DONALD TRUMP TRANSFORMA EL COMITÉ CONTRA EL COVID-19 EN UN GRUPO PARA RELANZAR LA ECONOMÍA

WASHINGTON (7 Mayo 2020).- Un país está dividido hasta la médula cuando los ciudadanos ven una pandemia a través de la ideología. Ése es el caso de Estados Unidos. Un sondeo de la consultora Morning Consult revela que el 63% de los demócratas creen que la cifra de muertos por el coronavirus es mayor que la oficialmente reconocida por las autoridades. La proporción cae al 45% entre los independientes, y al 24% entre los republicanos. Para el 40% de estos últimos, han muerto menos personas de las admitidas por la Administración. Esa división es lo que explica la feroz batalla política acerca de la reapertura del país. Mientras el Gobierno de Donald Trump y el Partido Republicano empujan en esa dirección, la oposición demócrata lo hace en la contraria. Y eso también está detrás del aparente cambio de rumbo decidido por Donald Trump para el comité de la Casa Blanca para la lucha contra el coronavirus. El martes, el presidente y el vicepresidente, Mike Pence -que también preside ese comité- anunciaron que el grupo iba a ser disuelto, y que a finales de este mes empezaría a traspasar sus competencias a las distintas agencias y departamentos de la Administración Pública que se ocupan habitualmente de esos temas. Este miércoles, sin embargo, el presidente cambió de parecer y declaró que el comité iba a seguir abierto, aunque reorientándose hacia la reapertura de la economía en una serie de mensajes en la red social Twitter en los que anunciaba que "el comité [Task Force] continuará indefinidamente con su foco en la seguridad y la apertura de nuestro país de nuevo". Según Trump, el grupo de trabajo "estará también muy centrado en vacunas y tratamientos. ¡Gracias!" El giro parece una concesión de Trump a su propio equipo, que, según los medios de comunicación de Estados Unidos, consideraba extremadamente prematuro liquidar el comité. Pero, al mismo tiempo, supone mantener el objetivo de que la actividad en Estados Unidos se normalice en la medida de lo posible. Así lo dejó ver el presidente el martes, cuando, durante una visita a una fábrica de mascarillas protectoras de la multinacional Honeywell, en el estado de Arizona, afirmó: "Mike Pence y el comité han hecho un gran trabajo, pero ahora estamos mirando a las cosas de una manera diferente, y esa manera es seguridad y reapertura. Y probablemente organizaremos un nuevo comité para eso", dijo el presidente. En EEUU habían muerto este miércoles entre 71.463 y 72.860 personas, según las diferentes estimaciones. Eso significa casi tantos fallecidos como en Gran Bretaña, Italia y España juntas, los tres países europeos con más muertos. No obstante, la población de EEUU es aproximadamente el doble que la de esos tres países combinada, con lo que las víctimas por millón de habitantes son solo 222, frente a 442 de Gran Bretaña, 485 de Italia, 553 de España, o 730 de Bélgica. La mortalidad de los enfermos en EEUU es también de las más bajas de Occidente, solo por detrás de la de Alemania. El comité de la Casa Blanca para el coronavirus está presidido por Pence, y cuenta con 22 miembros, de los que 20 son altos cargos del Gobierno. Las únicas excepciones son los epidemiólogos Deborah Birx, que fue embajadora para Salud Mundial con Barack Obama y que es la coordinadora general del grupo, y el director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades del Sistema Inmune, Anthony Fauci. Ambos se han convertido, para la opinión pública, en las caras de la respuesta del Gobierno ante la crisis. Y, también, en un foco de controversia. Fauci vive ahora con guardaespaldas después de haber recibido amenazas de muerte por sus llamadas de atención acerca de la gravedad de la pandemia. Su influencia en el comité, además, no parece corresponderse con su popularidad entre la opinión pública. De hecho, el martes, el médico negó en televisión que el grupo fuera a ser disuelto justo mientras Trump y Pence afirmaban que la decisión ya había sido adoptada. En general, la actuación del comité ha estado marcada por las tensiones entre Birx y Fauci y los altos cargos políticos del comité y, también, por la existencia de otro grupo paralelo, dirigido por el yerno y asesor del presidente, Jared Kushner, centrado en la adquisición de material médico para combatir la pandemia. Por PABLO PARDO/El Mundo

No hay comentarios.: