CUBA PASA A LA OFENSIVA EN CONTROL DEL INCENDIO HISTÓRICO EN SUPERTANQUERO DE COMBUSTIBLES EN MATANZAS

MATANZAS, Cuba .- «Hoy ha sido el mejor día, victoria genera victoria», afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la tarde de ayer, desde el Puesto de Mando de Avanzada para el enfrentamiento al fuego en la zona industrial.

Entre miembros del Buró Político y del Secretariado del Comité Central del pcc, integrantes del Gobierno, jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, y autoridades de la provincia, el Jefe de Estado analizó los últimos detalles del combate al incendio.

Entre experimentados combatientes nuestros y expertos de la brigada venezolana que llegó en apoyo a Cuba, se escuchaban ideas diversas, confluyentes en un solo propósito. Una frase alentadora emergió: «Estamos pasando a la ofensiva».

Díaz-Canel comparó el paisaje del siniestro con el golpe arrasador de un volcán en erupción. Se conversó sobre explosiones, sobre presión del agua, sobre lo perdido y lo preservado; sobre los drones, que han sido tremenda herramienta.  



Al salir del recinto, para ir a otro punto más cercano al siniestro, el dignatario intercambió con el grupo de expertos venezolanos que trabajan codo a codo con sus hermanos de México y de Cuba. «Gracias por la confianza», dijo un hijo de la Patria bolivariana.

El escenario es el típico paisaje, en tonos grises, de la devastación, pero también del movimiento de hombres que no cesan de luchar contra el fuego. El mandatario reflexionó que solo el heroísmo ha hecho posible revertir la situación de desastre, e indagó sobre «lo más duro que queda por hacer». Fue entonces que un excepcional combatiente habló de cierta táctica imprescindible: Vigilancia y golpe al fuego, vigilancia y golpe al fuego…

Cubanos y mexicanos que han trabajado sin pausas en el escenario del desastre se acercaron para saludar a Díaz-Canel. A los hijos de la tierra de Benito Juárez el dignatario les expresó: «Muchas gracias por la solidaridad y por el apoyo». Desde los rostros serenos y curtidos de los interlocutores se escuchó una voz: «Venimos con todo el corazón a apoyar al pueblo de Cuba. Estamos a la orden».

«Lo han hecho muy bien», valoró el Jefe de Estado, en medio de un paisaje estremecido por camiones gigantes, salpicado de aire caliente y transido de polvos oscuros, ocupado por seres humanos que llevan sobre sí las trazas del trabajo descomunal y la carga de una voluntad a prueba de volcanes.

El pueblo cubano no ha perdido sus virtudes

Periodistas preguntaron a Díaz-Canel si este martes había sido el mejor de los terribles días que se han vivido, y sobre su idea de que victoria genera victoria. El mandatario reflexionó: «Yo creo que sí (que ha sido el mejor de los días), para no decir que ha sido el menos malo de los días; pero ha sido un día bueno, realmente, y tiene que ver mucho con cosas que han ocurrido y cosas que hemos visto precisamente en este lugar».

 

Valoró que se ha logrado un control, pudiera decirse en una primera etapa del enfrentamiento al incendio, y dijo que tal logro «tiene que ver con la estrategia trazada de conjunto entre las fuerzas cubanas, las mexicanas y las venezolanas».

Destacó que hubiesen podido crearse «todas las capacidades de bombeo de agua que se necesitaban para enfrentar la magnitud de este incendio», y explicó que para eso «hubo que hacer muchos trabajos técnicos, tuvimos que recibir plantas de bombeo, de Venezuela y de México, con determinadas especificaciones y, además, rehabilitar parte del sistema dañado aquí por los incendios, y hacer un grupo de transformaciones».

Creatividad en el terreno, improvisación de estructuras, conexiones para unificar técnicas diversas; de tales labores hizo mención el Presidente, quien también habló sobre la búsqueda de lugares donde emplazar bombas hidráulicas con las cuales extraer la mayor cantidad de agua posible.

El Primer Secretario reconoció el esfuerzo «de los constructores y los trabajadores hidráulicos, que han creado todos estos muros de contención con arena, que fueron los que impidieron, en los momentos más complejos, que se propagaran las llamas del incendio, sobre todo las que venían con los arrastres de combustible incendiado hacia objetivos fundamentales».

