Los evangélicos miran al futuro de Estados Unidos, tras el shock por el atentado contra Donald Trump
WASHINGTON (17 Julio 2024).- El intento de asesinato de Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos y candidato a serlo de nuevo, ha creado una conmoción mundial, ocupando el espacio principal de todos los medios globales este fin de semana.
“Se supone que tendría que estar muerto, no debería
estar aquí”, dijo el candidato republicano en declaraciones a los medios al día
siguiente, añadiendo que se había salvado “por suerte o por Dios”. Un
espectador que asistía al mitin en Pennsylvania falleció por una de las ocho
balas que disparó el atacante, un joven de 20 años que armado con un rifle
desde el tejado de un edificio cercano, quien también falleció por la respuesta
de los servicios de seguridad que escoltaban a Trump. Otras dos personas
sufrieron heridas graves.
Tras conocerse el ataque, representantes de todo el
país, incluyendo el presidente y rival en las elecciones de noviembre, Joe
Biden, expresaron sus “oraciones” y solidaridad con Donald Trump. También
pastores, iglesias y organizaciones cristianas mostraron su rechazo y preocupación
ante la violencia política.
“Retorcida
búsqueda de la gloria humana”
Pasadas unas horas, algunos evangélicos con una voz
reconocida en asuntos de vida pública y evangelismo, compartieron reflexiones
más elaboradas sobre el estado de la nación. Russell Moore, redactor jefe de la
revista Christianity Today, publicó el domingo 14 de julio un artículo en el
que abordaba la “retorcida búsqueda de gloria humana del posible asesino de Trump”.
“Los psicólogos nos dicen que las personas que se
dedican al terrorismo de cualquier tipo suelen ser muy conscientes de lo
duradera que puede ser este tipo de notoriedad”. “‘Deseáis y no tenéis, por eso
asesináis’, escribió el apóstol Santiago. “Codiciáis y no tenéis, por eso
peleáis y reñís” (4:2). ¿Qué se desea en una furia asesina? A menudo, es el
anhelo, creado pero retorcido, de reconocimiento -de notoriedad- y significado”,
continúa Moore en su escrito.
La columna en Christianity Today termina con un
llamado a los cristianos. “Necesitamos proclamar otro tipo de significado, otro
tipo de sentido, otro tipo de pertenencia”, escribe Moore. “Podemos recordarnos
a nosotros mismos que no necesitamos clamar por nuestra propia gloria, ya sea
en actos heroicos de bondad o en notorios actos de violencia. Podemos
encontrarla humillándonos ante la gloria futura que ahora está oculta en
Cristo”, dice.
“Algo
mucho más grande que la suerte preservó la vida de Trump”
En otra influyente revista cristiana estadounidense,
World Magazine, el teólogo R. Albert Mohler escribe: “La más mínima desviación
en la trayectoria de esa bala habría cambiado una oreja sangrante por un
expresidente muerto, incluso cuando Trump está a pocos días de su nominación
oficial como candidato republicano en las próximas elecciones”.
Una de las lecciones a recordar, dice Mohler, es que
la “fragilidad de la vida es esencial para nuestra comprensión del don de la
vida”. “En un mundo de pecado y maldad, asesinos y agentes patógenos, cada
aliento que tomamos es un don”, remarca.
Mohler continúa diciendo que “Donald Trump (y el mundo
que lo observa también) debe saber sin duda en su corazón que algo mucho más
grande que la suerte preservó su vida”. Para el autor, “las elecciones de 2024
se ciernen sobre nosotros al considerar el futuro de nuestra nación”. “Quienes
no ven otro plano más elevado que la política están cada vez más desesperados.
Los cristianos no pueden compartir ese tipo de desesperación”, agrega.
“¿Fomentamos
la convicción piadosa o alimentamos el odio vil?”
El mismo día, en una columna de opinión en The
Christian Post titulada “Por favor, por favor, por favor, todos debemos bajar el
tono”, el locutor de radio Michael Brown subrayaba que “todos somos
responsables de las palabras que pronunciamos, de los posts que compartimos, de
los memes que creamos, de los entornos que configuramos”.
“Y todos haríamos bien en mirarnos al espejo y hacernos
algunas preguntas sinceras: ¿estoy fomentando la convicción piadosa o
alimentando el odio vil? ¿Estoy ayudando a producir valor y fortaleza o mis
palabras conducen a la hostilidad y el desprecio?”, preguntaba el comunicador.
Brown afirmaba que los cristianos deben “ser difusores
de la luz y no de las tinieblas, agentes de Dios y no siervos de Satanás,
llamando al valor y a la convicción en torno a causas justas, pero con civismo
hacia nuestros adversarios políticos e ideológicos”. “De lo contrario, todos
perdemos”, subrayaba.
La
obra de reconciliación de Dios
“Aunque será fácil aprovechar este momento para
atrincherarnos, insto a los estadounidenses a que hagan una pausa, lamenten
esta violencia y se den cuenta de cuánto nos hemos alejado de los ideales de
nuestra nación”, declaraba Brent Leatherwood, de la Comisión de Ética y
Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur (la confesión evangélica más
numerosa de Estados Unidos).
“Comprometámonos a orar por nuestros líderes, los que
están dispuestos a servir en cargos públicos”, añadía, “y apelemos a nuestro
Señor para que su obra reconciliadora se derrame sobre esta nación para superar
el odio que tanto prevalece en nuestra cultura”.
Por su parte, la Asociación Nacional de Evangélicos
(organismo que representa a los evangélicos estadounidenses en la Alianza
Evangélica Mundial), afirmaba: “La violencia política es totalmente inaceptable
y constituye una amenaza atroz para la democracia que tanto apreciamos”.
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