UN CONTRAATAQUE ISRAELÍ DEJA 168 MUERTOS Y MIL 160 HERIDOS EN GAZA
GAZA (7 Octubre 2023).- El ministerio de Salud palestino en Gaza dijo el sábado que al menos 198 personas murieron y 1,610 resultaron heridas en el territorio en un ataque de represalia israelí.
Israel realizó una serie de ataques aéreos en Gaza y
se han producido choques con hombres armados en la cerca fronteriza en torno
del territorio.
Hamas, el grupo insurgente que gobierna la Franja de
Gaza, lanzó al amanecer del sábado un ataque múltiple sin precedentes contra
Israel, disparando miles de proyectiles mientras decenas de combatientes
cruzaban la protegida frontera por tierra, mar y aire y pillando al país
desprevenido en un importante feriado.
Varias horas después del inicio de la invasión, los
insurgentes de Hamas seguían librando tiroteos en el interior de varias
localidades israelíes, en una sorpresiva demostración de fuerza que conmocionó
al país.
El servicio de emergencias israelí reportó que al
menos 40 personas fallecieron y cientos más resultaron heridas en la incursión,
que es el ataque más letal registrado en suelo israelí en años.
Al menos 561 heridos estaban siendo atendidos en
hospitales israelíes, de los cuales al menos 77 estaban en estado crítico,
según un conteo de The Associated Press basado en reportes públicos y llamadas
a hospitales.
En Gaza no había información oficial sobre bajas, pero
reporteros de la AP presenciaron funerales por 15 personas y vieron llegar
otros ocho cadáveres a un hospital. No estuvo claro de inmediato si eran
combatientes o civiles.
Las redes sociales se llenaron de videos de
combatientes de Hamas desfilando por las calles en lo que parecían ser
vehículos militares robados y de al menos un soldado israelí muerto dentro de
Gaza arrastrado y pateado por una multitud palestina enfurecida al grito de
"Dios es grande".
Videos publicados por Hamas parecían mostrar a al
menos tres soldados israelíes capturados con vida. El ejército se negó a
ofrecer detalles sobre bajas o secuestros mientras seguía combatiendo a los
infiltrados.
"Estamos en guerra", declaró el primer
ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso televisado en el que
anunció una movilización masiva de reservistas del ejército. "No (en) una
´operación´, no (en) un ´asalto´, sino en guerra".
"El enemigo pagará un precio sin
precedentes", agregó prometiendo que Israel "devolverá el fuego con
una magnitud que el enemigo no ha conocido".
En una reunión con altos cargos de seguridad más tarde
en el día, Netanyahu dijo que la principal prioridad era "limpiar la
zona" de infiltrados y, después, "cobrar un precio enorme al
enemigo" y proteger otras zonas para que ningún otro grupo insurgente se
una a la guerra.
La grave invasión coincide con el Simjat Torá, un día
normalmente festivo en el que los judíos completan el ciclo anual de lectura de
su libro sagrado, la torá, y revivió el doloroso recuerdo de la Guerra de Yom
Kipur de 1973 casi 50 años después. Entonces, los enemigos de Israel lanzaron
un ataque sorpresa en el día más sagrado del calendario judío.
Las comparaciones con uno de los momentos más
traumáticos en la historia israelí agudizaron las críticas a Netanyahu y a sus
aliados de ultraderecha, que han defendido medidas más agresivas contra las
amenazas procedentes de Gaza. Los comentaristas políticos criticaron al
gobierno por incapacidad para anticipar lo que parecía un ataque inédito de
Hamas por su nivel de planificación y coordinación.
El ejército de Israel atacó objetivos en Gaza en
respuesta a los alrededores de 2.500 cohetes que hicieron sonar constantemente
las sirenas antiaéreas en lugares tan al norte como Tel Aviv y Jerusalén, a
unos 80 kilómetros (50 millas). Dijo que sus fuerzas libraban tiroteos con
insurgentes de Hamas que se habían infiltrado en al menos siete lugares. Los
combatientes se colaron por la valla fronteriza e incluso llegaron por aire en
parapente, añadió.
La televisión israelí emitió imágenes de explosiones
que rompieron la cerca fronteriza, seguidas de lo que parecían ser pistoleros
palestinos entrando a suelo israelí en motocicletas. Al parecer, algunos
insurgentes se habrían desplazado en camionetas.
No estuvo claro de inmediato qué motivó el operativo
de Hamas, que seguramente requirió meses de preparación.
