EL PAPA FRANCISCO LLEGÓ A MALTA, COMIENZA EL 36º VIAJE APOSTÓLICO
LA VALETA, Malta (2 Abril 2022).- El Pontífice aterrizó en tierra maltesa poco antes de las 10 de la mañana. Inicia así su 36° viaje apostólico internacional en el que el Sucesor de Pedro confirmará en la fe a los presentes en la isla, llegada y puerta de esperanza para muchos migrantes, en la que Pablo comenzó su labor evangelizadora tras un naufragio, como se relata en los Hechos de los Apóstoles.
A las 9.50 el avión A320 de la compañía aérea ITA
Airways con a bordo el Papa Francisco aterrizó en el aeropuerto internacional
de Malta, tras una hora y media de vuelo, donde tuvo lugar la ceremonia de
bienvenida.
Una peregrinación de menos de cuarenta y ocho horas
"breve, pero bella", como dijo el mismo Pontífice en el avión, donde,
saludando a los periodistas de su séquito, dijo que la idea de un viaje a Kiev
es una propuesta que está sobre la mesa.
Al tocar suelo maltés, el Pontífice fue recibido por
el Presidente de la República, George William Vella y su esposa. Dos niñas
vestidas con trajes típicos le ofrecieron flores. Como de costumbre, se
presentaron las delegaciones de ambos países y se escucharon los himnos.
Francisco se dirigió seguidamente hasta al Salón
Presidencial y Ministerial desde donde partió hacia el Palacio del Gran
Maestro, residencia oficial del presidente de Malta, en el centro de la
capital, La Valleta, donde tendrá lugar la visita de cortesía al Jefe de estado
maltés.
El Papa mantendrá también un breve encuentro con el
Primer Ministro del país, Robert Abela.
Finalmente, en la Sala del Gran Consejo del Palacio del Gran Maestro, se
reunirá con las Autoridades del país y tendrá su primer discurso en tierra
maltesa, mientras que por la tarde se trasladará a la Isla de Gozo para un
encuentro de oración en el Santuario Nacional de Ta' Pinu.
Durante el vuelo, el Santo Padre saludó a los
periodistas que lo acompañaban en el avión papal. De manos de la periodista Eva
Fernández, el Papa recibió un cuadro de un joven migrante, Daniel Jude
Okeoguale, que representa su naufragio en el que no pudo salvar a otros
migrantes que cruzaban con él Mediterráneo. Francisco se acordó de él, pues ya
había recibido otro cuadro suyo.
"No estoy seguro de que este cuadro refleje lo
que realmente siento, porque mi corazón sigue sangrando. Una parte de mi alma
fue arrancada el día del naufragio", afirma el joven en la explicación en
el reverso del cuadro. "Por más que extendí mis manos, no pude salvar a
mis hermanos de la muerte. El único que pude arrastrar al bote no quiso que lo
salvara cuando se dio cuenta de que no podría salvar a los demás. Su deseo era
ganar dinero en Europa para poder ayudar a su madre en Nigeria. Otro de mis
hermanos quería ser futbolista profesional. Otro soñaba con ser artista. Esa
noche, ante mis ojos, se ahogaron en el Mediterráneo. Estoy muy triste, pero
prometo no llorar".
El Pontífice aterrizó en tierra maltesa poco antes de
las 10 de la mañana. Inicia así su 36° viaje apostólico internacional en el que
el Sucesor de Pedro confirmará en la fe a los presentes en la isla, llegada y
puerta de esperanza para muchos migrantes, en la que Pablo comenzó su labor
evangelizadora tras un naufragio, como se relata en los Hechos de los Apóstoles
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A las 9.50 el avión A320 de la compañía aérea ITA
Airways con a bordo el Papa Francisco aterrizó en el aeropuerto internacional
de Malta, tras una hora y media de vuelo, donde tuvo lugar la ceremonia de
bienvenida.
Una peregrinación de menos de cuarenta y ocho horas
"breve, pero bella", como dijo el mismo Pontífice en el avión, donde,
saludando a los periodistas de su séquito, dijo que la idea de un viaje a Kiev
es una propuesta que está sobre la mesa.
Al tocar suelo maltés, el Pontífice fue recibido por
el Presidente de la República, George William Vella y su esposa. Dos niñas
vestidas con trajes típicos le ofrecieron flores. Como de costumbre, se
presentaron las delegaciones de ambos países y se escucharon los himnos.
Francisco se dirigió seguidamente hasta al Salón
Presidencial y Ministerial desde donde partió hacia el Palacio del Gran
Maestro, residencia oficial del presidente de Malta, en el centro de la
capital, La Valleta, donde tendrá lugar la visita de cortesía al Jefe de estado
maltés.
El Papa mantendrá también un breve encuentro con el
Primer Ministro del país, Robert Abela.
Finalmente, en la Sala del Gran Consejo del Palacio del Gran Maestro, se
reunirá con las Autoridades del país y tendrá su primer discurso en tierra
maltesa, mientras que por la tarde se trasladará a la Isla de Gozo para un
encuentro de oración en el Santuario Nacional de Ta' Pinu.
Durante el vuelo, el Santo Padre saludó a los
periodistas que lo acompañaban en el avión papal. De manos de la periodista Eva
Fernández, el Papa recibió un cuadro de un joven migrante, Daniel Jude
Okeoguale, que representa su naufragio en el que no pudo salvar a otros
migrantes que cruzaban con él Mediterráneo. Francisco se acordó de él, pues ya
había recibido otro cuadro suyo.
"No estoy seguro de que este cuadro refleje lo
que realmente siento, porque mi corazón sigue sangrando. Una parte de mi alma
fue arrancada el día del naufragio", afirma el joven en la explicación en
el reverso del cuadro. "Por más que extendí mis manos, no pude salvar a
mis hermanos de la muerte. El único que pude arrastrar al bote no quiso que lo
salvara cuando se dio cuenta de que no podría salvar a los demás. Su deseo era
ganar dinero en Europa para poder ayudar a su madre en Nigeria. Otro de mis
hermanos quería ser futbolista profesional. Otro soñaba con ser artista. Esa
noche, ante mis ojos, se ahogaron en el Mediterráneo. Estoy muy triste, pero
prometo no llorar".
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