QUE EL MUNDO ESCUCHE EL CLAMOR DE LOS REFUGIADOS; EL PAPA RECIBE A FILIPPO GRANDI COMISIONADO DEL ACNUR
CIUDAD DEL VATICANO (16 Abril 2021).- Nunca como en los últimos años la actividad del ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, organismo fundado en diciembre de 1950, ha resultado tan esencial como en los últimos años para hacer frente a emergencias como la inmigración, la organización de campos para quienes huyen de la guerra, el hambre y las persecuciones de todo tipo.
Hoy el Alto Comisionado del organismo de la ONU,
Filippo Grandi, fue recibido en audiencia por el Papa Francisco.
En los micrófonos de Radio Vaticano-Vatican News,
Grandi destacó la difícil labor de dialogar con un mundo indiferente a las
peticiones de los más pobres y vulnerables.
Comisario Grandi, la audiencia con el Papa Francisco
llega en un momento difícil para toda la comunidad internacional, por razones
bien conocidas, en primer lugar la pandemia. ¿Cuáles son los temas de la reunión
con el Pontífice?
R. - En primer lugar, este difícil contexto
internacional, en el que los grupos más vulnerables, aquellos de los que nos
ocupamos -refugiados, desplazados- están especialmente expuestos, sobre todo a
las consecuencias económicas de la pandemia. Luego, el contexto político
también, que sigue siendo muy difícil para estas personas, también porque se ha
politizado mucho, y la acogida, que debería ser un gesto humanitario, como nos
recuerda precisamente el Papa Francisco, se ha convertido muchas veces en un
tema de debate político. Pero también situaciones concretas: hablamos de
Centroamérica, Sudamérica, especialmente del éxodo de venezolanos, Líbano: un
país en profunda crisis. Y también de Europa y de la necesidad de que Europa se
dote cuanto antes de un instrumento común de acogida, identificación de
refugiados, integración, etc. Y debo decir que hay plena identidad de opiniones
entre el Santo Padre y nosotros en estos temas.
¿Quiénes son los refugiados hoy en día? ¿Qué
historias, incluso dramáticas, traen consigo?
R. - Son, según la definición histórica, personas que
huyen de la violencia, la discriminación y la persecución. Y cada vez más, como
ha recordado el Papa esta mañana, conflictos y guerras que parecen
multiplicarse y no resolverse nunca. Y estos éxodos, estos exilios, se mezclan
con otras situaciones: de pobreza, de cambio climático, de pandemias actuales.
Se trata, pues, de flujos de población muy complejos y difíciles de gestionar
para los gobiernos; pero sin una buena gestión, no sólo crean tensiones con las
comunidades locales, que hay que resolver, sino que, sobre todo, dejan a estas
personas en situaciones "suspendidas", muy duras desde el punto de
vista humano y humanitario.
A veces es difícil dialogar con un mundo que suele
hacer oídos sordos a las peticiones de los más pobres, los más vulnerables...
R. - Un mundo sordo, un mundo indiferente, un mundo
distraído por muchos otros problemas, y la pandemia es por desgracia una
distracción muy real. Pero también un mundo en el que desgraciadamente hay
quienes gritan demasiado y utilizan el sufrimiento de estas personas para ganar
votos, ganar elecciones y tener más poder. Y esto es lo que molesta y esto es
lo que tenemos que contrarrestar precisamente el mensaje del Papa Francisco: el
mensaje de solidaridad, de humanidad, el mensaje de fraternidad que
constantemente trata de difundir en todos los países del mundo.
Los Refugiados: personas que ciertamente buscan un
futuro mejor, pero que a menudo se ven obligadas a permanecer en lugares de
recogida en condiciones muy difíciles. Una de ellas es la isla de Lesbos, donde
hace cinco años el Papa Francisco fue...
R. - Ciertamente, porque hoy en día estos flujos
humanos no sólo son una forma de que estas personas salgan de situaciones
desesperadas, sino que desgraciadamente pasan por otros países que también
están en situaciones desesperadas, o por contextos en los que estas personas no
encuentran la protección, la estabilidad y la acogida que deberían encontrar.
No es sólo la isla de Lesbos... Piense en Libia, que también es un país de
tránsito. Pensemos en la ruta de los Balcanes -hablamos de ella con el Papa
Francisco- que hoy en Italia vuelve a ser una fuente de llegadas y movimientos
complicados. Así que, por desgracia, en un mundo en el que todos nos hemos
vuelto más móviles, incluidos los refugiados y los migrantes, esta movilidad,
que a menudo es aprovechada por los delincuentes y los traficantes, puede poner
personas que huyen en otras situaciones peligrosas.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados es un organismo creado en 1950. Esta agencia de la ONU ha recibido
dos premios Nobel de la Paz, en 1954 y 1981. ¿Significa esto que durante más de
70 años el trabajo de Acnur ha sido esencial?
R. - Y pensar que el Alto Comisionado se fundó en 1950
para durar tres años. Y después de más de 70 años seguimos siendo, por
desgracia -insisto en la palabra "por desgracia"-, necesarios. Entre
otras cosas, este año 2021 se cumple el 70º aniversario de la Convención sobre
los Derechos de los Refugiados: un documento que, a pesar de su edad, que ya
empieza a ser avanzada, sigue siendo de gran relevancia.
Fuente: VATICAN
NEWS
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