De igual manera, destacó «el trabajo de las fuerzas del Ministerio del Interior, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de nuestros bomberos, de los compañeros que han estado operando sin descanso en los helicópteros –y los helicópteros han sido decisivos aquí con el rociado de agua para apagar los incendios–»; y puso énfasis en «las tropas de Venezuela y de México, que vinieron con un enorme compromiso, independientemente del mandato de sus presidentes, del mandato de sus instituciones».

Sobre esa fuerza amiga, Díaz-Canel afirmó que el compromiso de esos hermanos «uno lo ve cuando se expresan, cuando saludan, cuando conversan». Ellos, definió, «vinieron también con un compromiso de pueblo, con un compromiso que está marcado por la amistad entre nuestras patrias, nuestros pueblos y nuestros gobiernos». Elogió el ambiente de trabajo y la complementación entre todos, claves para llegar a los resultados de ayer.

El presidente informó que resulta vital que «la confianza por el resultado no nos quite capacidad de pensamiento», porque la experiencia en este tipo de eventos, dijo, deja en claro que «todavía quedan posibilidades de que el combustible vuelva a incendiarse; por lo tanto, hay que seguir trabajando en apagar lo que está encendido, y después, con vigilancia y con unas tecnologías, donde se remueva el combustible, donde se siga enfriando y se apliquen otras sustancias químicas para evitar que resurjan los fuegos».

En la medida en que se avance, y en el menor tiempo posible, expresó, «podremos entrar entonces a recuperar a las víctimas». Lo hizo en alusión a «los bomberos que ofrendaron sus vidas en el primer momento de enfrentamiento a este siniestro». Es un momento, reflexionó, «que tiene que ver mucho con el dolor de las familias que han estado durante días en la angustia, esperando saber de sus seres queridos. Yo creo que va a ser un momento duro, difícil, para el cual también tenemos que estar preparados. Tenemos que brindar todo el apoyo a esas familias».

Como misiones futuras, y en cuanto puedan acometerse, el Presidente habló de hacer un levantamiento «de todos los daños y de todas las afectaciones», para entonces «programar los trabajos de restauración». Díaz-Canel compartió esta certeza: «Vamos a recuperar esta base de supertanqueros».

Enunció que la dirección del país y todas las autoridades responsables siguen de cerca la situación de la contaminación, «para que haya la menor afectación posible», para mitigar esa polución que persistirá mientras se combate el fuego.

«De manera integrada se están trabajando todos los temas. Hoy es el día en que tenemos más seguridad de que estamos cerca de la victoria», aseveró el mandatario, e hizo hincapié: «Ha sido un día de victoria en el enfrentamiento (al fuego), y victoria genera victoria, así que yo creo que estaremos en el menor tiempo posible en condiciones de salir de este suceso». Alertó que queda por delante un trabajo arduo y de recuperación.

Díaz-Canel reconoció, una vez más, por «todo el apoyo que ha dado la prensa», por «lo efectiva, lo objetiva, lo creativa que ha sido, y sobre todo por cómo se han apoyado en las bellas historias de vida que hay aquí, de entrega, de trabajo, de muchos de los protagonistas que están en los escenarios fundamentales y que ustedes han sabido reflejar desde el punto de vista emocional, sentimental. Eso da mucha credibilidad en lo que se está haciendo».

Del pueblo matancero, el dignatario valoró que ha sido muy disciplinado, y en su reflexión no obvió que ha habido «mucho ataque en redes sociales, mucha falsa noticia, incitación a desconfiar, y eso podía haber provocado un desorden, alguna desconfianza»; pero, resaltó, los matanceros, además de mostrar disciplina, han participado, han donado sangre, han tenido múltiples gestos de entrega y de solidaridad.

El Presidente habló después del pueblo de Cuba: «Aquí ha llegado gente de casi todo el país», y enumeró el trabajo de las cooperativas, de los trabajadores por cuenta propia, de las mipymes, de las instituciones estatales, de las organizaciones de masas.

Declaró que «eso ha ido dando una demostración de que el pueblo cubano no ha perdido virtudes, al contrario, y lo demuestra en los momentos en que hay que realmente demostrarlo: solidaridad, amor, confianza, apoyo, y voluntad, mucha voluntad y mucho compromiso.

«Así vamos a seguir venciendo, adversidad tras adversidad, y victoria tras victoria», aseguró.

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