FRANCISCO LÍDER MUNDIAL DE LA IGLESIA CATÓLICA PIDE A ESTADOS Y EMPRESARIOS "UN TRABAJO DIGNO" PARA LOS ADULTOS DE FAMILIA Y EVITAR NIÑOS SE VEAN OBLIGADOS A TRABAJAR"
CIUDAD DEL VATICANO (20 Noviembre 2021).- El Papa Francisco se reunió con los participantes en la conferencia titulada "Erradicar el trabajo infantil, construir un futuro mejor", organizada en la Ciudad del Vaticano por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y pidió a los Estados y a los empresarios un "trabajo digno" para los adultos de las familias, a fin de que "los niños no se vean obligados a trabajar".
No más niños que no puedan soñar, jugar o crecer. Para
combatir el flagelo del trabajo infantil, que pone en peligro la salud de los
más pequeños y los priva de su derecho a la educación y a vivir una infancia
serena, hay que animar a los Estados y a los empresarios a "crear
oportunidades de trabajo digno con salarios justos", para que las familias
no tengan que obligar a sus hijos a trabajar. Por tanto, en todos los países
debe promoverse "una educación de calidad, gratuita para todos, así como
un sistema de salud accesible para todos". Estas son las soluciones que el
Papa Francisco puso sobre la mesa durante el debate de la conferencia
"Erradicar el trabajo infantil, construir un futuro mejor", al
reunirse con los participantes antes del inicio de los trabajos.
Organizaciones
internacionales, empresarios y sociedad
Convocados por el Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral, que organiza el evento de la tarde, representantes
de organizaciones internacionales, de la sociedad civil, de las empresas y de
la Iglesia han acudido a la Ciudad del Vaticano desde todo el mundo, "a
pesar de las dificultades debidas a la pandemia", recordó el Papa al
inicio de su discurso, para reflexionar sobre las iniciativas y los esfuerzos
que hay que poner en marcha o reforzar "en la lucha contra el trabajo
infantil".
Una
llaga abierta, agravada por la pandemia
Una llaga, la de la explotación laboral de los niños,
que, subrayó Francisco, "tiene una importancia especial para el presente y
el futuro de nuestra humanidad". En la medida en que nos comprometamos a
respetar la dignidad humana innata y los derechos fundamentales de los más
pequeños, expresó de hecho "qué clase de adultos somos y queremos ser y
qué clase de sociedad queremos construir". El Pontífice reiteró su
"conmoción e inquietud" por el hecho de que, en las economías
contemporáneas, donde las innovaciones tecnológicas son continuas hasta el
punto de que se habla de una "cuarta revolución industrial", "el
empleo de niños en actividades laborales persista en todas las partes del
mundo":
“Esto pone en peligro su salud, su bienestar
psicofísico y los priva del derecho a la educación y a vivir su infancia con
alegría y serenidad. La pandemia ha agravado aún más la situación”
Se
niega el derecho de los niños a la salud y la educación
El trabajo infantil, recordó Francisco, no debe
confundirse con las "pequeñas tareas domésticas" que realizan los
niños "en su tiempo libre y de acuerdo con su edad" para ayudar a sus
familias y comunidades que, "generalmente, son favorables para su
desarrollo porque – como aclaró el Papa – les permiten poner a prueba sus
capacidades y crecer en conciencia y responsabilidad".
“El trabajo infantil es algo totalmente distinto. Es
la explotación de los niños en los procesos de producción de la economía
globalizada para el beneficio y la ganancia de otros. Es la negación del
derecho de los niños a la salud, a la educación, a un crecimiento armonioso,
incluyendo la posibilidad de jugar y soñar. Esto es trágico. Un niño que no
puede soñar, que no puede jugar, no puede crecer”.
“Es robar el futuro a los niños su futuro y, por lo
tanto, a la propia humanidad. Es una lesión de la dignidad humana”
Las
causas: la pobreza y la desesperación de las familias
Francisco reiteró por tanto los factores que más
exponen a los menores a la explotación laboral: "La extrema pobreza, la
falta de trabajo y la consiguiente desesperación en las familias".
Mientras para erradicar esta plaga, "debemos trabajar juntos para eliminar
la pobreza y para corregir las distorsiones del sistema económico actual, que
concentra la riqueza en manos de unos pocos".
“Debemos animar a los Estados y a los atores en el
mundo empresarial a crear oportunidades de trabajo digno con salarios justos,
que permitan satisfacer las necesidades de las familias sin que sus hijos se
vean obligados a trabajar”.
“Debemos aunar nuestros esfuerzos para favorecer en
todos los países una educación de calidad y gratuita para todos, así como un
sistema sanitario accesible a todos indistintamente”
Gracias
por compartir competencias y compromiso
El Pontífice dijo que ve "un signo de gran
esperanza" en el hecho de que todos los actores sociales participen en
esta Conferencia, como los representantes de las organizaciones
internacionales, la sociedad civil, las empresas y la Iglesia". Y agradeció
a los participantes el esfuerzo de poner en común “la experiencia" y el
"compromiso" por esta causa "que es una verdadera cuestión de
civilización".
Un camino que el Papa animó a todos a continuar,
empezando por el Dicasterio dirigido por el cardenal Turkson, "que también
se encarga de promover el desarrollo de los niños", ampliando cada vez más
"la red de personas y organizaciones implicadas". Recordemos,
concluyó Francisco, las palabras de Jesús en el Evangelio: "Todo lo que
han hecho a uno solo de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo han
hecho".
Por ALESSANDRO
DI BUSSOLO/Vatican News
No hay comentarios.: