Según un estudio reciente de investigación Jerusalén era ya una ciudad en tiempos del rey David
JERUSALÉN (8 Mayo 2024).- Una reciente investigación revolucionaria basada en el radiocarbono sobre el período del primer Templo de Jerusalén ha apoyado la exactitud histórica de las narraciones bíblicas sobre el reinado del rey David.
A través de un examen
de más de 100 muestras de distintos lugares de la Edad del Hierro en toda la
Ciudad de David, los investigadores han obtenido datos que abarcan desde el
siglo XII a.C. hasta la devastación babilónica en el 586 a.C. Si bien el
estudio no se refiere directamente a la historicidad personal de David y
Salomón, proporciona información valiosa sobre realidad de Jerusalén durante
sus reinados.
Según los resultados
del estudio, el 20% de los datos de radiocarbono datan de principios de la Edad
del Hierro, lo que encaja con las líneas de tiempo de los reinados de David y
Salomón. Este resultado es importante e indica que este fue un momento
significativo de la importancia del asentamiento en Jerusalén, que era ya una
ciudad como tal (mucho más que la aldea que se ha tendido a hacer creer en
estudios previos).
Un descubrimiento
fundamental del estudio es que muestra una extensa ocupación de Jerusalén
durante los siglos XII-X a.C., desafiando las suposiciones anteriores sobre la
magnitud e importancia de la ciudad. Significativamente, múltiples fechas están
vinculadas a la cerámica temprana de la Edad del Hierro, lo que indica un
centro urbano más complejo en ese momento de lo que se había pensado
anteriormente.
Otros resultados del
estudio apoyan la fiabilidad del contenido bíblico sobre el asedio asirio de
Jerusalén, la destrucción babilónica de la ciudad y un evento sísmico descrito
en la Biblia.
Por ejemplo, algunos
eruditos israelíes databan el llamado ‘Muro de Ezequías’ en el siglo VIII a.C.,
pero en realidad corresponde a 100 años antes, en el reinado de Uzías, que
reconstruyó Jerusalén después de un terremoto, según los datos del estudio.
Esto coincide con el
relato bíblico en el que Uzías había construido las fortificaciones de la
ciudad, existiendo una clara mención de esto: “Además, Uzías construyó torres
en Jerusalén en la puerta de la esquina, en la puerta del valle y en el ángulo,
y las fortificó” (2 Crónicas 26:9)
Aumenta el crédito histórico del A.T.
Hoy en día, muchos
nuevos descubrimientos están cambiando las interpretaciones académicas comunes
para dar más crédito histórico a la narrativa del Antiguo Testamento de la
Biblia.
En los últimos años,
muchos nuevos hallazgos e investigaciones han revolucionado la interpretación
arqueológica que antes tendía a ser “minimalista”, lo que significa que veía la
Biblia como un registro no histórico.
Así, recientemente,
una nueva investigación de la Universidad Hebrea muestra que el Reino bíblico
de Judá se expandió antes de lo que se pensaba originalmente, y que fue
ampliado durante el tiempo del Rey David.
Las excavaciones de
Ofel en Jerusalén, dirigidas por el difunto arqueólogo Eilat Mazar, mostraron
resultados sorprendentes y ofrecieron más descubrimientos que dan crédito a la
cronología bíblica específica y a los relatos bíblicos: varias inscripciones
escritas (bulas) que mencionan nombres bíblicos, edificios masivos y otros
artículos, todos ellos fechados desde el siglo X a.C. hasta el 586 a.C., la
fecha de la destrucción babilónica de Jerusalén.
Actualmente se exhibe
en los Estados Unidos una exposición de estreno mundial, ‘El Reino de David y Salomón
descubierto’, que cubre los principales elementos descubiertos durante estos
últimos años que están directamente relacionados con la historicidad de los
reinos del Rey David y el Rey Salomón.
Más datos del estudio de radiocarbono
El estudio publicado
en PNAS por los arqueólogos israelíes Johanna Regev, Yuval Gadot y Joe Uziel (y
otros), representa el primer esfuerzo a gran escala para reconstruir la
historia antigua de Jerusalén utilizando la datación por radiocarbono.
Encabezado por
investigadores del Instituto Weizmann, la Universidad de Tel Aviv y la
Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por sus siglas en inglés), el estudio
desafía la idea frecuente de que la antigua Jerusalén era simplemente una aldea
diminuta durante el gobierno de David. En cambio, propone un entorno urbano
complejo y avala el desarrollo temprano de la ciudad.
Sin embargo, la
interpretación de estos hallazgos presenta su cuota de desafíos. A pesar de los
indicios de ocupación a gran escala, los especímenes del estudio a menudo
carecen de asociaciones claras con los restos arquitectónicos, lo que complica
los esfuerzos para reconstruir la configuración y la infraestructura de la
ciudad. No obstante, la precisión del estudio en la datación de materiales
específicamente entre los siglos VIII y VI a.C. constituye un logro digno de
mención.
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