En la era de la información como en la que vivimos, el conocimiento se encuentra a un solo clic de distancia. Sin embargo, en esta misma era, distinguir la verdad de la ficción se ha convertido en un desafío cada vez más complejo, y precisamente en uno de los ámbitos donde la presencia de las "fake news" o noticias falsas ha tenido un impacto más significativo es sin lugar a duda en los procesos electorales, ya que esto afecta en la integridad electoral y al sistema de partidos políticos.
Las elecciones representan la base de la democracia
representativa, donde cada voto cuenta y debería estar basado en una decisión
informada. Lamentablemente, las noticias falsas tienen un campo fértil en el
ámbito electoral, llevando a muchos a cuestionarse, ¿Hasta qué punto es ético
la manipulación de información para incidir en resultados electorales?
Aunque la difusión de rumores y falsedades no es algo
nuevo, la expansión de las redes sociales ha potenciado la capacidad de
propagación de estas noticias. Antiguamente, una noticia falsa necesitaba
tiempo y recursos para esparcirse, pero ahora, un simple retweet o compartir
una información puede hacer que llegue a miles o incluso millones en cuestión
de minutos.
Durante las campañas electorales, las noticias falsas
suelen centrarse en desacreditar a un candidato, en plantear propuestas
políticas inexistentes, resaltar escándalos que pueden ser reales o inventados
e incluso tergiversar información con relación a resultados electorales. Estas
tácticas buscan influir en la percepción pública y, finalmente, en el voto de
los electores.
En algunos casos la fake news han incluido
afirmaciones exageradas sobre la salud o el pasado de un candidato, o la
propagación de teorías de conspiración sin fundamento.
La rapidez con la que se propagan las fake news y la
dificultad de desmentirlas en tiempo real y oportuno, otorgan a las noticias
falsas un poder desmesurado que si no se detiene a tiempo afecta el sano desarrollo
de un proceso electoral.
En tal sentido es importante hacer esfuerzos para
combatir la propagación de noticias falsas, mediante la verificación de hechos
y confirmando contenidos dudosos.
Es por eso, que, los medios de comunicación
tradicionales tienen que seguir intensificando sus esfuerzos de verificación de
hechos, ya que en la actualidad dichos medios son una fuente confiable de
verificación de información, brindando al público informaciones veraz y
oportuna para que la sociedad esté en capacidad de discernir entre la verdad y
la mentira.
En definitiva, las fake news son una amenaza real para
la integridad de las elecciones y la democracia en general. Es esencial que,
como sociedad, seamos críticos con las informaciones que consumimos y estemos
en capacidad de buscar siempre fuentes confiables.
Es importante mitigar el impacto de las noticias
falsas y por eso la responsabilidad recae en cada uno de nosotros para
asegurarnos de que nuestras decisiones estén basadas en hechos reales y no en
ficciones.
Por PABLO
VICENTE
El autor es abogado, master en derecho electoral y presidente
de FUJUDEL fujudel@gmail.com
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