MÁS DEL 70% DE LA POBLACIÓN DOMINICANA ERA ANALFABETA EN LA DICTADURA, POR ESO LO IDOLATRABAN Y VENERABAN A TRUJILLO MÁS QUE A DIOS
SANTO DOMINGO, República Dominicana (17 Marzo 2021).- Trujillo, el temible asesino que por 31 años gobernó a fuego y sangre la República Dominicana desde el 1930 al 1961era venerado e idolatrado por la población dominicana de esa época.
Estaba el Generalísimo, el Padre de la Patria Nueva, situado en reverencia por encima de Dios.
Y todo porque la educación en la Era de Trujillo se
caracterizó por tener una cobertura muy limitada.
Más del 70 por ciento de la población no sabía leer ni
escribir.
En lenguaje llano, el analfabetismo alcanzó el 70%.
Hoy, un senador de San Cristóbal, Franklin Rodríguez, propone un museo a ese sanguinario personaje.
Aunque en las escasas escuelas imperaba el orden y la
disciplina, protagonistas de la época lo atribuyen al terror y la represión de
la dictadura.
El historiador Roberto Cassá y el profesor
universitario Jesús de la Rosa coinciden en señalar que durante los 31 años del
régimen de Trujillo había una educación de nivel, pero para una porción muy
reducida de la población.
Destacan que a final de la Era de Trujillo había en el
país unos 3,000 estudiantes universitarios, y sólo cursaban carreras
tradicionales como derecho, farmacia, medicina e ingeniería.
Según de la Rosa, en términos educativos “la Era de
Trujillo fue un desastre”. Dijo que la cobertura en la educación básica “era
muy limitada”, ya que pocos dominicanos tenían la oportunidad de asistir a la
escuela, lo que provocó que el analfabetismo llegara a niveles alarmantes,
pasaba de 70%.
De la Rosa recordó que las pocas escuelas que
funcionaban en el país estaban localizadas en zonas urbanas, cuando la mayoría
del pueblo dominicano residía en el campo.
Los llamados palacios escolares no eran tantos, de esa
época se recuerda el liceo secundario Juan Pablo Duarte, ubicado en la avenida
Duarte y el Instituto Salomé Ureña, en la Ciudad Colonial, exclusivo para
hembras, que la educación se dividía; los hombres en una escuela y las
estudiantes en otra.
A nivel privado la educación era muy escasa, se
limitaba a dos o tres colegios en la capital, uno en La Vega y otro en Salcedo.
Fue durante la década de los 50 que se inició la
distribución del desayuno escolar en las escuelas públicas, y pese a que nunca
se presentaron dificultades entre los estudiantes, De la Rosa asegura que no es
que no se presentaran, sino que ningún periódico podía informarlo, en vista de
que las empresas suplidoras eran propiedad de Rafael Leonidas Trujillo.
Cassá considera que actualmente hay un aparato
educativo muy superior en términos de cantidad, pero muy deficiente.
“La educación dominicana es un desastre. Esta
educación falla en todo, pero principalmente por la incapacidad de situar las
condiciones para que el ejercicio de una ciudadanía libre y responsable. Eso es
vital, y se tiene que enseñar en los hogares y en las escuelas desde la niñez”,
insistió el historiador.
Ley
Orgánica de Educación
En 1951 se crea la Ley Orgánica de Educación, una de
las leyes más trascendentales para la familia y la niñez, la cual hizo obligatoria
la educación primaria.
Mediante esta legislación se sustituyó la Ley General
de Estudios número 418 de 1932 y se organizó el sistema escolar en sus diversos
niveles: pre-escolar, primario, intermedio, secundario técnico vocacional, e
hizo gratuita toda la educación, exceptuando la universitaria.
La obligatoriedad de la educación primaria exigió una
gran responsabilidad de los padres de familia, quienes se vieron envueltos
muchas veces en problemas legales cuando su hijo o hija no asistía a la
escuela. “Un niño deambulante con edad comprendida entre 7 y 14 años, hacía pasible
a su padre de una prisión correccional y el pago de una multa.
Esta ley
también organizó las normas de funcionamiento del personal, el sistema de
evaluación de los estudiantes y su promoción, además de que estableció el
desayuno, la ropa escolar y la “Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela”.
Testimonio
de la maestra Evangelina Santos
De acuerdo a Evangelina Santos Moreno de Bergés, con
69 años de experiencia como maestra y técnica del área educativa, la generación
de 1930 a 1961 fue “una generación atrapada porque tenía limitaciones enormes”.
“Los lápices decían Era de Trujillo y había que tener
un cuadro del tirano en casa”, recuerda Evangelina con tristeza. El salario por
una tanda eran RD$25 y RD$40 en el sexto curso porque se trabajana en dos
tandas, al igual que el bachillerato.
Cuando Trujillo inició su régimen tenía siete años de
edad, inició el magisterio en la escuela Eugenio María de Hostos, y fue maestra
de las ministras de Educación y Educación Superior, Josefina Pimentel y Ligia
Amada Melo, respectivamente; así como de la ex secretaria de Educación y
ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, entre otras educadoras.
“El maestro de esa época estaba sometido y limitado en
su libertad, tras destacar que durante la dictadura en las escuelas había
cierta organización, pero de miedo, de terror, no por voluntad propia”, dice.
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