EL OBISPO QUE ACOSABA Y HACÍA REGALOS LUJOSOS PAGADOS CON FONDOS DE LA IGLESIA
ESTADOS UNIDOS (24 Julio 2019).- El papa Francisco nombró el martes al obispo
auxiliar de Baltimore, Mark Brennan, para que dirija la diócesis de
Wheeling-Charleston, en Virginia Occidental, después de un escándalo de acoso
sexual a adultos y de dinero derrochado de la institución, protagonizado por su
antecesor.
Brennan, de
72 años, sustituye al obispo Michael Bransfield, que renunció en septiembre
tras una investigación preliminar sobre las acusaciones de abuso sexual y
malversación financiera.
La semana
pasada, Francisco relevó a Bransfield de sus labores sacerdotales y le prohibió
vivir en la diócesis, además de advertirle que tendrá que pedir disculpas “por
parte del daño causado”. Brennan ayudará a decidir el alcance de esas
reparaciones y restaurar la confianza de los fieles.
Después de
una nueva oleada de acusaciones por supuestos abusos sexuales en Estados
Unidos, el escándalo de Bransfield se suma a la crisis de credibilidad de la
jerarquía eclesiástica en el país. Varios de los altos cargos de la institución
recibieron regalos personales - valorados en decenas de miles de dólares y
pagados con fondos de la Iglesia- de parte de Bransfield durante su etapa en
Wheeling-Charleston, que está en uno de los estados más pobres del país.
En sus
primeros comentarios después de su nombramiento, Brennan dijo que trabajaría
para traer una “verdadera sanación y renovación” a Virginia Occidental. En
comentarios a la Revista Católica de la arquidiócesis de Baltimore, dijo que un
enfoque principal sería la pobreza en las zonas rurales y las víctimas de la
crisis de opioides, que ha golpeado con dureza especial a Virginia Occidental.
“Hay una
necesidad inmensa que va acompañada de un deseo inmenso y determinación de
revitalizar a la iglesia aquí en Virginia Occidental y en todo el país”, dijo,
según una declaración de su nueva diócesis.
Brennan,
nativo de Boston y ordenado sacerdote en 1976, estudió español en República Dominicana
y completó sus estudios de teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en
Roma. Fue designado obispo auxiliar de Baltimore en 2016 y atiende en
particular a la comunidad hispana de la ciudad.
Tras la
renuncia de Bransfield, Francisco encomendó al arzobispo de Baltimore, William
Lori, la supervisión interina de la diócesis y una investigación exhaustiva.
Las conclusiones, de las que informó el diario The Washington Post, fueron que
Bransfield gastaba fondos de la iglesia en cenas, bebidas alcohólicas, viajes
personales y artículos de lujo, así como regalos personales a prelados en
Estados Unidos y el Vaticano.
Lori ha
dicho que Bransfield pudo salirse con la suya por mucho tiempo porque generó
una “cultura de miedo a las represalias” que debilitó los controles normales en
la diócesis. Todos los vicarios han renunciado y han regresado al trabajo
parroquial y Lori anunció recientemente una nueva auditoría y otras medidas
para asegurar la administración cabal de los fondos de la Iglesia.
Bransfield
había sido investigado por un presunto incidente de manoseo en 2007. En 2012
quedó implicado por declaraciones en un caso de abusos sexuales por clérigos de
Filadelfia. Negó enérgicamente haber cometido abusos y la diócesis dijo que
había demostrado la falsedad de las denuncias. Siguió oficiando hasta que
presentó su renuncia obligatoria al cumplir 75 años el año pasado.
Con respecto
a la investigación de Lori, dijo al Post que “nada de eso es cierto”, pero se
negó a decir más por consejo de sus abogados.
La diócesis
de Wheeling-Charleston incluye cerca de 75.000 católicos y 95 parroquias y
abarca todo el estado de Virginia Occidental.
No hay comentarios.: