EL SILICON VALLEY BANK COLAPSÓ EL VIERNES, ERA UNA CRIATURA ÚNICA EN EL MUNDO BANCARIO
NUEVA YORK (13 Marzo 2023).- ¿Puede Washington salir al rescate de los depositantes del Silicon Valley Bank? ¿Es una opción políticamente posible?.
Esas fueron algunas de las preguntas que circularon el
domingo en Washington en momentos en que los legisladores intentaban averiguar
si el gobierno federal — y sus contribuyentes — deberían rescatar al banco colapsado
que operaba principalmente en Silicon Valley, con toda su riqueza y poder.
Importantes personalidades y ejecutivos de Silicon
Valley han estado apretando el enorme botón de pánico, diciendo que, si
Washington no sale al rescate de los depositantes de Silicon Valley, es posible
que haya más pánico bancario esta semana.
"El gobierno tiene alrededor de 48 horas para
corregir un error que pronto será irreversible", tuiteó Bill Ackman, un
destacado inversionista de Wall Street. Ackman ha aseverado que no tiene
depósitos en Silicon Valley Bank, pero que invierte en empresas que sí los tienen.
Algunas otras personalidades de Silicon Valley han
sido aún más grandilocuentes.
"El lunes, 100,000 estadounidenses harán fila en
su banco regional exigiendo su dinero; la mayoría no lo recibirá",
escribió Jason Calacanis en Twitter. Calacanis, un inversionista en tecnología,
ha sido una figura cercana a Elon Musk, que recientemente se hizo cargo de la
red social.
Silicon Valley Bank colapsó el viernes, cuando
temerosos depositantes retiraban miles de millones de dólares de la institución
en cuestión de horas, obligando a los reguladores bancarios federales a cerrar
de manera urgente el banco a mitad de la jornada laboral para evitar el pánico
bancario. Se trata del segundo peor colapso bancario en la historia de Estados
Unidos, solo detrás del de Washington Mutual durante el punto más alto de la
crisis financiera de 2008.
Silicon Valley Bank era una criatura única en el mundo
bancario. El 16to banco más grande del país ofrecía servicios principalmente a
startups tecnológicas, empresas de capital de riesgo y empleados bien pagados
de la industria tecnológica, como lo implica su nombre. Debido a esto, la gran
mayoría de los depósitos en el Silicon Valley Bank eran en cuentas
empresariales con saldos muy por encima del límite asegurado de US$250,000.
Su colapso ha provocado que más de US$150,000 millones
en depósitos queden ahora congelados en quiebra, lo que significa que las
startups y otros negocios podrían no tener acceso a su dinero por mucho tiempo.
Trabajadores de la Corporación Federal de Seguro de
Depósitos (FDIC, por sus iniciales en inglés), la agencia que asegura los
depósitos bancarios menores a US$250,000, han estado todo el fin de semana en
busca de un posible comprador de los activos del banco. Ha habido múltiples
ofertas por los activos, pero hasta la mañana del domingo, seguían en custodia
del gobierno federal.
A pesar del pánico proveniente de Silicon Valley, no
hay indicios de que el colapso bancario pueda conducir a una crisis similar a
la de 2008. El sistema bancario del país se encuentra en buena forma, cuenta
con más capital que en cualquier otro momento de su historia, y se ha sometido
a varias pruebas de estrés que demuestran que el sistema en general podría
resistir incluso a una recesión económica considerable.
Más aún, parece que la quiebra de Silicon Valley Bank
es una situación única en que los ejecutivos del banco tomaron malas decisiones
comerciales al comprar bonos justo cuando la Reserva Federal estaba a punto de
aumentar las tasas de interés, y el banco estaba particularmente expuesto a una
industria en particular que ha vivido una severa contracción en el último año.
Los inversionistas han estado buscando bancos en
situaciones similares. Las acciones de First Republic Bank, un banco que
atiende a las empresas ricas y del sector tecnológico, cayeron casi un tercio
en dos días. PacWest Bank, un banco con sede en California que atiende a
pequeñas y medianas empresas, se desplomó un 38% el viernes.
En una señal de lo incierto que resulta ser para estos
bancos medianos, First Republic Bank envió el domingo un email a sus clientes
para reiterar que está bien capitalizado y que no tiene problemas de liquidez
que puedan causar un impacto en el banco.
Si bien resulta muy inusual, estaba claro que una
quiebra bancaria de estas dimensiones estaba causando preocupación. La
secretaria del Tesoro, Janet Yellen, al igual que la Casa Blanca, ha estado
"observando de cerca" los acontecimientos; el gobernador de
California ha hablado con el presidente Joe Biden y ahora se han propuesto proyectos
de ley en el Congreso estadounidense para aumentar el límite de seguro de la
FDIC para proteger temporalmente a los depositantes.
"He estado trabajando todo el fin de semana con
nuestros reguladores bancarios a fin de diseñar políticas apropiadas para
abordar esta situación", dijo Yellen en entrevista con el programa
"Face the Nation" el domingo.
Pero Yellen dejó en claro en su entrevista que si
Silicon Valley espera que Washington venga a rescatarlo, se equivoca. Cuando se
le preguntó si se está planeando un rescate, Yellen dijo: "No vamos a
hacer eso de nuevo".
"Pero estamos preocupados por los depositantes y
estamos enfocados en tratar de satisfacer sus necesidades", agregó.
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