Papa Francisco aconseja mostrar nuestra ternura a los abuelos
CIUDAD DEL VATICANO (14 Mayo 2024).- Se ha publicado el mensaje del Santo Padre para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, que se celebrará el 28 de julio de 2024. El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida prepara orientaciones pastorales llamando a redescubrir la fraternidad y construir vínculos.
El Santo Padre invita
a visitar a los abuelos y a los mayores de nuestras familias que están
desanimados o que ya no esperan que un futuro distinto sea posible. En su
mensaje para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos 2024, que tendrá
lugar en todas las diócesis del mundo el próximo 28 de julio, el Papa Francisco
pide, a la actitud egoísta que lleva al descarte y a la soledad, “contraponer
el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene la valentía de decir ‘¡No
te abandonaré!’ y de emprender un camino diferente”.
La recomendación del
Pontífice está en consonancia con el lema de la Jornada (“En la vejez no me
abandones”), inspirado en el salmo 71. En efecto, el Obispo de Roma explica que
“Dios nunca abandona a sus hijos”, "ni siquiera cuando la edad avanza y
las fuerzas flaquean, cuando aparecen las canas y el estatus social decae,
cuando la vida se vuelve menos productiva y corre el peligro de parecernos
inútil".
Francisco subraya que
en la Biblia "hallamos la certeza de la cercanía de Dios en cada etapa de
la vida y, al mismo tiempo, encontramos el miedo al abandono, particularmente
en la vejez y en el momento del dolor. No se trata de una contradicción.
Mirando a nuestro alrededor no nos resulta difícil comprobar cómo esas
expresiones reflejan una realidad más que evidente". Con mucha frecuencia,
lamenta el Santo Padre, "la soledad es la amarga compañera de la vida de los
que como nosotros son mayores y abuelos". En esa línea, comentó, como ya
lo había hecho en otras oportunidades en su Pontificado, que siendo arzobispo
de Buenos Aires, muchas veces visitó residencias de ancianos. "Me di
cuenta de las pocas visitas que recibían esas personas; algunos no veían a sus
seres queridos desde hacía muchos meses", escribe.
El Papa se refiere a
las múltiples causas de la soledad que viven muchas personas mayores: por
ejemplo, en diversos países, "sobre todo en los más pobres, los ancianos
están solos porque sus hijos se han visto obligados a emigrar". Francisco
también amplía su mirada a las numerosas situaciones de conflicto:
"Cuántos ancianos se quedan solos porque los hombres —jóvenes y adultos—
han sido llamados a combatir y las mujeres, sobre todo las madres con niños
pequeños, dejan el país para dar seguridad a los hijos".
La contraposición
entre las generaciones es un engaño
"En las ciudades
y en los pueblos devastados por la guerra, prosigue Bergoglio, muchas personas
mayores se quedan solas, como únicos signos de vida en zonas donde parece
reinar el abandono y la muerte". Asimismo, Francisco alude a la
"falsa creencia, muy enraizada en algunas culturas locales, que genera
hostilidad respecto a los ancianos, acusados de recurrir a la brujería para
quitar energías vitales a los jóvenes; de modo que, en caso de que una muerte
prematura, una enfermedad o una suerte adversa afecte a un joven, la culpa
recae sobre algún anciano". "Esta mentalidad se debe combatir y
erradicar", sentencia el Pontífice, aduciendo que "es uno de esos
prejuicios infundados, de los que la fe cristiana nos ha liberado, que alimenta
persistentes conflictos generacionales entre jóvenes y ancianos".
Por SEBASTIÁN SANSÓN FERRARI/Vatican News
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