EL ESCÁNDALO DE TRÁFICO SEXUAL DE JEFFREY EPSTEIN QUE SALPICA AL DUQUE DE YORK
LONDRES (3 Diciembre 2019).- Virginia Giuffre, una de las presuntas víctimas de
tráfico sexual del millonario Jeffrey Epstein, insistió este lunes en que fue
obligada a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés de Inglaterra en
el año 2001.
Pese a que el príncipe negó
"categóricamente" en reiteradas ocasiones conocerla ni haber tenido
ningún encuentro íntimo con ella, Giuffre ofreció nuevos detalles sobre su
historia en una entrevista con el programa Panorama de la BBC.
"No acepten sin más que no pasó nada. Esto no
es una sórdida historia sexual. Esto es la historia de cómo se traficó conmigo.
Esto es una historia de abusos y es una historia de su realeza", dijo la
mujer estadounidense en un mensaje en el que pidió apoyo al público británico.
"Tiendo a ser demasiado honorable": la
polémica entrevista del príncipe Andrés con la BBC en la que niega abusos
sexuales pero reconoce que "no fue correcta" su relación con Epstein
El duque de York, a quien Giuffre calificó
anteriormente como "abusador sexual", se encuentra en el foco
mediático por su relación de amistad con Epstein, el magnate que se suicidó el
pasado mes de agosto en prisión a la espera de juicio por delitos de tráfico
sexual.
Tras una polémica entrevista concedida al programa
Newsnight de la BBC y emitida el pasado 16 de noviembre, en la que volvió a
negar los abusos que se le atribuyen, pero en la que reconoció que su relación
con Epstein "no fue correcta", el príncipe acabó anunciando a finales
de mes que se retiraba de sus deberes públicos como parte de la Familia Real británica,
Un
encuentro "desagradable"
Según su relato, Epstein y su entonces pareja,
Ghislaine Maxwell -hija del magnate de los medios Robert Maxwell-, la llevaron
al club nocturno Tramp de la capital británica para encontrarse con Andrés de
Inglaterra.
"Ya en el auto, Ghislaine me dijo que tenía que
hacer con Andrés lo mismo que había hecho con Jeffrey, y eso me puso
enferma", aseguró.
La presunta víctima contó que aquel encuentro sexual
con el príncipe, que tuvo lugar según su relato en una habitación de la casa de
Maxwell en el barrio Belgravia, "no duró mucho" y resultó
"desagradable".
"Él no se portó mal ni nada, pero se levantó,
dijo gracias y se fue", contó.
Antes, relató cómo había sido su encuentro en el
club, por el que definió al príncipe Andrés como "el bailarín más
espantoso" que había visto en su vida.
"Era horrible, y no paraba de sudar encima de
mí. Su sudor se esparcía por todos lados como si fuera lluvia. Me daba asco,
pero sabía que tenía que hacerle estar contento, porque era lo que Jeffrey y
Ghislaine esperaban de mí", explicó.
El hijo de Isabel II aseguró en la BBC que esta
descripción era imposible, ya que su participación en la guerra de las Malvinas
le había provocado una condición médica que le impedía sudar.
El programa Panorama, sin embargo, mostró este lunes
imágenes del príncipe de aquella época en la que aparece caminando por la calle
en camisa y con cercos de sudor en sus axilas.
Giuffre aportó nuevos detalles sobre la famosa
fotografía en la que se la ve junto al príncipe agarrándola de la cintura y que
fue publicada en 2011, cuando el diario Mail on Sunday le pagó US$160.000 por
contar su historia.
De ser real, desmontaría la versión del hijo de
Isabel II de que nunca conoció a la joven; pero algunas voces críticas
mantienen que podría tratarse de un montaje.
"Es muy difícil poder probarlo, pero no
recuerdo que se haya tomado esa foto. Ese soy yo, pero si esa es mi mano...
simplemente no recuerdo haber tomado la fotografía", reconoció el príncipe
en su entrevista con la BBC.
"Creo que la gente se está cansando de esas
excusas ridículas. Es una foto real", respondió este lunes Giuffre, quien
afirmó haberla entregado al FBI como prueba para la investigación.
La BBC encontró pruebas que demuestran esta
declaración, gracias a documentos judiciales que reflejan cómo la mujer entregó
20 fotos al FBI en 2011 y fueron escaneadas por delante y por detrás, donde
aparecen las fechas de 2001 en las que supuestamente fueron impresas.
El programa Panorama contactó también con el
fotógrafo freelancer Michael Thomas, quien realizó una copia de la foto por
primera vez en 2011.
Thomas se mostró convencido de la veracidad de la
imagen tras encontrarla en medio de un paquete de fotos que Giuffre le entregó
de sus viajes con Epstein y Maxwell.
El
papel de Maxwell como "madame"
Otra de las presuntas víctimas, Sarah Ransome, contó
en el programa de la BBC cómo Ghislaine Maxwell, con quien el príncipe Andrés
sigue manteniendo una relación amistosa, trabajaba codo a codo con Epstein.
"Ghislaine controlaba a las chicas. Era como la
madame", aseguró.
"Ella era la esencia de la operación de tráfico
sexual y siempre visitaba a Jeffrey para asegurarse de que las chicas hacían lo
que se suponía que debían hacer".
Según Ransome, Maxwell "sabía lo que le gustaba
a Jeffrey. Trabajó y ayudó a mantener los estándares de Jeffrey con
intimidaciones, intimidando a las chicas, así que esto fue un trabajo
conjunto".
La BBC no pudo contactar con Maxwell para conocer su
reacción a las acusaciones, pero en los últimos años negó en varias ocasiones
cualquier participación o conocimiento de los abusos de Epstein.
¿Testigo
en los juicios?
El abogado de cinco de las mujeres que acusan a
Epstein de abusar de ellas reveló a la BBC que planea presentar citaciones
judiciales para obligar al duque de York a comparecer como testigo en los cinco
casos.
Según las presuntas víctimas, el príncipe Andrés
presenció cómo Epstein y sus invitados recibían masajes en casa del millonario,
por lo que consideran que su testimonio podría ser importante en el proceso
judicial.
El hijo de Isabel II, sin embargo, niega haber
presenciado ningún comportamiento extraño durante sus visitas a las residencias
del magnate.
Las citaciones judiciales permitirían a las
autoridades obligar al príncipe Andrés a declarar tan pronto como pisara
territorio estadounidense.
"Es algo insólito: el segundo hijo varón de la
Reina no puede en la práctica viajar a EE. UU., a menos que quiera ser obligado
a declarar", subraya el corresponsal de la Casa Real británica de la BBC,
Jonny Dymond.
Y según advierte el periodista, "las citaciones
pueden ser impugnadas, pero sería un gran riesgo enredarse en el sistema legal
estadounidense".
Fuente: BBCMUNDO
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