JOVENEL MOÍSE NO SALÍA DE SU RESIDENCIA DESDE FEBRERO POR TEMOR A SER ASESINADO, TENÍA MUCHOS ENEMIGOS

 

PUERTO PRÍNCIPE, Haití (11 Julio 2021).- Así fue cómo, 40 horas después de que el presidente Jovenel Moïse fuera asesinado en su habitación, la Policía de Haití lanzó una operación para capturar a los asesinos. Una historia con muchas sombras.


Como en la novela de Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express, en el que un pasajero es asesinado y la investigación concluye que todos los viajeros del tren tenían un motivo para matarlo, en el magnicidio de Jovenel Moïse no se deja a nadie libre de sospechas.


El mandatario de Haití se había ganado tantos enemigos, que no volvió a salir de su casa desde febrero y denunció que había un complot para acabar con su vida y tomar el control del país.


Hasta ahora las investigaciones señalan a un grupo de mercenarios colombianos y estadounidenses de origen haitiano de haber planificado y ejecutado el crimen. Cuarenta horas después del asesinato, la Policía de Haití confirmó la versión del primer ministro saliente, Claude Joseph, el hombre que debía entregar el cargo el miércoles a Ariel Henry, pero que tras el crimen decretó Estado de emergencia y se quedó al mando pidiendo el apoyo de gobiernos extranjeros.


Según Joseph, al mandatario lo mató un grupo de “extranjeros que hablaban inglés y español”. Y de acuerdo con Leon Charles, jefe de la Policía, fue un grupo de comando de 28 atacantes, incluidos 26 colombianos. “Interceptamos a 15 colombianos y a los dos estadounidenses de ascendencia haitiana. Tres colombianos murieron mientras que otros ocho están prófugos. Se recuperaron las armas y materiales utilizados por los matones.


Fuente: EL ESPECTADOR









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