DETÉNGANSE FABRICANTES DE ARMAS, LA GUERRA SE COME A LOS HIJOS DE LA PATRIA: EL LLAMADO DEL PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO (2 Noviembre 2021).- Esta mañana,
conmemoración de todos los fieles difuntos, el Papa Francisco visitó el
Cementerio Militar francés de la capital italiana, al día siguiente de la
fiesta de Todos los Santos, para celebrar la anual misa por los difuntos.
El Santo Padre dedicó esta celebración eucarística por
los fieles difuntos a las víctimas de la guerra. No fue su primera visita a un
Cementerio Militar: en 2017, visitó el Cementerio Americano de Nettuno y en
2014, el de Redipuglia, con motivo del centenario del estallido de la Primera
Guerra Mundial.
Al concluir la ceremonia eucarística, el Pontífice se
detuvo a rezar ante las tumbas de los Papas, en la Basílica de San Pedro.
Homilía
del Santo Padre
Hablando espontáneamente el Papa Francisco dijo:
“¡Deténganse hermanos y hermanas! ¡Deténganse
fabricantes de armas! Estas tumbas hablan, gritan por sí mismas, gritan por la
paz”
El llamamiento del Papa Francisco es un susurro, pero
resuena con fuerza entre los cipreses y los olivos del Cementerio Militar
francés de Roma, un lugar de historia y memoria que ha elegido este año para
celebrar la Misa por todos los fieles difuntos. En particular, como dijo ayer a
la hora del Ángelus, por las víctimas de la guerra. Las guerras mundiales, así
como las guerras que se libran "a pedazos" aún hoy, en todos los
rincones del planeta.
Flores
blancas en las tumbas
El Pontífice recorrió lentamente en procesión el largo
pasillo que separa las extensiones de verde, bajo la sombra de cipreses y
olivos, donde se encuentran las lápidas de los soldados franceses muertos
durante la Segunda Guerra mundial. Todas las lápidas son iguales: una cruz de
mármol y las palabras grabadas "Mort pour la France". En este
histórico emplazamiento romano encaramado en la colina de Monte Mario,
desconocido para muchos ciudadanos de la capital, pero de gran importancia para
los franceses de Roma, Francisco llegó con casi media hora de antelación,
pasando por la entrada que lleva la inscripción "Cimitière Militaire
Français" - Campagne d'Italie 1943 - 1944".
Mientras el coro entonaba un canto, el Papa caminaba
solo, en silencio orante, entre las lápidas. En primer lugar, recorrió un
camino pavimentado con lápidas sobre las que depositó rosas blancas, y luego se
detuvo unos instantes en oración, con las manos unidas y los ojos cerrados,
frente a algunas de ellas. Al final de este "camino", el Papa saludó
a algunos de los presentes y a los sacerdotes concelebrantes, y luego, tras
ponerse los ornamentos, se dirigió hacia el altar decorado con flores amarillas
e instalado bajo una carpa blanca que lo protegió del inusual sol, casi
primaveral en este otoño romano. Las lecturas se leyerin en francés y los
himnos se entonaron en italiano. La Misa, celebrada al aire libre, contó con la
asistencia de numerosos fieles.
Todos
en el camino
El Pontífice hizo su homilía hablando espontáneamente,
como suele hacer cada año en esta conmemoración. Francisco comenzó recordando
una inscripción a la entrada de un cementerio en un pueblo del norte de Italia:
“Tú que caminas, detén tu paso, y piensa en tus pasos
en el último escalón”
Una invitación que caló hondo en el corazón del Papa,
que ya la había mencionado en una homilía en Santa Marta, en 2016, y que hoy le
ofreció la ocasión para recordar a todos los fieles que "la vida es un
viaje" y que "todos nosotros estamos en camino". "Si
queremos hacer algo en la vida es un camino, no un paseo, un camino".
Muchos son los pasos que damos cada día, dijo,
"ante tantos acontecimientos históricos, tantas situaciones difíciles,
tantos cementerios".
“Todos tendremos un último paso. Alguien puede decir:
'Pero, padre, no sea tan lúgubre, no sea tan trágico'. Lo importante es que ese
último paso nos encuentre en nuestro camino, no en un laberinto sin fin”
La
guerra se come a las víctimas
Mirando las tumbas de los muertos en la guerra, el
Papa Francisco expresó un segundo pensamiento: "Estas personas son buenas,
murieron en la guerra. Murieron porque fueron llamadas a defender su país, a
defender valores, ideales y muchas otras veces a defender situaciones políticas
tristes y lamentables".
No hay comentarios.: