THE NEW YORK TIMES: CUANDO EL EJÉRCITO DE ESTADOS UNIDOS INVADIÓ HAITÍ EN VERANO 1915, UN GRUPO DE MARINES ROBÓ DEL BANCO NACIONAL 500,000 DÓLARES EN ORO DINERO QUE DÍAS MÁS TARDE DESCANSABA EN UNA BÓVEDA BANCARIA DE WALL STREET

NUEVA YORK (16 Junio 2022).- Haití fue la primera nación libre de América Latina y el Caribe, la primera nación del mundo moderno nacida de una revuelta de esclavos, y la segunda república más antigua del hemisferio occidental. El pueblo haitiano derrocó a los colonialistas franceses en 1804, abolió la esclavitud y declaró la independencia.

 

La Revolución Haitiana se convirtió en la peor pesadilla de todas las metrópolis coloniales con posesiones en el Caribe, el fantasma de Saint-Domingue les arrebató el sueño durante muchos años a los dueños de esclavos.

 


Las potencias imperiales le impusieron al novel Estado un riguroso bloqueo cultural, económico y político para impedir la expansión de su ejemplo.

 

Dos décadas después de proclamada la independencia, en 1825, buques de guerra franceses regresaron, bloquearon a la joven nación y emitieron un ultimátum: o pagan una indemnización o alístense para la guerra.

 

Un emisario del rey Carlos X entregó la demanda. Francia exigía el pago de las propiedades confiscadas por la Revolución Haitiana: 150 millones de francos oro, unos 21 000 millones de dólares hoy, pagadera en cinco cuotas.

 

La joven nación tenía que compensar a los plantadores franceses por las propiedades y los esclavos que habían perdido.

 

El 17 de abril de 1825, el presidente haitiano Jean-Pierre Boyer firmó la Real Ordenanza de Carlos X, que les prometía reconocimiento diplomático francés a cambio de un arancel del 50 % de reducción a las importaciones francesas y la canallesca indemnización.

 

Para Haití era una cifra imposible de pagar, dadas las condiciones de su economía, así que debía enfrentarse al bloqueo naval y a una guerra devastadora, pero los «generosos» colonialistas hicieron una propuesta «imposible de rechazar».

 

Un grupo de bancos franceses ofreció un préstamo a Haití para que pudiera pagar. El resultado fue una doble deuda que, sumada a los intereses, desangró a un pequeño país que demoró nada menos que ¡122 años! en pagar su «deuda de la independencia».


El Presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson envió 330 marines a Puerto Principe que desembarcaron el 28 de julio de 1915. La orden específica del Secretario de la Armada al comandante invasión, Almirante William Bundy Deville, era «proteger los intereses estadounidenses y extranjeros». Sin embargo públicamente fue presentada como «misión para «restablecer la paz y el orden … [y] no tiene nada que ver con las negociaciones diplomáticas en el pasado o el futuro «, según comunicó el contralmirante Caperton7​

 

El 17 de noviembre de 1915, los marines capturaron Fort Riviere, un bastión de los rebeldes Cacos.


Para rematar, narra The New York Times, cuando el ejército estadounidense invadió Haití en el verano de 1915, un grupo de marines entró al banco nacional y robó unos 500 000 dólares en oro, dinero que días más tarde descansaba en una bóveda bancaria en Wall Street.

 

Estados Unidos, usando como pretexto el caos financiero y político que vivía la isla, la ocupó militarmente, dando continuidad a su política en la región. Haití quedó a cargo de un procónsul militar estadounidense.

 

Durante más de diez años, una cuarta parte de todos los ingresos de Haití se destinaron a pagar deudas al National City Bank, contraídas por el país gracias a la «ayuda del Gobierno estadounidense», según cita The Times.

 

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