Pero en el último año, el gobierno de ultraderecha de
Israel ha acelerado la construcción de asentamientos en la Cisjordania ocupada,
la violencia de los colonos ha desplazado a cientos de palestinos que vivían en
esas zonas y se han incrementado las tensiones en torno a lugar sagrado para judíos
y musulmanes en Jerusalén.
El esquivo líder del brazo militar de Hamas, Mohammed
Deif, anunció el inicio de lo que llamó "Operación Tormenta de
Al-Aqsa". El complejo de la mezquita de Al-Aqsa, ubicado en la Ciudad
Vieja de Jerusalén, es el tercer lugar más sagrado del islam y el primero para
los judíos, que se refieren a él como Monte del Templo.
"Basta ya", dijo Deif, quien no se deja ver
en público, en un mensaje grabado en el que pidió a los palestinos desde
Jerusalén este y hasta el norte de Israel que se unan a la lucha. "Hoy el pueblo
recupera su revolución".
En un discurso televisado, el ministro israelí de
Defensa, Yoav Gallant, advirtió que la milicia había cometido "un grave
error" y prometió que "el estado de Israel ganará esta guerra".
Las naciones occidentales condenaron la incursión de
Hamas y reiteraron su apoyo a Israel, mientras que otras pidieron contención a
ambas partes.
"Estados Unidos condena de forma inequívoca los
ataques no provocados de los terroristas de Hamas contra civiles
israelíes", dijo Adrienne Watson, vocera del Consejo de Seguridad Nacional
estadounidense. "Apoyamos firmemente al gobierno y al pueblo de Israel y transmitimos
nuestras condolencias por las vidas israelíes perdidas en estos ataques".
Arabia Saudí, que ha mantenido conversaciones con
Washington para la normalización de sus relaciones con Israel, pidió contención
a los dos bandos.
Con
qué coinciden los ataques en Israel
La ofensiva insurgente coincide con una histórica
división en Israel por la reforma judicial propuesta por el gobierno de
Netanyahu. Las manifestaciones masivas contra el plan sacaron a cientos de
miles a las calles y llevaron a cientos de reservistas militares a evitar el
servicio voluntario — unas reacciones que han generado dudas acerca de la
preparación del ejército para el combate y sobre su capacidad de disuasión.
La incursión supone un importante logro — y una
escalada — para Hamas y ha obligado a millones de israelíes a refugiarse en
lugares seguros de las explosiones de los proyectiles y de las continuadas
balaceras con los insurgentes. Ciudades y pueblos se vaciaron mientras el
ejército cerraba carreteras próximas a Gaza. Tanto el servicio de emergencias
israelí como el Ministerio de Salud palestino pidieron a la población que done
sangre.
"Entendemos que esto es algo grande", dijo
el teniente coronel Richard Hecht, un vocero del ejército israelí, a
reporteros, añadiendo que se ha llamado a los reservistas a filas.
Hecht se negó a comentar cómo consiguió Hamas
sorprender al ejército. "Es una buena pregunta", añadió.
Ismail Haniyeh, el líder exiliado de Hamas, dijo que
los combatientes palestinos estaban "comprometidos en estos momentos
históricos en una operación heroica" para defender la mezquita de Al-Aqsa
en Jerusalén y a los miles de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Israel ha levantado una enorme cerca a lo largo de su
frontera con el enclave palestino para evitar las infiltraciones. El muro es
profundo y está equipado con cámaras, sensores de alta tecnología y tecnología
de escucha.
Israel mantiene un bloqueo sobre la Franja desde que
Hamas, un grupo insurgente islámico que se opone a Israel, se hizo con el
control del territorio en 2007. Los enconados enemigos han librado cuatro
guerras desde entonces. Además, ha habido numerosos choques menores entre las
tropas israelíes y Hamas y otros grupos más pequeños del territorio.
El bloqueo, que restringe la entrada y salida de
personas y bienes, ha devastado la economía de la Franja. Israel dice que es
necesario para impedir que los grupos insurgentes amplíen sus arsenales, pero
los palestinos sostienen que equivale a un castigo colectivo.
El lanzamiento de proyectiles se produce en un momento
de intensos combates en Cisjordania, donde casi 200 palestinos han perdido la
vida en incursiones israelíes en lo que va de año. Israel sostiene que la
mayoría de los fallecidos son insurgentes, pero entre las víctimas hay también
jóvenes palestinos que lanzaban piedras en protesta por las redadas y
transeúntes inocentes.
Los ataques palestinos contra israelíes se han cobrado
la vida de más de 30 personas desde principios de 2023.
Israel capturó Cisjordania, además de Jerusalén Este y
la Franja de Gaza, en la Guerra de los Seis Días de 1967.
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