COPENHAGUE
(14 Agosto 2019).- Un juzgado de Estocolmo declaró este miércoles al rapero
estadounidense A$AP Rocky y dos de sus acompañantes culpables de agresión en
una pelea callejera en la capital sueca, aunque evitarán volver a la cárcel
tras pasar un mes en prisión preventiva.
La sentencia
implica que el rapero, que ya había sido puesto en libertad por el mismo
tribunal el pasado día 2, no tendrá que volver a Suecia, país que abandonó a
las pocas horas de dejar la cárcel.
El tribunal
ha desestimado dictar multas porque el rapero, cuyo nombre real es Rakim
Mayers, y sus dos acompañantes pasaron un mes en prisión. Pero los tres deberán
pagar las costas y una indemnización al demandante de 12,500 coronas suecas
(unos 1,300 dólares), una décima parte de lo que reclamaba.
El fallo
rechaza que los acusados actuaran en defensa propia y resalta que atacaron a la
víctima "golpeándolo y pateándolo", aunque no considera probado que
le dieran un botellazo en la cabeza o usaran fragmentos de botellas rotas en la
agresión ni que actuaran en connivencia, como sostenía el fiscal.
"Haciendo
una valoración global el tribunal cree que la agresión no ha sido de tal
naturaleza que apunte a una pena de cárcel. Los acusados son condenados a penas
condicionales", señala.
"La
situación probatoria ha sido compleja", explica el tribunal en una
sentencia unánime y resalta que el hecho de que no se haya podido probar el uso
de botellas en la agresión ha influido a la hora de establecer la
"gravedad" del delito.
El tribunal
había insinuado que si Mayers era condenado, sería a una pena menor al dejarlo
en libertad en la última vista de un juicio con repercusión internacional al
haber intercedido por el rapero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El fiscal
pedía seis meses de prisión por agresión en grado normal con agravante de
desconsideración, pena que debía ser algo mayor para Mayers por haber tirado al
suelo y pisado a la víctima.
La defensa
del rapero reclamaba la absolución, al considerar que habían actuado en
respuesta legítima y que no se había probado que actuaran en connivencia ni
usaran botellas.
La pelea se
produjo el 30 de junio en el centro de Estocolmo, dos días antes de su
actuación en un festival en la capital sueca.
La detención
de Mayers, arrestado al término del concierto y que pasó a prisión preventiva
dos días después, desató una ola de solidaridad en las redes sociales a su
favor, con mensajes de apoyo de estrellas como Kim Kardashian y Justin Bieber,
a lo que siguió la intervención de Trump ante el primer ministro sueco, Stefan
Lövfen.
El ejecutivo
sueco ha recordado repetidamente que en el país rige el precepto de la
independencia judicial y que, por tanto, ni se puede ni se va a intervenir en
un proceso.
Trump subió
a continuación el tono, acusó a Löfven de inoperancia a través de su cuenta en
Twitter y añadió que Suecia "ha dejado en la estacada a la comunidad
afroamericana".
En el
juicio, al que también acudió la madre del rapero, estuvo presente un enviado
especial estadounidense en casos de rehenes.
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