"EL CHAPO" PODRÍA SER CONDENADO ESTE MIÉRCOLES A CADENA PERPETUA
NUEVA YORK
(17 Julio 2019).- ¿Aceptará en silencio su sentencia el conocido capo mexicano
de la droga “ElChapo”?
Para Joaquín
Guzmán, esa es el principal interrogante antes de que el miércoles se conozca
su sentencia en la Ciudad de Nueva York. La esperada vista judicial podría ser
su última oportunidad de hablar de forma pública antes de pasar el resto de su
vida entre rejas en una prisión estadounidense de máxima seguridad.
Guzmán, de
62 años, fue condenado en febrero por varios delitos de conspiración en un
enorme caso sobre narcotráfico. El veredicto de culpabilidad tras un juicio de
11 semanas conlleva lo que el gobierno describe como una sentencia muy
justificada de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Las pruebas
mostraron que el cártel de Sinaloa, a las órdenes de Guzmán, pasó de
contrabando a Estados Unidos enormes cantidades de cocaína y otras drogas
durante sus 25 años al mando, según indicó la fiscalía en documentos judiciales
resumiendo el juicio. Su “ejército de sicarios”, añadieron, tenía órdenes de
secuestrar, torturar y asesinar a cualquiera que se interpusiera en su camino.
La defensa
alegó que Guzmán era víctima de un montaje de otros traficantes, que se
convirtieron en testigos del gobierno para conseguir sentencias más suaves en
sus juicios.
Desde su
extradición en 2017, Guzmán ha estado aislado en su mayor parte del mundo
exterior. Conscientes de su historial de fugas de prisiones mexicanas, las
autoridades estadounidenses le han mantenido en aislamiento en una cárcel de
Manhattan y vigilado de cerca en sus comparecencias en el tribunal de Brooklyn
donde se ha instruido su caso.
Aunque el
juicio estuvo dominado por la figura de Guzmán como un delincuente casi mítico,
armado con una pistola con diamantes engarzados y que se mantenía un paso por
delante de las autoridades, el jurado no ha oído al propio Guzmán salvo cuando
dijo al juez que no declararía.
Sin embargo,
las pruebas presentadas durante el proceso apuntan a que su decisión de guardar
silencio en el puesto de la defensa va contra su naturaleza: varios testigos
dijeron al jurado que le encanta su propia historia de cómo pasó de la pobreza
a la riqueza gracias al narcotráfico y siempre estaba interesado en encontrar a
un escritor o guionista que la narrara. También hubo reportes de que quería
declarar en su defensa hasta que sus abogados le convencieron de lo contrario,
de modo que su vista para sentencia es su última oportunidad de ser el centro
de atención.
Diga lo que
diga, es probable que encaje con la versión de la defensa de que es el chivo
expiatoriode otros capos a los que se les dio mejor sobornar a políticos y
fuerzas de seguridad mexicanas para que les protegieran mientras el gobierno
estadounidense miraba para otro lado.
La fiscalía
describe un imperio que financiaba aviones privados, grandes casas en primera
línea de playa y un zoo privado. Y las posibilidades de que el gobierno
estadounidense pueda cobrar la indemnización de aproximadamente $12,500 millones
son inexistentes.
El abogado
defensor Jeffrey Lichtman afirmó hace poco que el caso del gobierno era “todo
parte de un juicio espectáculo”.
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