EL PAPA RECIBE A LOS CLÉRIGOS BARBANITAS Y LES EXHORTÓ A QUE "CORRAN COMO LOCOS HACIA DIOS Y HACIA LOS DEMÁS"
CIUDAD DEL VATICANO (29 Mayo 2023).- El Papa Francisco recibió en audiencia a los Clérigos Regulares de San Pablo, conocidos como Barnabitas, y a la familia espiritual vinculada a ellos, recordando la exhortación de su fundador, San Antonio María Zacarías: "Corran como locos hacia Dios y hacia los demás". Jamás el proselitismo: debemos llevar el espíritu "vivo" de Jesús no estando sentados en un sillón, sino saliendo con alegría hacia todos.
La ocasión del encuentro del Santo Padre con los
Clérigos Regulares de San Pablo (Barnabitas) y la familia espiritual de San
Antonio María Zacarías fue el 125° aniversario de la canonización de su
fundador y con vistas a los dos importantes Capítulos Generales. Una familia
variada, formada por religiosos, religiosas y laicos reunidos – tal como
explicó el Santo Padre – en tres "colegios", según la definición de
san Zacarías, "todos animados por el espíritu apostólico de San
Pablo" y comprometidos en distintas partes del mundo.
Correr hacia Dios
El Pontífice recordó que San Antonio María solía decir
a sus seguidores: "¡Tienen que correr como locos! Correr hacia Dios y
hacia los demás!" y de esta exhortación Francisco les dijo que deseaba
profundizar tres aspectos. En primer lugar “correr hacia Dios”, porque la
relación con el Señor es la base de la misión. De hecho, el santo fundador la
había cultivado “de modo especial meditando la Palabra de Dios”, Y añadió:
“Este tipo de relación con Cristo es también
fundamental para nosotros, para decir a todos, habiéndolo experimentado
personalmente, que la vida no es la misma con o sin el Señor, y esto para poder
seguir ‘corriendo hacia la meta’, como dice San Pablo, e implicar en esta
carrera a las personas que nos han sido confiadas. Nuestro anuncio misionero no
es proselitismo – lo subrayo mucho– sino compartir un encuentro personal – si
se quiere, el Señor es así, esto es vida, pero no proselitismo – ¡que nos ha
cambiado la vida! Sin esto, no tenemos nada que proclamar, ni un destino hacia
el que caminar juntos”
Evangelizar no es hacer proselitismo
Sobre la tentación del proselitismo, el Papa relató
espontáneamente una experiencia personal suya, cuando al final de un encuentro
con jóvenes se encontró con una señora que acompañaba a dos de ellos:
“Y esta señora, que hablaba español, me dijo: 'Padre,
estoy contenta porque he convertido a estos dos: éste viene de tal sitio y éste
viene de tal otro'. Yo me enfadé, ¿saben? y le dije: 'Tú no has convertido
nada, has faltado al respeto a estas personas: no los has acompañado, has hecho
proselitismo y eso no es evangelizar'. ¡Estaba orgullosa de haber convertido!
Cuidado con distinguir bien la acción apostólica del proselitismo: nosotros no
hacemos proselitismo. El Señor nunca hizo proselitismo”
Correr hacia los demás
El segundo aspecto, igualmente fundamental, es
"correr hacia los demás", lo que significa no encerrarse en uno
mismo, sino mirar hacia fuera para llevar el Evangelio a todos. No hacerlo –
advirtió Francisco – sería imitar el comportamiento de un atleta que se entrena
constantemente pero nunca compite. Poco a poco perdería el entusiasmo, y así el
discípulo de Jesús se convertiría en un discípulo triste. Pero "¡nosotros
no queremos convertirnos en discípulos tristes!", señaló el Papa y planteó
una pregunta:
“¿Está dentro de mí ese gusano de tristeza? Yo,
religioso, religiosa, laico, ¿dejo a veces que ese gusano se meta ahí dentro?
Alguien decía que un cristiano triste es un triste cristiano: es verdad. Pero a
nosotros, los consagrados, la tristeza no nos debe entrar, y si alguien siente
esa tristeza, que vaya inmediatamente ante el Señor y pida luz, y pida a algún
hermano o hermana que lo ayude a salir de ella”
Abrirse a nuevas formas de anuncio
El Papa citó la experiencia de San Pablo quien,
hablando de su apostolado, decía: "No puedo prescindir, y ay de mí si no
anuncio a Cristo".
“¡Ay de nosotros si no anunciamos a Cristo! Por eso
los animo a avanzar en la dirección que indica su carisma: ‘Llevar por todas
partes el Espíritu vivo de Cristo’. El Espíritu ‘vivo’ de Cristo es el que
conquista el corazón, el que no los hace sentarse en su sillón, sino que los
hace ir hacia los hermanos, con una mochila ligera y una mirada llena de
caridad”
Llevar este Espíritu a todas partes, sin excluir a
nadie y abriéndose también a nuevas formas de apostolado, en un mundo que
cambia y que necesita mentes flexibles y abiertas, y caminos de investigación
compartidos, para identificar las formas adecuadas de transmitir el único
Evangelio de siempre.
Correr como locos
“Deben correr como locos", decía san Antonio
María Zacarías, que no quería decir "locos que corren", precisó
Francisco. El Papa tradujo esto en la expresión “coraje creativo”, que
significa ir más allá de lo que uno siempre ha hecho y encontrar nuevas formas
de hacerse a sí mismo, citando de nuevo las palabras de San Pablo: “Todo para
todos, para salvar a toda costa a alguien”. Y comentó:
“San Antonio María tuvo este coraje, dando vida a
instituciones nuevas para su época: una congregación de reforma del clero, en
un tiempo en que tantos eclesiásticos se habían acostumbrado a una vida cómoda
y acomodada; una congregación religiosa femenina no claustral, dedicada a la
evangelización, en un tiempo en que la vida consagrada para las mujeres era
sólo de clausura; una congregación de misioneros laicos comprometidos
activamente en el anuncio, en un tiempo en que dominaba un cierto clericalismo”
Eran todas novedades – dijo el Papa – tanto que San
Zacarías sintió la necesidad "de venir a dar cuenta de ellas a Roma",
demostrando su voluntad de permanecer dentro de la Iglesia "aceptando
correcciones y recordatorios, tratando de explicar e ilustrar las razones de
sus elecciones y custodiando la comunión en la obediencia".
Hacerlo todo juntos como comunidad
Francisco les recordó, por último, la importancia para
la familia espiritual fundada por San Zacarías de "hacerlo todo
juntos", de "vivir, trabajar, rezar, sufrir y regocijarse juntos como
una comunidad" y concluyó:
“La comunión en la vida y en el apostolado es, en
efecto, el primer testimonio que están llamados a dar, sobre todo en un mundo
dividido por luchas y egoísmos. Esta está escrita en el ADN de la vida
cristiana y del apostolado: ‘Para que todos sean uno’, ‘ut unum sint’, como oró
el Señor”.
Por ANDREA MASOTI/Vatican News
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