CONDENAN ACTIVISTAS CLIMÁTICOS AL PAGO DE 28 MIL 248 EUROS A GOBERNACIÓN DE CIUDAD DEL VATICANO POR DAÑOS A ESCULTURA DE LAOCOONTE
CIUDAD DEL VATICANO (14 Junio 2023).- El tribunal vaticano declaró culpables a los dos activistas climáticos de "Última Generación" que el 18 de agosto de 2022 pegaron sus manos a la base del grupo escultórico realizado en torno al año 40 antes de Cristo. Pero la pena de nueve meses de cárcel y 1.500 euros de multa fue suspendida, al igual que la multa para la tercera activista que los filmó. No así la indemnización por daños y perjuicios, juzgados permanentes por los restauradores del Museo.
Los dos activistas climáticos de "Última
Generación", que el 18 de agosto de 2022 habían pegado sus manos a la base
del grupo escultórico del Laocoonte, de alrededor del año 40 a.C., en torno al
cual se fundaron los Museos Vaticanos hace más de 500 años, han sido declarados
culpables y condenados por el Tribunal Vaticano a nueve meses de prisión y a
una multa de 1.500 euros, por el delito de daños agravados, y a pagar 28.148
euros en concepto de daños y perjuicios a la Gobernación de la Ciudad del
Vaticano. La ejecución de la sentencia, sin embargo, para Guido Viero, de 62
años, y Ester Goffi, de 26, queda en suspenso durante cinco años, y por dos
años se impone una multa de 120 euros a Viero y Laura Zorzini, la otra
activista que filmó con sus teléfonos móviles a los dos acompañantes, que se
resistieron a la orden de la gendarmería vaticana de seguirles hasta el
interior de las oficinas.
La fiscalía había pedido 2 años y 3.000
euros de multa
Así terminó en la tarde del 12 de junio, después de
tres audiencias, con una sentencia pronunciada por el Presidente del Tribunal,
Giuseppe Pignatone, poco antes de las 16.30 horas, el juicio abierto el 9 de
marzo de este año. La promotora de justicia Catia Summaria había solicitado,
para los dos principales acusados, una pena de 2 años y 5 días para Viero y de
2 años para Goffi, con una multa de 3.000, y un mes de arresto para Zorzini.
Como alternativa, en caso de suspensión de la pena, había pedido que se
supeditara a una indemnización por daños y perjuicios. Viero y Goffi, además de
pagar daños y perjuicios, también tendrán que pagar las costas judiciales y los
honorarios de los abogados del demandante civil, la Gobernación, liquidada con
mil euros.
Abogados defensores: sólo un
embadurnamiento
Los defensores, designados de oficio, habían
solicitado en cambio la absolución porque el hecho no constituye delito. Rita
Claudia Baffioni, por Viero, habló de "ensuciamiento" y no de daños,
subrayando que el saldo final de los gastos de restauración fue de 3148 euros,
frente a los 150 mil del presupuesto. La de los dos activistas, además, es
culpa simple, no consciente y ni siquiera dolo eventual, porque han declarado
repetidamente, también ante el tribunal, que nunca pretendieron con sus actos
"dañar ni a personas ni a objetos". La abogada de Goffi, Cristiana
Arru, reiteró el argumento de la defensa de que la base y la obra, "de
valor inconmensurable", no pueden ponerse al mismo nivel, porque incluso
el principal testigo de cargo, el jefe del laboratorio de restauración de
mármol y piedra de los Museos Vaticanos, Guy Devereux, había hablado del bloque
de mármol como un mero marco para permitir el traslado de la obra y no dañarla.
El restaurador también admitió haber trabajado menos de lo previsto, con una
ligera intervención estética.
Las conclusiones de la fiscalía
El promotor Summaria, al justificar las penas
solicitadas, cuestionó las declaraciones de Viero en la sala del tribunal, en
las que denunciaba la falta de asistencia del Estado italiano a los ciudadanos
para protegerlos de catástrofes medioambientales como la última inundación de
Romaña. Aquí estamos en el Vaticano, recordó, y en este Estado, por una
supuesta defensa de los valores universales se han violado muchas normas sencillas,
no respetando la prohibición de acercarse a una obra de arte y luego tampoco
facilitando correctamente los datos personales a las autoridades. Y en su
escrito de defensa, los demandados utilizaron con arrogancia palabras como
"conciencia y respeto".
La parte civil: sabían que causarían daños
En representación de la parte civil en la última
audiencia intervino la abogada Floriana Gigli, que presentó las conclusiones de
su colega Giuseppe Puglisi Alibrandi, de la oficina jurídica de la Gobernación
del Estado de la Ciudad del Vaticano. Gigli recordó que Viero y Goffi nunca se
han disculpado por el daño que saben que han causado a un bien de los Museos
Vaticanos, que han trivializado, alegando que no es visible desde el lado de
los visitantes. Sin embargo, saben muy bien que es permanente, para una obra,
la base, que en cualquier caso data de 1815 y ahora es parte integrante del
Laocoonte. Según la parte civil hay mucha indignación en la opinión pública,
ante las declaraciones de que esto causaría un daño menor comparado con lo que
está sufriendo el medio ambiente con el cambio climático. Pero no es correcto,
para los abogados de la Gobernación, contraponer arte y naturaleza. La
encíclica del Papa Laudato si, citada por los demandados, no justifica acciones
violentas y dañinas. "El resultado de su acción es sólo su visibilidad
pública". Aquí el daño es cierto, y está establecido. Viero y Goffi,
concluye Gigli, "sabían que el pegamento de cianoacrilato causaría daños,
y por eso lo aplicaron sobre la base. Aceptaron el riesgo del daño
estético".
Por ALESSANDRO DI BUSSOLO/Vatican News
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