El mal aliento es una de las características más comunes en los seres humanos cuando se levantan por la mañana. En algunos casos es leve y en otros puede ser mucho más fuerte e invasivo, al punto tal que otras personas convivientes lo sientan. Este hecho sucede debido a diferentes problemas bucales, desde una mala higiene hasta otros factores invisibles que podrían afectar a largo plazo nuestra dentadura. Para ello, un experto señaló cómo reconocer esta problemática y qué consejos son los mejores para evitar un fuerte aroma.
El cuerpo humano produce olores que pueden tornarse desagradables, como la transpiración. Este proceso natural es algo que todo el mundo padece y desde el mercado se diseñaron algunos productos para prevenir un mal aroma. En el caso de la boca, el aliento se vincula directamente con lavado cotidiano de los dientes, que en muchos casos suele pasarse por alto.
Según el medio inglés The Sun, que dialogó con doctor y especialista Ferakh Hamid, de Aesthetique Dental Care, reveló que el olor desagradable “a menudo es causado por una mala higiene bucal: cuando las partículas de comida permanecen, las bacterias se acumulan en la placa y provocan el mal aliento”. Sin embargo, advirtió: “También puede indicar problemas dentales más graves, como caries o enfermedades de las encías”.
Algunos de los motivos que producen el mal aliento son
- La boca seca, que se puede dar por el reducido nivel de saliva. Este fluido ayuda a neutralizar las bacterias y mantener el pH saludable. Ante la falta de esta, se pueden propagar más bacterias y, por ende, se desarrollará mal olor.
- La dieta es un factor clave que puede influir. El consumo de ciertos alimentos como la cebolla y el ajo pueden provocar el desarrollo de mal aliento.
- La mala higiene bucal es uno de los factores imprescindibles. En necesaria la limpieza acorde de los dientes para que no queden restos de comida alojados allí durante toda la noche.
- Según explicó el doctor Hamid: “Cuando no nos cepillamos bien los dientes, se acumula placa. No eliminarla con el cepillado y el uso de hilo dental puede hacer que vaya por debajo de la línea de las encías y provoque infecciones, lo que no solo daña la estructura de nuestros dientes, sino que también provoca mal aliento debido a las bacterias involucradas”.
- El profesional médico explicó que las infecciones bucales también son causantes del mal olor: “Las heridas quirúrgicas, las caries, las enfermedades de las encías o las llagas en la boca pueden causar mal aliento”.
- Otro de los motivos es tener afectada la garganta y la nariz. “Las bacterias que cubren los cálculos de las amígdalas y el líquido del goteo posnasal son ricas en compuestos que causan el mal olor”, sostuvo.
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