PAPA FRANCISCO: "SANTÍSIMA VIRGEN MAGNA DOMINA HUNGARORUM, MIRA A LOS PUEBLOS QUE MÁS SUFREN. MIRA SOBRE TODO AL CERCANO Y MARTIRIZADO PUEBLO UCRANIANO Y AL PUEBLO RUSO, CONSAGRADOS A TÍ"
BUDAPEST (30 Abril 2023).- A la hora del Regina Caeli, tras la misa en la plaza Kossuth Lajos de Budapest, el Pontífice rezó a la Virgen encomendándole al pueblo húngaro, el futuro de todo el continente europeo y, en especial, a los pueblos ucraniano y ruso "consagrados a Ti".
De pie, ante el icono de la Virgen, Magna Domina Hungarorum, venerada como patrona y protectora de Hungría, el Papa elevó una súplica universal por el continente europeo, desgarrado por conflictos, divisiones, tensiones, perspectivas nefastas para el futuro.
“Santísima Virgen, mira a los pueblos que más sufren. Mira sobre todo al cercano y martirizado pueblo ucraniano y al pueblo ruso, consagrados a ti”.
El Papa rezó el Regina Caeli con los 50.000 fieles congregados en la plaza Kossuth Lajos de Budapest, último acto de la mañana antes de trasladarse a la Nunciatura. Antes de la oración mariana, se dirigió a la Virgen, a cuyo Corazón Inmaculado, el 25 de marzo de 2022, había consagrado Rusia y Ucrania, implorando el fin del conflicto. Y hoy volvió a pedir su intercesión.
“Tú eres la Reina de la paz, continuó el Obispo de Roma, infunde en los corazones de los hombres y de los responsables de las naciones el deseo de construir la paz, de dar a las jóvenes generaciones un futuro de esperanza, no de guerra; un futuro lleno de cunas, no de tumbas; un mundo de hermanos, no de muros”.
Antes de dirigirse a la Madre de Dios, el Pontífice agradeció a sus hermanos obispos, sacerdotes, consagradas y consagrados, “y a todo el amado pueblo húngaro, por la acogida y el afecto que he sentido en estos días”. Manifestó también su gratitud “a los que han venido desde lejos y a los que han trabajado tanto y tan bien por esta visita.
A todos les digo”: köszönöm, Isten fizesse! [¡gracias, que Dios los recompense!]
El Papa no olvidó a los enfermos y los ancianos, a quienes no pudieron estar presentes, a quienes se sienten solos y han perdido la fe en Dios y la esperanza en la vida. “Estoy cerca de ustedes, rezo por ustedes y los bendigo”, les aseguró.
En primer lugar la caridad
A los diplomáticos y a los hermanos y hermanas de otras confesiones cristianas, el Papa les agradeció “por su presencia” y “porque en este país diversas confesiones y religiones se encuentran y se sostienen recíprocamente”. Y añadió:
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