DOHA, Qatar (30 Noviembre 2022).- Los jugadores de Túnez compitieron como si cada minuto que transcurrieran en la cancha del Estadio de la Ciudad de la Educación consumiera el partido —la noche— más importante de sus vidas.
Khazi, Ben Silmane, Skhiri, Laïdouni y el resto de sus
amigos pelearon cada balón con el afán y el desparpajo de quien ya no tiene
nada que perder. Medio eliminados como llegaron a la última fecha del Grupo D,
se concentraron en demostrarse a sí mismos que sabían lo que hacían con una
pelota.
No fue a base de fuerza si no de ingenio como
desnudaron a los suplentes del campeón mundial, justamente derrotados en un
partido que no controlaron jamás hasta que no entraron Rabiot y Griezmann para
poner orden.
Túnez, que perdió ante Australia 1-0 y empató ante
Dinamarca 0-0, quedó eliminada con cuatro puntos en un trámite que Didier
Deschamps empleó para que los suplentes de Francia se sintieran partícipes de
la aventura en Qatar.
Desde Mandanda, el portero, hasta Kolo, el punta, el
seleccionador desplegó a la segunda unidad. Solo mantuvo a Tchouaméni y Varane
entre los titulares y alineó a Camavinga en el lateral izquierdo, en un intento
de preparar al joven interior madridista para las eventualidades que puedan
sobrevenir en el futuro. La baja de Lucas Hernández, lesionado en la primera
jornada, exige avispar recambios para su hermano Théo.
Pronto afloraron las dificultades. Francia no
conseguía salir jugando. Túnez la acorralaba en su área. La multitud,
mayoritariamente musulmana, se sintió hermanada con los resistentes tunecinos,
resueltos desde el principio a avanzar asociándose con pases cortos. Los
decibelios de la pitada se dispararon cuando Ghandri, a la salida de una falta
lateral, envió el balón a la red y el árbitro decretó fuera de juego.
El 1-0 se produjo por fases. Como una secuencia en
cámara lenta, cerca de la hora de partido Skhiri le robó un balón a Fofana tras
varios segundos de pugna, Tchouaméni tardó en auxiliar a su pareja en el pivote
y Laïdouni envió el balón en un pase raso y vertical que no encontró el pie de
ningún centrocampista ni central francés. Khazri lo embocó junto al palo con un
toque suave.
Alarmado ante el meneo, Deschamps metió a Griezmann,
Rabiot, Mbappé, Dembélé y Saliba. Entre todos asediaron el arco de Túnez. Reinó
el alboroto más que el buen juego. En el minuto 97 marcó Griezmann y el VAR lo
anuló por fuera de juego. Después de varios minutos de expectación, la
muchedumbre celebró jubilosa.
Por
DIEGO TORRES/El País
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