EL HOSPITAL CHUIYANGLIU DE BEIJING SE QUEDA SIN CAMAS PARA PACIENTES POR REPUNTE DE CASOS DE COVID-19
BEIJING, China (5 Enero 2023).- Los pacientes, en su mayoría ancianos, esperaban tendidos en camillas en los pasillos y recibían oxígeno sentados en sillas de ruedas en pleno repunte de los casos de COVID-19 en la capital de China.
El jueves, el hospital Chuiyangliu de Beijing estaba
atestado de paciente recién llegados. A media mañana ya no había más camas
vacías, aunque las ambulancias seguían llevando enfermos al centro.
El personal de enfermería y los doctores se apuraban
para recabar información y clasificar los casos más urgentes.
El aumento de los casos graves que necesitan atención
hospitalaria se produce luego que el gobierno chino retirase el mes pasado la
mayoría de sus estrictas restricciones contra la pandemia tras cerca de tres
años de cuarentenas, prohibiciones de viaje y cierres de escuelas, que tuvieron
un elevado impacto económico y provocaron protestas callejeras inéditas desde
finales de la década de 1980.
La Unión Europea avanzó este miércoles hacia la
exigencia de pruebas negativas de covid-19 a todos los viajeros de China que
lleguen a territorio comunitario, en respuesta al auge de contagios en el
gigante asiático.
Coincidiendo con el brote, la Unión Europea “animó
encarecidamente” a sus países miembro el miércoles a exigir que los pasajeros
procedentes de China se sometan a una prueba de detección del virus antes de
salir del país.
En la última semana, los países comunitarios han
reaccionado a la situación en el gigante asiático con una amplia variedad de
restricciones para quienes viajen desde allí, a pesar de su compromiso inicial
de actuar unidos.
Italia, el primer país europeo en registrar víctimas
mortales debido a la pandemia a principios de 2020, fue también en el primero
en exigir pruebas negativas de COVID-19 en vuelos procedentes de China, pero
Francia y España no tardaron en adoptar sus propias medidas. Esto siguió a la
exigencia de Estados Unidos de presentar un resultado negativo obtenido en las
48 horas previas al viaje.
China ha advertido de “contramedidas” si ese tipo de
medidas se extienden por toda la UE.
Por su parte, el director de la Organización Mundial
de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó el miércoles su preocupación
por la falta de datos por parte del gobierno chino acerca del brote.
En una conferencia de prensa el jueves, el portavoz
del Ministerio de Exteriores de China, Mao Ning, dijo que Beijing ha
“compartido información y datos con la comunidad internacional de forma abierta
y transparente”.
“En este momento, la situación del COVID-19 en China
está bajo control”, agregó Mao. “Además, esperamos que la secretaría de la OMS
adopte una posición objetiva e imparcial, basada en la ciencia, para jugar un
papel positivo en el tratamiento de la pandemia a nivel mundial”.
Para hacer frente al último brote, China ha tratado de
aumentar la vacunación entre los ancianos, pero sus esfuerzos se han visto
obstaculizados por escándalos pasados relacionados con medicamentos faltos y
avisos precios sobre reacciones adversas a la vacuna entre esa parte de la
población.
También se considera que las vacunas desarrolladas en
China son menos eficaces que las de ARN mensajero utilizadas en gran parte del
mundo.
A pesar de las preocupaciones, Hong Kong anunció que
reabrirá su frontera con la china continental el domingo y permitirá que
decenas de miles de personas crucen a diario sin necesidad de cuarentena. Las
restricciones para quienes viajen al territorio continental no estaban claras.
Gran parte de los puestos fronterizos terrestres y
marítimos entre el territorio semiautónomo y China llevan casi tres años
cerrados y se espera que la reapertura proporcione un impulso muy necesario a
los sectores turístico y minorista de Hong Kong.
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