MIAMI BEACH PARECE NO ENTENDER EL COVID-19; TURISTAS Y LOCALES PRESUMEN SIN PUDOR DE SALTARSE LAS NORMAS
MIAMI (3 Enero 2020).- ¿Coronavirus? ¿Qué coronavirus? Eso es lo que parece que piensan los miles de turistas y residentes locales de Miami Beach que disfrutan de la playa, fiestas en locales nocturnos y el ambiente en unas calles en las que muchos olvidan que Florida registra sus peores días desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
Con o sin COVID-19, la fauna habitual del popular
paseo de Ocean Drive pasea sus cuerpos semidesnudos y su desparpajo habitual
mientras se mezclan las alegres conversaciones que llegan de las abarrotadas
terrazas de los restaurantes, una amplia diversidad de músicas y los efluvios
de marihuana que no hay mascarilla que mitigue.
Uno de los que contribuyen a ese bullicio es el grupo
de amigos del brasileño Silvio Maraca, quien viajó a disfrutar del buen tiempo
y de la fiesta de Miami Beach, sin miedo a contagiarse o contagiar.
En su caso, dice en conversación con Efe, sin
mascarilla, por supuesto, es porque ya pasó la enfermedad y dio negativo al
test previo a subirse al avión a Miami.
Sobre lo de no cubrirse la boca, explica que como la
policía solo “amenaza” con poner una multa, sin pasar a mayores, y solo si uno
se acerca mucho a ellos sin mascarilla, es tan fácil como no aproximarse a los
agentes y mantener una filosofía que parecen seguir muchos en Miami Beach:
“Vale más la diversión del momento” que el posible castigo.
Fiestas
nocturnas
Y es que los turistas y locales presumen sin pudor de
saltarse las normas, y muchos suben a sus redes sociales muestras de esos
momentos de jolgorio que las autoridades sanitarias se temen que se conviertan
después en el drama de ellos mismos, algún familiar o cualquier desconocido con
el que se topen cuando ya estén, quizás, contagiados.
Como muestra el cantante de hip-hop Tyga, que animó
una fiesta en un club nocturno de Miami Beach la pasada Nochevieja y después
subió a Instagram un video de la tradicional cuenta atrás que dio paso al año
nuevo en un local lleno de personas y donde, sin duda, no se era muy riguroso a
la hora de mantener la distancia de dos metros entre las decenas de asistentes.
Y Tyga sigue de fiesta y este sábado sumó otra en el
club nocturno Story de Miami Beach, una de las principales ciudades del condado
de Miami-Dade, el más afectado por COVID-19 en Florida, que esta semana batió
su récord de casos positivos con 17,192 en un solo día, muy por encima de los
15,300 que se registró en lo peor de la primera ola del pasado verano.
Sin
miedo
Pero eso poco parece asustar a los paseantes de
Lincoln Road, Española Way y Ocean Drive, incluso ahora que ya se detectó en
Florida la cepa británica de la COVID-19, mucho más contagiosa, en un joven que
no había viajado a ninguna parte en el periodo de incubación.
Y todo ello también a pesar de que está en vigor un
toque de queda desde la medianoche hasta las 6 de la mañana y se debe usar
mascarilla o similar en lugares públicos y se debe mantener la distancia
social, so pena de recibir una posible multa.
Pero los venezolanos afincados en Santiago de Chile, Albert Chacón y Juan Manuel Torres, de visita en Miami Beach, cuentan que pocos
agentes de policía han visto por unas calles en las que la “mitad de la gente”
va sin mascarilla.
“Si se compara con las medidas de seguridad en Chile,
Miami Beach está muy atrás”, dice Chacón, mientras Torres opina que, aunque
siempre está presente el “miedo” a contagiarse, hay que “aprender” a vivir con
el virus, porque, de otra forma, cohibirse de disfrutar los buenos momentos
significaría “dejar de vivir” en vida.
Y Miami-Beach no es un caso aislado y es un panorama
que se ha repetido en otras turísticas ciudades de Florida, ya sea costeras
como Fort Lauderdale o Tampa u Orlando, donde esta semana varios parques
temáticos debieron cerrar sus puertas pocos minutos después de su apertura
debido a que ya habían alcanzado el aforo máximo permitido.
Nada parece asustar a los que apuestan por el buen
tiempo y la diversión de Florida sin aparentemente dar excesiva importancia a que,
tras California y Texas, Florida es el tercer estado más golpeado de EE.UU., el
país con mayor número de casos a nivel global.
Que siga la fiesta.
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