EN COREA DEL SUR NANCY PELOSI Y KIM JIN PYO NO ACEPTARON PREGUNTAS DE LOS PERIODISTAS
SEÚL, Corea del Sur (4 Agosto 2022).- Tras enojar a China con su visita a Taiwán, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, se reunió hoy con líderes políticos de Corea del Sur en Seúl, pero evitó realizar declaraciones públicas directas que pudiesen avivar las ya elevadas tensiones regionales.
Pelosi, que es la primera persona en su cargo que visita Taiwán en 25 años, dijo ayer en Taipéi que el compromiso estadounidense con la democracia en la isla autónoma y en otras partes del mundo “sigue siendo férreo”. En respuesta, China inició hoy maniobras militares, que incluirán lanzamiento de misiles, en seis zonas en torno a Taiwán, en lo que podrían ser sus mayores ejercicios de este tipo desde mediados de la década de 1990.
Luego de la visita a la isla, Pelosi y los otros
miembros del Congreso que la acompañan en la gira asiática, volaron a Corea del
Sur, un aliado clave de Washington, donde hay alrededor de 28,500 soldados
estadounidenses desplazados, anoche. La delegación, que ya visitó Singapur y
Malasia, realizará una última parada en Japón antes de regresar a Estados
Unidos.
En Seúl, Pelosi se reunió con el presidente de la
Asamblea Nacional surcoreana, Kim Jin Pyo, y con otros altos cargos del
Parlamento hoy. Tras un encuentro de una hora, la mandataria estadounidense
habló sobre la alianza bilateral entre ambas naciones, forjada con sangre
durante la Guerra de Corea de principios de los 50, y de los esfuerzos legislativos
para respaldar el refuerzo de esos lazos, pero no mencionó directamente su
estancia en Taiwán ni las protestas chinas.
“También
venimos a decirles que una amistad, una relación que nació de la urgencia y la
seguridad hace muchos, muchos años, se ha convertido en la más cálida de las
amistades", señaló Pelosi durante una conferencia de prensa conjunta con
Kim. “Queremos avanzar en la seguridad, en la economía y en la gobernanza de
forma interparlamentaria".
Ni Pelosi ni Kim aceptaron preguntas de los
reporteros.
Kim indicó que él y Pelosi comparten la preocupación
por las crecientes amenazas nucleares de Corea del Norte. Además, apuntó que
acordaron respaldar el esfuerzo de sus gobiernos para lograr la
desnuclearización y la paz en la península a través de una firme disuasión
contra Pyongyang y de la diplomacia.
Pelosi y su delegación hablaron después por teléfono
con el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, acerca de la alianza y de política
exterior, entre otros asuntos. Yoon está de vacaciones esta semana, pero los
críticos lo acusan de evitar de forma intencionada una reunión cara a cara con
la funcionaria estadounidense por consideración hacia China, que es el mayor
socio comercial del país.
Durante la conversación, ni los congresistas
estadounidenses ni el mandatario surcoreano hablaron sobre Taiwán, según la
oficina presidencial.
En los últimos años, Seúl ha tratado de encontrar el
equilibrio entre Washington y Beijing a medida que la rivalidad entre las dos
mayores economías del mundo aumentaba. Yoon, que es conservador, asumió la
presidencia en mayo con la promesa de reforzar la alianza militar con
Washington y asumir una postura más firme hacia las provocaciones del país
vecino.
Más tarde en el día, Pelosi tiene previsto visitar una
zona de la frontera entre las Coreas, controlada en forma conjunta por Corea
del Norte y el Comando de la ONU encabezado por Estados Unidos, dijeron las
autoridades surcoreanas. Si la visita se materializa, sería la funcionaria
estadounidense de mayor nivel que acude al Área de Seguridad Conjunta (JSA, por
sus siglas en inglés) desde el expresidente Donald Trump, que fue allí en 2019
para reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
Yoon manifestó que la visita de Pelosi a la JSA
demostraría “una fuerte disuasión contra Corea del Norte" por parte de los
aliados, afirmó Kim Tae-hyo, asesor adjunto de seguridad nacional de la
presidencia.
Ubicada en la Zona Desmilitarizada, una zona neutral
de 4 kilómetros (2.5 millas) de ancho creada al concluir la Guerra de Corea, la
JSA ha sido testigo de derramamientos de sangre y de numerosas conversaciones.
Presidentes de Estados Unidos y otros funcionarios han viajado al lugar y a
otras zonas fronterizas para reafirmar su compromiso con la seguridad del Sur.
Es probable que cualquier declaración de Pelosi
crítica con el Norte reciba una respuesta furiosa por parte de Pyongyang. Ayer,
la cancillería norcoreana criticó a Washington por el viaje de la funcionaria a
Taiwán y dijo que “la situación actual muestra claramente la interferencia
descarada de Estados Unidos en los asuntos internos de otros países”.
La visita de Pelosi a Taiwán enojó a China, que
considera que la nación insular es una provincia escindida que debe anexionarse
por a fuerza si fuese necesario. Beijing considera que las visitas de líderes
extranjeros a Taipéi son un reconocimiento de su soberanía.
China y Taiwán, que se dividieron en 1949 tras una
guerra civil, no tienen relaciones diplomáticas oficiales, pero sí vínculos
comerciales por miles de millones de dólares.
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