Crisis en el Comité Olímpico Dominicano: ¿Una Señal de Desafíos Más Profundos?

En un giro impactante de eventos desafortunados, el Comité Olímpico Dominicano (COLIMDO) o por sus siglas COD, cuna de glorias deportivas, emociones encontradas identificadas con nuestros atletas en cada representación, y emblema nacional del deporte olímpico dominicano, enfrenta una crisis sin precedentes, que nace en el seno de su Comité Ejecutivo.

Desde su fundación el 28 de enero de 1948, nunca antes se había registrado una tormenta como la que sacude actualmente a esta entidad, donde seis de los 12 miembros del Ejecutivo han  renunciado irrevocablemente. 

Este inesperado fenómeno turbulento, en el ambiente deportivo, amenaza con dejar a la nación sin representación efectiva en los próximos Juegos Olímpicos en París 2024.

Algunas preguntas resuenan en la mente de muchos: 

¿Cómo ha llegado el Movimiento Olímpico Dominicano a este punto tan crítico?

¿Es la crisis del Comité Olímpico Dominicano un espejo de la lucha de intereses del liderazgo interno y externo en el país?

¿Cuáles son los actores que han propiciado éste fenómeno?

¿Con quiénes contamos para resolverlo?, y

¿Qué se puede hacer para salir fortalecidos en vez de lacerados?.

La respuesta a estas preguntas podrían revelar tendencias más profundas en la gestión de las organizaciones deportivas, claves en la sociedad dominicana.

La crisis actual en el Comité Olímpico podría ser un indicativo de desafíos sistémicos que afectan a otras entidades, señalando la necesidad de una revisión profunda y un cambio significativo en la forma en que se gestionan estas instituciones. Mas adelante hay que prestar atención a ello.

Ante la situación del COD, en que han renunciado la mayoría del Comité Ejecutivo (CE), y ante la decisión de Luisín Mejía de no asumir como miembro del COI y del Comité Ejecutivo del COD los estatutos del Organismo Olímpico otorgan poder a las federaciones nacionales miembros para convocar a elecciones y conformar un nuevo CE. Esto es todo un proceso que podría tomar tiempo y que necesita del concurso de todos los que tienen la facultad de intervenir de manera estatutaria.

Sin embargo, viendo que hay  compromisos internacionales próximos, es imperativo que todas las partes involucradas en el conflicto se sienten a la mesa de negociación, socializar el tema y buscar la salida institucional y estatutaria a la mayor brevedad posible.

Desde nuestra tribuna, "Camino Deportivo" (programa radial de la Unión Deportiva de San Cristóbal) hemos propuesto que se busque una solución audaz y pragmática, que haya un acuerdo entre las partes para trabajar en los puntos en común, dejando las diferencias para ser revisadas después de las Olimpiadas de París y que de esa manera no se afecte nuestra participación. 

Entendemos viable, como han propuesto algunos, la creación de una  comisión de alto nivel, a la cual las federaciones aliadas den mandato y que ésta trabaje en los puntos convergentes y divergente hasta encontrar un punto común.

En este momento crucial, el movimiento olímpico necesita un liderazgo unificado y fuerte para salvaguardar la participación de los atletas en los eventos deportivos de talla mundial. 

Se debe tomar en consideración que la falta de consenso interno no solo socava la imagen del país en el escenario internacional, sino que también pone en riesgo años de dedicación y esfuerzo de los atletas dominicanos, entrenadores y federaciones. Además de la inversión que mucho o poco el deporte representa.

La propuesta de negociación no solo es un llamado a la sensatez, sino también a la responsabilidad compartida. Las partes deben poner el interés nacional por encima de las disputas internas y encontrar terreno común para mantener la integridad y el prestigio del Comité Olímpico Dominicano.

Varias personalidades del deporte se han pronunciado, un común denominador: llamando al diálogo, a la unidad, integración y al respeto de los estatutos. Dentro de ellos, de manera prudente, el ministro de deportes ingeniero Francisco Camacho.

En última instancia, la resolución de la crisis del Comité Olímpico Dominicano no solo garantizará la participación del país en las próximas olimpiadas, sino que también podría sentar las bases para la mejora y fortalecimiento de otras organizaciones vitales en la nación en materia de deportes.

La pelota está en el tejado (techado) de aquellos que tienen el poder de decidir; es el momento de actuar con visión y responsabilidad para forjar un futuro más sólido y unificado para la República Dominicana.

Camino Deportivo

Unión Deportiva de San Cristóbal.

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