los testimonios dan
cuenta de que había otras personas fumando en el mismo espacio a quienes nadie
interceptó. "Pero Mariana y Rocío, eran las únicas lesbianas en la
estación Constitución que, además de fumar, se besaban afectuosamente en
público", remataron.
Es un tipo de acoso que las lesbianas viven con
cotidianeidad. En el recurso citan el informe de la Comisión Interamericana de
DDHH (CIDH) sobre Violencia contra las personas LGTBI en América, que describe
numerosos casos de parejas del mismo sexo "atacadas por demostrar su
afecto en público, como tomarse de la mano, acariciarse, abrazarse o
besarse" y frecuentes detenciones arbibtrarias por parte de agentes
estatales. "Los Estados deben garantizar que sus sistemas de justicia no
emitan sentencias prejuiciadas, que difundan y reafirmen estos mensajes de odio
a las identidades de género, expresiones y orientaciones sexodiversas",
afirmaron.
En Argentina, la Ley de Identidad de Género de 2012 (26.743)
reconoce ese derecho. Y la de 'matrimonio igualitario' (26.618) de 2010, el de
que quien quiera puede casarse con quien quiera 'independientemente del sexo'.
Otra de las cuestiones que se destacó en la causa es que cuando Rocío decía a
los oficiales que era la esposa de Mariana y que debía saber a dónde se la
llevaban, no le creían y le exigían el certificado.
La Asociación de Pensamiento Penal (una organización
social formada por jueces, abogados, académicos y personas privadas de la
libertad) también acompañó Mariana con un recurso: "¿Qué motivo llevó a
Rojo a querer por vez primera en toda su vida, y la de su compañera también,
labrar un acta por estar fumando en un lugar en el que todos fuman?", se
preguntaron. Y describieron: "Allí, ambas cónyuges habrían mantenido actos
de cariños y besos (...) ¿Fue realmente el encendido del cigarrillo lo que
disparó el diálogo entre Gómez y Pérez y luego la intervención de Rojo? ¿No
habrán sido los actos propios de un matrimonio entre dos mujeres lo que ocasionó
la cólera, injustificada y discriminatoria del personal que actuó?"
Luis Esteban Duacastella Arbizu (Defensor General
Adjunto, en lo Penal Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires)
y la organización '100% diversidad y derechos' también se presentaron como
'Amigos del tribunal'.
Unos días después de la detención, se organizó un
"besazo" en apoyo a Mariana en Constitución. Se hizo otro en
Tribunales en febrero, después de que la procesaron.
Sobre las acusaciones jurídicas, el abogado
Teszkiewicz opina que "resistencia a la autoridad es negarse de manera
violenta a cumplir una orden legítima" y que "lesiones graves implica
la desfiguración de rostro, una lesión permanente en un órgano o el impedimento
para trabajar". Nada de todo esto, afirma, pasó ese 2 octubre en
Constitución.
Fumar en lugares prohibidos es una 'falta': "La
pena es una multa al responsable del espacio que permite que se fume, no a los
fumadores", explicó Lisandro. No es motivo para perder la libertad.
"En el momento en que le dicen que no se puede ir –más allá de lo agresivo
y discriminatorio de tratarla de hombre– le están dando una orden ilegítima. La
resistencia a la autoridad solo es delito cuando la orden es legítima. Nadie
está obligado a hacer lo que la ley no manda", explicó.
Respecto de las lesiones, desde el principio el
abogado viene pidiendo una pericia médica para ver si las lastimaduras existen
y si son graves. Recién consiguió que la Justicia lo hiciera a un año del
hecho, en octubre de 2018. El Cuerpo Médico Forense certificó que la lesión de
la policía en el cuero cabelludo implicaba un tiempo de curación 'menor al
mes'. Es decir: no fue grave.
El juicio contra Mariana empezará esta mañana (hora
argentina) en el Tribunal Oral Criminal y Correccional 26. Y la sentencia
podría resolverse en la misma jornada.
Por JULIA MURIEL DOMINZAIN/RT
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